Fundada en 1010 por el príncipe Yaroslav el Sabio sobre asentamientos vikingos preexistentes, la ciudad de Yaroslavl se encuentra situada en la confluencia de los ríos Volga y Kotorosl. Se desarrolló rápidamente como un importante centro comercial gracias a su puerto en el Volga. En 1218 se convirtió en principado, sufriendo a lo largo de los dos siglos siguientes numerosas invasiones y saqueos por parte de los tártaros. En 1463 se unió a Moscú derrotando definitivamente a los invasores.
En el siglo XVII era la segunda ciudad en importancia de Rusia y llegó a ser temporalmente la capital del país durante la ocupación de Moscú por los ejércitos polacos. En esa época, Yaroslavl vivió una segunda edad de oro económica gracias a su posición en la ruta comercial entre Moscú y el puerto marítimo de Arcángel. En el siglo XVIII, Catalina la Grande decretó un nuevo plan urbanístico para la ciudad e impulsó su industrialización, que se continuó durante los siglos XIX y XX. Ese rico pasado histórico se ha plasmado en un legado cultural de primer orden: Yaroslavl es un tesoro arquitectónico, cuenta con iglesias y monasterios entre los más bellos de Rusia y ha producido incluso un estilo arquitectónico propio, muy difundido en otras ciudades del Anillo de Oro y en el resto de Rusia, el llamado “estilo de Yaroslav“, con iglesias de ladrillo recubiertas de ricas cerámicas y profusamente decoradas en su interior con bellísimos frescos.
Si se realiza una visita panorámica por la ciudad (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2005), podremos apreciar, en el centro, el plano trazado en los siglos XVIII y XIX: aquí están situadas las galerías comerciales “Gostiny Dvor“ (1818), el edificio de las Oficinas de Gobierno (1785), la casa Vakromeyev, la Universidad Estatal, antiguamente Casa de Caridad (1786) y el Cuartel de Bomberos, de 1911.
Aquí se encuentra igualmente el Teatro Volkov, el más antiguo de Rusia, fundado en 1750 y cuyo edificio actual data de 1911, así como numerosas residencias y edificios administrativos en estilo neoclásico. El barrio donde confluyen los ríos Volga y Kotorosl, es llamado Strelka, donde se situaba el Kremlin hasta su destrucción por un incendio en 1658. En el mismo lugar se construyó la Catedral de la Asunción, hasta su demolición por los soviets en 1937. Fue reconstruida y reinaugurada con motivo del milenario de la ciudad en 2010. Muy cerca se encuentra la Iglesia de la Epifanía con sus 5 cúpulas, un claro ejemplo de iglesia rusa de inspiración medieval. La Iglesia de San Juan Bautista es casi un modelo de la típica “iglesia de estilo de Yaroslavl“, con sus exteriores decorados con losas de cerámica brillante.
Otra de las joyas arquitectónicas de Yaroslavl es el Monasterio de la Transfiguración del Salvador, que se encuentra a orillas del Volga. Se remonta al siglo XII, y desempeñaba la función de kremlin (ciudadela fortificada) para proteger la ciudad, con altos muros blancos, torres de vigilancia y aspilleras. Esto sucedía con frecuencia en la Rusia antigua, donde los monasterios eran al mismo tiempo centro religioso y político, fortaleza y foco cultural. Desde aquí partieron los ejércitos campesinos para liberar Moscú de la ocupación polaca y también desde este monasterio salió hacia Moscú Miguel I, para ser coronado como el primer Zar de la dinastía Románov. En su interior destaca la Catedral (1516), la construcción más antigua de la ciudad, con tres cúpulas y una galería abierta en el lado de la fachada construida en 1516 sobre las ruinas del templo del siglo XIII destruido en 1501 por un incendio.
Destacan los frescos realizados en 1563-1564 por una serie de artistas moscovitas. Especialmente valiosas son las figuras de archidiáconos de las paredes orientales, San Juan Precursor y Cristo Pantocrátor en la cúpula central, y el Juicio Final en la parte occidental. Otra de las joyas de la ciudad es la Iglesia de Elías el Profeta, construida en 1650 y sufragada por los comerciantes. Esta iglesia típicamente moscovita presenta una compleja composición asimétrica con cinco cúpulas, terrazas de entrada y dos torretas, una de las cuales corona la capilla del Despojamiento de la Sagrada Vestidura. Su interior está decorado con los más bellos frescos del Anillo de Oro, que recubren todas sus paredes y techos. Fueron pintados en el siglo XVII por 15 maestros de Yaroslavl y de Kostromá. Describen escenas de la vida cotidiana y algunos pasajes del Antiguo Testamento.