Viaje al CÁUCASO: Azerbaiyán – Georgia – Armenia IV: Tbilisi – Mtskheta – Stepantsminda – Guergueti – Gudauri – Gori – Uplistsije – Kutaisi | Los viajes de Vagamundos día a día

Día 8: TBILISI: visita ciudad

Desayuno buffet en el hotel.

Continuamos con nuestra visita de la ciudad, y llegamos a la Catedral de Sioni que, siguiendo la tradición georgiana medieval de nombrar iglesias con lugares vinculados a Tierra Santa, lleva el nombre del Monte Sion de Jerusalén. Según la leyenda, el primer templo que se levantó en este mismo lugar fue erigido por el rey Vakhtang Gorgasali en el siglo V. Desde entonces ha sido reconstruida varias veces, y lo que vemos hoy es en su mayoría del siglo XIII, con algunos cambios entre los siglos XVII y XIX. Este templo fue la principal catedral ortodoxa de Georgia y la sede del Catolicós Patriarca de toda Georgia, hasta que la Iglesia de la Santa Trinidad fue consagrada en 2004. La fachada actual en toba amarilla, contiene tallas en bajorrelieve de una cruz y un león encadenado en el lado occidental, y un ángel y santos en el norte. Las dieciséis ventanas tienen marcos ornamentales tallados. Se trata de un típico ejemplo de arquitectura georgiana medieval, con un diseño cruzado inscrito con ábsides poligonales en la fachada. El interior, oscuro y apagado, crea una densa atmósfera de espiritualidad. Los antiguos frescos desaparecieron en las distintas destrucciones, los actuales fueron creados por el artista ruso Grigory Gagarin, quien en el s. XIX lo decoró con santos y símbolos de la ortodoxia georgiana. Los frescos de la pared occidental fueron ejecutados por el artista georgiano Levan Tsutskiridze a finales de la década de 1970. El iconostasio de piedra data de 1850, y reemplazó al de madera, quemado durante la invasión persa en 1795. La catedral alberga la venerada cruz de Santa Nino, uno de los tesoros más preciados de la cristiandad georgiana que según la leyenda, está hecha con sarmientos de viña sujetados con el pelo de la propia santa. La que podemos ver a la izquierda de la pantalla de los iconos es una reproducción. La original se guarda en lugar seguro. La catedral alberga además las tumbas de los patriarcas georgianos. El campanario del otro lado de la calle es uno bello ejemplo del clasicismo ruso, y data de 1812.

La iglesia más antigua que se conserva de Tbilisi, y posiblemente la más bonita es la basílica de Anchiskhati, la única que sobrevivió de las primeras cinco construidas en Tbilisi en el siglo V. Esta basílica de tres naves fue dedicada a la Virgen María, pero en el siglo XVII adquirió la denominación de Anchiskhati (“icono de Anchi”), debido al icono que fue trasladado a esta iglesia desde el Monasterio de Anchi en el suroeste del país. El icono data del siglo XII y es el trabajo de Beka Opizari, famoso orfebre de la época. En su interior fueron hallados algunos frescos del siglo XVII debajo de otros del siglo XIX, pintados por los rusos. Frente a la entrada de la iglesia, se encuentra un elegante campanario, típico del estilo georgiano medieval tardío.

La avenida Rustaveli, es la más importante y cosmopolita de la ciudad. Su construcción data del s. XIX, en la época del Imperio Ruso, y tenía que ser la avenida de representación imperial de todo el Cáucaso. Enseguida se convirtió en el epicentro de cualquier acontecimiento político de Georgia. Todos los acontecimientos relevantes de la historia contemporánea del país se han desarrollado en este lugar: la independencia, la guerra civil o la Revolución de las Rosas. Un paseo por su kilómetro y medio nos permitirá contemplar edificios públicos de estilo europeo y otros de corte soviético. Entre ellos el Antiguo Parlamento, imponente edificio de estilo soviético, con 16 arcos, que representas las 16 repúblicas ex-soviéticas; la Iglesia de Kashveti de San Jorge, ubicada frente al parlamento, fue construida entre 1904 y 1910 por el arquitecto L. Bilfeldt, sobre una iglesia anterior que quedó destruida. Su exterior destaca por la rica ornamentación, sobre todo las tallas de piedra alrededor de las ventanas, arcos y esquinas; el Teatro del Ballet y la Ópera, uno de los edificios más bonitos de Tibilisi, construido en 1896, en el que los estilos de oriente y occidente se mezclan de forma magistral. Otros edificios ubicados en la avenida son la Opera Paliashvili, la Academia estatal de teatro Rustaveli, la Academia de Ciencias de Georgia y la Galería de Arte de Tiflis.

También en Rustaveli se halla el Museo Nacional de Georgia, fundado en 1910, fue residencia del rey Rostom. Más tarde se utilizó como mercado y hotel. Es el principal museo de Georgia, producto de la unificación de otros museos y centros de investigación. Cubre la historia del país desde tiempos prehistóricos hasta el comienzo del siglo XX. Posee una importante colección arqueológica, etnográfica, documental y artística que ayudan a entender el pasado de Georgia. Particularmente significativo es el tesoro, que contiene una exposición de orfebrería que data del siglo VI a.C., además de bellos ejemplares de orfebrería de filigrana y algunos trabajos descubiertos en yacimientos arqueológicos importantes. Asimismo, encontraremos objetos como armas y accesorios para el hogar a partir de la Edad del Bronce.

Almuerzo en restaurante local.

En la colina de Elia, se eleva la Catedral de la Santísima Trinidad (Tsminda Sameba), el mayor símbolo del resurgimiento postsoviético, construida para conmemorar los 1.500 años del patriarcado georgiano. Sameba ha destronado a Sioni como sede del patriarcado ortodoxo, y todas las ceremonias político-religiosas se realizan aquí. Las obras comenzaron en 1995, siendo consagrada en 2004. Sus 85 m de altura (el tercer templo ortodoxo más alto del mundo) la hacen visible desde cualquier punto de la ciudad. Tiene capacidad para 15.000 personas. Fue financiada por el multimillonario georgiano Boris Ivanishvili, y su construcción ha sido muy controvertida por varios motivos: muchos ortodoxos juzgan un sacrilegio la construcción de un templo mayor que los santuarios tradicionales de Alaverdi y Svetitsjoveli. Otros lo encuentran imperialista y frío, contrario a la espiritualidad georgiana. Finalmente, ha habido muchas quejar por parte de la comunidad armenia, ya que fue construida en el corazón de su barrio, y se ha interpretado como una provocación del poder georgiano ortodoxo en el corazón de su barrio. Su estilo historicista muestra una profusión de formas arquitectónicas tradicionales georgianas en hormigón, ladrillo, granito y mármol. Se encuentra coronada por una cruz de oro que corona su cúpula central recubierta de oro. Su interior, está forrado en mármol, y aunque su aspecto es sobrio, contiene algunos importantes iconos de Georgia.

Resto de la tarde libre.

Alojamiento en Courtyard by Marriott Tbilisi.

Día 9: TBILISI – Mtskheta – Stepantsminda – Guergueti – GUDAURI

Desayuno buffet en el hotel.

Salida hacia la ciudad-museo de MTSKHETA, sede de la Iglesia Ortodoxa y Apostólica Georgiana, y una de las ciudades más antiguas del país. Situada a 20 km de Tbilisi, en la confluencia de los ríos Mitkavari y Aragvi, fue capital del Reino de Georgia desde el siglo III a.C. al V d.C., y zona de paso de las grandes rutas comerciales. Se trata, de un lugar estratégico, donde el Gran Cáucaso y el Cáucaso Menor se enfrentan en una estrecha garganta, y toda Transcaucasia encuentra su unidad geográfica. Ha estado habitada desde al menos el segundo milenio antes de Cristo, y ya era un lugar sagrado durante la época pagana, con templos dedicados a Armazi (dios de la Luna), Afrodita y otras figuras precristianas. En el siglo IV llegó santa Nino desde Capadocia predicando la fe de Cristo y revolucionó el plano espiritual de toda Georgia. Es una figura que levanta pasiones en el país. De hecho, Nino, es el nombre más común de niña. En el 337, el rey Mirian III decidió convertirla en la religión oficial de sus dominios. A partir de entonces la ciudad se convirtió en el centro espiritual del nuevo dogma, con una trascendencia casi mística en la cultura georgiana, y comenzaron a levantarse iglesias.  A finales del s. V el rey Vakhtang Gorgasali fundó Tbilisi y pocos años después Mtskheta dejó de ser la capital en favor de la nueva urbe, mucho más fácil de defender. Sin embargo, continúa siendo el corazón de la vida espiritual y cultural de Georgia.

En lo alto de una colina rocosa, se encuentra el Monasterio de Jvari (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1994), obra maestra de la arquitectura georgiana. Su silueta es visible desde casi cualquier punto de la ciudad, y uno de los lugares más fotografiados de Georgia. Su nombre significa “La Cruz”, y fue construido entre el 586 y el 604 por Stepanoz I, en el lugar donde Nino erigió una gran cruz de madera tras su conversión al cristianismo. El edificio posee una bella simetría y es un referente del estilo clásico georgiano temprano, del cual solo se encuentran unos pocos ejemplares en Georgia y Armenia. Posee una estructura en forma de cruz con cuatro brazos iguales; los ángulos entre ellos se rellenan con habitaciones de esquina, y la cúpula baja se asienta en un tambor octogonal y achaparrado. El interior es de piedra antigua desnuda (los frescos han desaparecido), salvo por una cruz de madera tallada en el pedestal central. Rodeando la iglesia, se pueden ver los restos del muro que fue edificado en la Baja Edad Media, con el fin de fortalecer tan sagrada edificación. Solo la vista de Miskheta y de la confluencia del Aragvi y el Mtkvari, ya merece la pena, aunque no hubiera iglesia.

Cerca de allí, a unos 3 km, y en el corazón del casco antiguo de la ciudad, se encuentra la Catedral de Svetitsjoveli (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1994), un templo de colosales dimensiones, construido en el siglo XI. Cuenta la leyenda, que esta catedral está levantada sobre el lugar donde se cree que está enterrada la túnica de Cristo. Al parecer, un ciudadano de Mtskheta que se encontraba en Jerusalén durante la crucifixión, se la compró a un soldado romano en el monte Calvario. Al llegar a Georgia, se la entregó a su hermana, que se llamaba Sidonia, y al cogerla murió sumida en un profundo éxtasis. Ni siquiera pudieron arrancarle la prenda de las manos, así que la enterraron con ella. Cuando Iberia se convirtió al cristianismo, Nino aconsejó al rey Mirian III que construyera una iglesia en el lugar donde descansaban los restos de Sidonia. En el jardín había un cedro libanés que cortaron para crear con su madera los siete pilares que iban a soportar el peso del templo. La leyenda también cuenta que el último de ellos, el más grande, tenía propiedades mágicas y que flotaba en el aire. Tras toda una noche de plegarias, Nino consiguió que se asentara en el suelo. Se decía que esta columna sanaba a la gente y hacía todo tipo de milagros. Por ello la llamaron Sveti Tskhoveli: “el Pilar que da la vida”, que acabó convirtiéndose en el nombre de la catedral. En la segunda mitad del s. V la Iglesia de Georgia recibió la independencia (antes pertenecía al Patriarcado de Antioquía), convirtiéndose en la sede del Patriarcado. Ello implicaba que la iglesia de madera no era suficiente, por lo que se construyó una basílica de tres naves. Pero en el s. XI, por orden del Patriarca Melquisedek I, respetando los muros de la anterior, convirtió la basílica en un monumento cupular-cruciforme que se ha conservado hasta ahora (con pequeñas modificaciones). Su construcción duró 19 años. La apariencia de la catedral es singular, con su piedra amarilla arenosa y su cúpula de piedra verde erigida en el siglo XVII. El recinto está completamente amurallado y es imponente. El campanario forma parte de la misma muralla. En su interior destaca, en la nave derecha, una pequeña capilla, una iglesia dentro de la iglesia, y una especie de reproducción del Santo Sepulcro de Jerusalén, que data del siglo XIV. Las paredes están decoradas con frescos, verdadera joya de la pintura medieval georgiana, muchos de ellos restaurados después de que en 1830 la iglesia fuera “blanqueada” por los rusos. La imagen de Cristo en el ábside fue realizada por un artista ruso del siglo XIX. La pila bautismal es del siglo IV y se cree que fue usada para bautizar al rey Mirian III y su consorte la reina Nana. En la iglesia también se hallan las tumbas de algunos antiguos monarcas.

Continuamos el viaje hacia las montañas del Gran Cáucaso. Es uno de los grandes momentos de nuestro viaje. Tomaremos la carretera panorámica del Gran Cáucaso (conocida como carretera militar georgiana) una de las carreteras escénicas más espectaculares que hay en toda Europa. Esta fue la principal vía que conectaba Georgia con Rusia. Es una ruta cargada de romanticismo, con paisajes que encogen el alma y un trazado de vértigo en algunos puntos. Por aquí pasaron ejércitos invasores como el de Pompeyo o la Horda de Oro, escritores en busca de aventura y cientos de miles de comerciantes. La vía actual, sin embargo, se remonta al 1799, cuando Georgia es adherida a la Rusia zarista y Alejandro I manda pavimentar la antigua ruta. La vía continúa hasta llegar a Vladikavkaz, la capital de Osetia del Norte. Una parte de la identidad misma de Georgia radica en esta poderosa cordillera que nace en Abjasia, se extiende a lo largo de la frontera de Georgia con Rusia, y continua hacia Azerbaiyán.

Realizaremos una parada para visitar el Complejo arquitectónico de Ananuri, situado a orillas del lago de la reserva de Zhinvali. Durante años fue la residencia de los duques de Aragvi, quienes gobernaron la zona desde el s. XIII. Sin embargo, la mayor parte de las construcciones de Ananuri, pertenecen a los siglos XVII y XVIII. Su importancia era estratégica, ya que bloqueaba el paso hacia Tbilisi de una posible invasión desde el norte. La fortaleza lleva el nombre de una mujer llamada Ana, procedente de la vecina aldea de Nuri, quien durante el asedio de las hordas mongolas al castillo se negó a desvelar la ubicación del pasadizo secreto que permitía a los defensores introducir víveres, siendo finalmente ejecutada. El complejo tenía su propio abastecimiento de aguas y las torres servían tanto como viviendas como de estructura militar. El diseño arquitectónico es característico de finales del período medieval, e incluye una fortaleza, dos iglesias del siglo XVII, una antigua torre de vigilancia, una prisión y otros edificios cívicos. La iglesia de la Asunción es la mayor, y presenta unos muros exteriores cubiertos de preciosas tallas de piedra, y su puerta está ornamentada con inscripciones. En el interior destaca un fresco del Juicio Final en la pared sur.

Muy cerca se encuentra el pantano de Jinvali, el lago artificial más grande del este del Gran Cáucaso. Fue construido en 1986 en las aguas del Aragvi para la explotación de la hulla blanca, aunque ahora es una fuente fundamental de electricidad para el país. Sobre la presa, el lago de dos brazos crea un paisaje grandioso en el corazón de las pendientes empinadas de las cordilleras de Kartli y Gudamakari.

Almuerzo en restaurante local.

Continuamos nuestra ruta hacia el norte siguiendo el curso del río Tergi, atravesando imponentes valles y cañones hasta llegar a la pequeña localidad de STEPANTSMINDA (antes Kazbegi), de apenas 2.000 habitantes, a 15 km de la frontera rusa. Capital de la región, está ubicada a 1.700 metros de altitud, en un entorno natural increíble, dominado por la imponente cumbre nevada del monte Kazbek (5.034 m), un bello volcán dormido. Stepantsminda es el nombre georgiano de san Esteban, el primer mártir cristiano. Además, también homenajea a un monje ortodoxo georgiano llamado Esteban, quien construyó una ermita en este lugar. Más tarde se construiría la carretera militar georgiana que quedó bajo el control de un jefe feudal local, el clan Chopikashvili, que se encargaba de cobrar los peajes a los viajeros de la zona. Stepantsminda se convirtió en patriarcado feudal (jevisberi), dirigido por la figura de un hombre sabio que hacía las veces de juez, consejero espiritual y líder militar. El nombre fue cambiado oficialmente a Kazbegui bajo el dominio soviético en 1925. En 1991, aquí tuvo lugar una reunión entre los presidentes de Rusia, Georgia y Osetia del Norte (Boris Yeltsin, Zviad Gamsajurdia y Ajsarbek Galázov, respectivamente) sobre la resolución del conflicto entre Georgia y Osetia del Sur. En 2006, la ciudad volvió a su nombre original de Stepantsminda.

Aquí ascenderemos en vehículos 4×4 hasta el legendario Monasterio de Guergueti, también conocido como la Iglesia de Tsminda Sameba (Iglesia de la Santísima Trinidad), encaramado en lo alto de la colina, a 2170 m sobre el nivel del mar. Subiremos los 500 m de desnivel desde Stepantsminda hasta el templo, en un camino que transcurre a través de frondosos bosques y campos alpinos, y que en algunos puntos posee una pendiente bastante pronunciada. Su ubicación aislada en la cima de una montaña empinada rodeada por la inmensidad de la naturaleza la ha convertido en un lugar sagrado para los lugareños, y un auténtico símbolo para Georgia. Antes de erigirse el templo, en esta montaña se levantaba una cruz. La construcción de la iglesia y sus edificios anexos data del siglo XIV. En momentos de peligro las reliquias religiosas de Mtskheta, incluyendo la Cruz de San Nino, se trasladaban a la iglesia para mantenerlas a salvo. El complejo eclesiástico comprende una Iglesia en cruz con cúpula y campanario, así como una Casa del Consejo, agregada en el siglo XV en el muro sur de la iglesia principal. La iglesia está construida de piedra bien labrada. Posee planta rectangular con la típica cúpula cónica que descansa en dos columnas vacías situadas al oeste y los muros de los ábsides orientales.​ Su campanario se encuentra separado del edificio principal, como habremos visto también en las iglesias de Mtskheta, y todo rodeado por un muro, a modo de fortificación. Tanto la fachada como la misma cúpula y los muros del campanario, están decorados con ornamentos georgianos. La fotogénica imagen del verde cerro coronado por la iglesia, con el monte Kazbek, con sus glaciares y nieves perpetuas que lo coronan al fondo, nos conmoverá.

Seguimos ruta hasta Gudauri, que se encuentra aproximadamente a 35 km.

Alojamiento en Marco Polo Hotel Gudauri.

Día 10: GUDAURI – Gori – Uplistsije – KUTAISI

Desayuno buffet en el hotel.

A primera hora de la mañana nos desplazamos hasta GORI, capital de la región de Shida Kartli. La ciudad fue fundada por uno de los más grandes reyes de Georgia, David IV el Constructor (1089–1125), a principios del siglo XII, a pesar de que la fortaleza de Gori estuvo en uso ya desde el siglo VII. El lugar siempre fue una encrucijada militar estratégica (y aún hoy continúa siéndolo), por lo que con frecuencia fue atacado por invasores extranjeros, siendo ocupada sucesivamente por otomanos, persas y rusos. Durante los siglos XVII y XVIII se convirtió en una ciudad comercial cosmopolita y próspera. En 1818 se fundó la primera Universidad de Teología de Georgia. En 1920 fue destruida por un terremoto. En la época soviética se convirtió en un importante centro industrial. En la guerra de 2008 por el control de Osetia del Sur, cuya frontera está solo a 13 km, Rusia bombardeó Gori, y la ciudad pasó a estar bajo control ruso durante 10 días. Hoy es sobre todo conocida por ser el lugar de nacimiento de Josef Stalin, su georgiano más “ilustre”. Sin embargo, el “pequeño padre de los pueblos”, jamás hizo nada por esta ciudad georgiana. A pesar de ello, la gente de Gori se siente muy orgullosa de que uno de los hombres más poderosos de la historia sea originario del pueblo. En 2010 su estatua fue retirada por las autoridades de la plaza principal, que están llevando a cabo una campaña de desestalinización, para desconsuelo de sus habitantes. El mayor atractivo de la ciudad es el Museo de Stalin, creado en 1957 según los principios de la arquitectura estalinista. Exhibe una gran cantidad de documentos escritos y gráficos que narran la vida de Stalin, en lo que es un relato edulcorado del pasado del mandatario, aunque hay que decir que ahora por lo menos, la exposición hace referencia a la encarcelación de millones de presos políticos en los gulags o su pacto con Hitler en 1939; pero sigue sin hacer referencia a otros horrores, como la deportación en masa de pueblos enteros como los tártaros de Crimea. El museo muestra el recorrido de Stalin desde sus primeros años en la escuela, sus poemas en el periódico Iveria, su ascenso al poder, la II Guerra Mundial o la conferencia de Yalta, hasta su muerte en 1953; su oficina personal, que fue traída aquí desde Moscú, así como una copia en bronce de la sobrecogedora máscara mortuoria. También encontramos regalos de los países del bloque oriental, y otros enviados por los partidos comunistas francés e italiano. Muchos documentos, entre ellos sus siete penas de cárcel, y el texto del testamento político de Lenin, de 1922, en el que describe a Stalin como “demasiado brusco y ávido de poder”, y aconsejaba a los miembros del Partido Comunista que lo apartaran del puesto de secretario General y lo sustituyeran por alguien más tolerante y menos caprichoso. Frente al edificio principal del museo se encuentra la pequeña casa de madera y adobe donde los padres de Stalin alquilaron la habitación individual en la que vivieron durante los primeros cuatro años de su vida, así como el vagón en el que viajó a Yalta en 1945 (no le gustaba volar), al parecer a prueba de balas.

Almuerzo en restaurante local.

Aproximadamente a 15 kilómetros, una media hora de camino, se encuentra la ciudad rupestre de UPLISTSIJE (literalmente “fortaleza del Señor”), uno de los asentamientos urbanos más antiguos de Georgia y punto clave de la famosa Ruta de la Seda por su posición estratégica. Esta antigua ciudad troglodita tiene algo de sobrenatural. En Georgia existen tres ciudades excavadas en roca, siendo Uplistsije la más antigua. Estuvo habitada desde el II milenio a.C., y las excavaciones arqueológicas han revelado artefactos extraordinarios que datan de finales de la Edad del Bronce hasta finales de la Edad Media. Construida en una orilla rocosa del río Mtkvari, la ciudad posee una extensión de 9,5 hectáreas. Contaba con su propio teatro, casas de baños, bodegas, templos e incluso farmacia. Uplistsije se convirtió en uno de los principales focos políticos, religiosos y culturales de la Iberia precristiana, con templos dedicados a Nana, la diosa del Sol. Vivían de la producción del vino, de la pesca, de la caza y de la alfarería. Sus habitantes horadaron en la roca una calzada para que pudieran transitar los comerciantes de la Ruta de la Seda. Mercaderes de Irán, Cólquida y Europa viajaron a través de ella hace dos mil años. Cuando el cristianismo llegó a Georgia en el siglo IV d.C., la ciudad perdió importancia en favor de los nuevos centros de cultura cristiana, especialmente Mtskheta y Tbilisi. Sin embargo, la vida continuó en Uplistsikhe. Después de que los árabes ocuparan Tbilisi en el 645 d.C., Uplistsije se convirtió en la residencia de los reyes cristianos de Kartli y se empezaron a construir iglesias. En su apogeo la ciudad llegó a tener 20,000 habitantes. Su declive comenzó cuando el rey David Aghmashenebelí expulsó a los árabes y convirtió Tbilisi en su capital. Después los mongoles, Tamerlán y los terremotos asestaron la estocada final a Uplistsikhe que, sin embargo, permaneció habitada hasta principios del siglo XX.

La ciudad troglodita de Uplistsije se puede dividir en tres secciones: inferior, central y superior. La parte central es la más grande y contiene la mayoría de las estructuras excavadas en la roca, entre las que podemos encontrar, viviendas, templos, edificios funcionales, como una panadería, una prisión, bodegas, e incluso un anfiteatro, todos conectados por aceras y túneles. Se comunica con la sección inferior a través de un paso estrecho excavado en la roca y un túnel. Las callejuelas estrechas nos llevan desde la calle central a las diferentes estructuras, la mayoría de las cuales carecen de elementos decorativos; solo algunas más grandes contienen tallas de piedra y techos ornamentados tallados. En ocasiones, los frentes de las cuevas han sido tallados en formas parecidas a las casas con picos de tejado triangulares. La primera estructura que encontramos es la conocida como Teatro, una cueva con vistas al río, que probablemente fue un templo del siglo I o II a.C., donde se habrían representado obras de misterios religiosos. Mas abajo, se encuentran lugares paganos de sacrificio, como el Templo precristiano de Makvliani, con un hueco interno detrás de un pórtico arqueado Cerca se encuentra una gran sala llamada Tamaris Darbazi (salón de la Reina Tamar), detrás hay un asiento de piedra. El techo está cortado a modo de vigas de madera, y hay un agujero para dejar entrar el aire y la luz. Se trataba de un templo pagano, aunque la reina cristiana de Georgia Tamar lo pudo haber utilizado más tarde como palacio. A la izquierda, un área abierta con nichos de piedra, que se cree que alguna vez fue una farmacia (se encontraron hierbas medicinales y pergaminos). Sobre esta sala, una cueva con cuatro columnas, se supone que era el templo del Sol en la época pagana. En el nivel superior, cerca de la cima de la colina y en medio de las cuevas, se halla la Uplistsulis Eklesia (iglesia del Príncipe), del s. X. Esta basílica de piedra fue construida sobre lo que probablemente fue el templo pagano más importante de Uplistsije. También se puede ver el largo túnel que va hacia Mtkvari, una ruta de escape de emergencia que va a parar al río, y que también podría haber sido utilizada para transportar agua hasta la ciudad.

Ya por la tarde, nos dirigiremos hacia oeste del país. Serán dos horas y media, más o menos de autobús, hasta llegar a Kutaisi.

Alojamiento en Kutaisi Inn.

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