Viaje a VIETNAM y CAMBOYA III: Hue – Saigón – Túneles de Cu Chi – Delta del Mekong – Chau Doc | Los viajes de Vagamundos día a día

Día 8: HUE – SAIGÓN (avión)

Desayuno buffet en el hotel.

Hoy nos levantaremos temprano para visitar dos de las tumbas imperiales más importantes de Hue. Según la filosofía budista, la verdadera vida es la existencia en el más allá, de ahí la construcción de estos grandes mausoleos imperiales, aunque realmente las tumbas ocupan un pequeño espacio dentro de estas auténticas residencias campestres construidos en lugares escogidos de acuerdo con los habituales estudios de geomancia y se inscribían en un gran jardín paisajístico acondicionado por lagos y canales. Como los emperadores chinos, los “Hijos del Cielo” de Vietnam, mandaron construir suntuosos mausoleos, pero nunca se ha sabido dónde están depositados sus restos. Estos poderosos soberanos se hicieron enterrar con sus tesoros, por lo que debía permanecer secreto el emplazamiento exacto de su inhumación para evitar el saqueo de la tumba. Aunque cada mausoleo presenta su propia personalidad, todos tenían elementos comunes: la muralla, tras la que se extiende el gran patio de las Reverencias, en la que se alinean estatuas de mandarines civiles y militares y sus monturas (elefantes y caballos); el pabellón de la Estela de mármol, que narra la historia del rey; el templo, dedicado al soberano y a sus reinas y concubinas y en el que se exponen sus tablillas funerarias y el altar de culto. Finalmente, se acede a la tumba, rodeada a su vez por una pequeña muralla.

Visitaremos la Tumba Real Khai Dinh (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1993), duodécimo emperador de la dinastía Nguyen, reinó de 1916 a 1925. Fue la última tumba que se construyó, y fue supervisada completamente por él mismo. Su estilo es muy distinto al resto de tumbas, y se importaron materiales de Francia, China y Japón. Se construyó en varias terrazas sobre una colina empleándose mucho hormigón. Rodeada por una muralla de más de 1.500 m., consta de casi 50 edificios, en un bonito entorno. Además, como presumía de cultura europea, el mandatario mezcló al mismo tiempo el estilo tradicional vietnamita, el arte clásico y moderno y las influencias occidentales, convirtiéndola en una auténtica extravagancia arquitectónica, absolutamente kitsch, sin ninguna intención de armonizar con el entorno natural que la rodea. Accederemos al primer patio a través de una solemne escalinata. El patio de las Reverencias, con los mandarines con sus trajes de piedra exquisitamente bordados. En la última terraza, a 127 escalones de la base nos encontraremos con el palacio que alberga la tumba del rey. Su decoración es una muestra deslumbrante de kitsch multicolor, con cuatro paneles que representas las estaciones: el albaricoquero simboliza la primavera; el loto el verano; el crisantemo el otoño; y el bambú el invierno. La sala de la tumba es absolutamente delirante: vidrios, cascos de cerámica, y mosaicos de colores, conforman complejos bajorrelieves que realizaron los artesanos vietnamitas del s. XX.

Finalmente llegaremos a la Tumba de Tu Duc (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1993), considerada la más elegante de Vietnam, y que, al igual que la anterior, fue diseñada por el propio monarca. El reinado de Tu Duc fue el más largo (de 1848 a 1883), bastante accidentado (hizo frente a la colonización francesa) y sangriento (llegó a matar a su propio hermano). Era un apasionado de la poesía y concibió el mausoleo como una verdadera zona de recreo para su vida eterna. Rodeado de una muralla de más 1.500 m, el complejo funerario se encuentra en un entorno muy agradable y se compone de unos cincuenta edificios distribuidos en casi 12 Ha. Lo primero que veremos al entrar en el parque es el Lago Luu Khiem, cubierto de nenúfares, al que se acercaba el rey para leer o componer poemas, y en el que se encuentra el pabellón Xung Khiem, construido en forma de palafito al borde del lago. Llegaremos al patio de armas con las dos hileras de mandarines y animales. Nos sorprenderá la pequeña altura de las estatuas. Al parecer el rey no era muy alto (1.45 m), por lo que no permitió que las estatuas acentuasen su defecto. Finalmente, accederemos al gran arco de terracota barnizada y a las puertas de bronce que protegen la tumba, el tradicional biombo para que los malos espíritus se estrellen en él. En el centro está representado el símbolo de la felicidad. La tumba es de gran sobriedad en comparación con el resto.

Salida hacia el aeropuerto para tomar el vuelo VN1373 (13.15-14.45 hrs.) con destino a Saigón. Situada en la desembocadura del río del mismo nombre, al norte del delta del Mekong, es la ciudad más grande del país y su capital financiera. Antes de convertirse en una ciudad, fue un pequeño puerto camboyano llamado Prey Nokor, al que llegaban juntos y sampanes del reino jemer, hasta que en 1674 fue ocupada por los vietnamitas, pasándose a llamar Saigón (“bosque de ceibas”). En febrero de 1859 Saigón cae en poder de los franceses, convirtiéndose en la capital de la Conchinchina. Por entonces la ciudad contaba con 10.000 habitantes, entre ellos 577 europeos. Se emprendieron grandes obras: se desecaron las marismas, se niveló el terreno, se excavaron nuevos canales y se modificó el curso de los existentes. La ciudad se construyó de acuerdo a un estricto plan urbanístico, levantándose impresionantes monumentos y gran cantidad de casas coloniales. Todo ello hizo que se la conociera como “París de Oriente”. En la década de 1920 la colonia francesa organizaba bailes, exposiciones, regatas, carreras ciclistas y otras muchas actividades de ocio. Los ricos plantadores de caucho se reunían en los salones del selecto Círculo Deportivo de Saigón hasta altas horas de la madrugada. La diversión era el “modus vivendi” de toda aquella gente. De ahí, que la fundación de la primera cédula del partido comunista vietnamita, en un oscuro patio, pasara desapercibida. Fue el comienzo de la rebelión contra el colonialismo francés, que desembocaría en la guerra de Indochina con la derrota de Dien Bien Phu, y la consiguiente división de Vietnam en dos países. En 1954 fue proclamada capital de Vietnam del Sur. Los estadounidenses desembarcaron en 1962, y Saigón se convirtió en el motor del aparato militar norteamericano, así como en la capital de la corrupción y el exceso: proliferaron los bares de prostitutas (habían censadas oficialmente 56.000). Los míticos hoteles Rex y Caravelle, eran utilizados como residencia de los oficiales americanos y el Hotel Continental por los corresponsales de guerra. Al finalizar la guerra con Estados Unidos en abril de 1975, el norte tomó la ciudad, bautizándola como Ho Chi Minh. A partir de ahí, el cambio fue inmediato: el control político, administrativo y policial fue total. Se cerraron prostíbulos y discotecas y se requisaron comercios, casas y edificios privados. Muchos vietnamitas huyeron por los canales del río Saigón o por el delta del Mekong. A partir de 1987, las medidas liberalizadoras aportaron un soplo de aire fresco a su frágil economía. Actualmente, gracias al crecimiento económico, Saigón ha entrado en un período de modernización en el que evoluciona y se reinventa constantemente, convirtiéndose en el centro de la industria, el ocio y la gastronomía de Vietnam. A pesar del ritmo de vida tan frenético, de sus ocho millones de habitantes y más de cuatro millones de motocicletas, esta caótica ciudad aún conserva sus vínculos con el pasado y, sus secretos, ejercen una gran fascinación sobre todo para los europeos.

Realizaremos la visita a pie de la ciudad comenzando por la calle Dong Khoi (antigua rue Catinat) rectilínea y rodeada de árboles, está flanqueada por algunos modernos rascacielos construidos a finales de la década de 1990; en la época colonial, era una elegante arteria con bares de lujo y bonitas tiendas, que pasó a llenarse en la época “americana” de bares de alterne, y por la que circulaban rumores y cotilleos (ciertos o falsos) que la convertían en la fuente de información oficiosa más eficaz de toda la ciudad. Llegaremos a la Ópera, creada en 1899, como sala de conciertos, de estilo colonial francés, tiene como modelo el Petit Palais de Paris. Una elegante escalera asciende hasta la entrada, flanqueada por dos grandes columnas que representan diosas grecorromanas. Recientemente ha sido remodelada. El Ayuntamiento, Hotel de Ville en la época francesa, construido en 1908 a semejanza del parisino. Se ha convertido en la sede del Comité Popular. Es uno de los edificios más bellos de la ciudad, a pesar del estilo recargado de su larga fachada, con una torre de color amarillo pastel y decorada con bajorrelieves y columnas corintias. Continuaremos nuestro paseo hasta llegar a la Catedral de Nôtre Dame, enorme iglesia de estilo neorromántico (que no tiene nada que ver con la parisina), construida en 1880 con granito (aunque pueda parecer ladrillo), sobre los que se adosaron azulejos rojos procedentes de Marsella, y con dos torres gemelas a los costados de 40 m, que la convirtieron en el edificio más alto de la ciudad. A continuación, llegaremos a la Oficina de Correos, una de las perlas de la arquitectura colonial francesa. Diseñada por el emblemático arquitecto Gustav Eiffel, antes de que se hiciese mundialmente famoso por la edificación de la torre de París; se dice que se inspiró en una estación de tren para su diseño. La fachada exterior con un tono coral blanquecino con ribetes en color crema, tiene grabados los nombres y rostros de los personajes e inventores más representativos de la época. Entre estos nombres se encuentra el presidente de los Estados Unidos, Benjamin Franklin, el inventor italiano Alessandro Volta, el físico británico Michael Faraday, etc. Llama la atención el gigantesco reloj situado sobre los soportales de la entrada. Fue construida entre 1886 y 1891. Posteriormente, visitaremos mercado de Ben Thanh, que se ubica en el interior de un edificio construido en 1914 por los franceses, que lo bautizaron con el nombre de “Les Halles Centrales”. Construido en granito, está coronado por una amplia cúpula de 28 m de diámetro y la entrada principal, con su torre de reloj, domina toda la zona. En su interior se alojan cientos de tiendas que venden, desde alimentos hasta cuero, ropa, animales y todo lo imaginable. El ambiente es muy animado. Por la noche, en su exterior se abre el mercado nocturno, donde podremos comprar nuestros regalos con toda tranquilidad.

Cena en restaurante. Alojamiento en el hotel Pullman Saigon.

Día 9: SAIGÓN – Túnes de Cu Chi – SAIGÓN

Desayuno buffeten el hotel.

Por la mañana salimos para visitar los túneles de Cu Chi, que se encuentran a 45 km de Saigón. Se trata de una inmensa red de galerías y estrechos túneles subterráneos excavados a mano por los vietcong a partir de 1948 para refugiarse y defenderse primero de los soldados franceses, pero más adelante, en la guerra con los americanos, también sirvieron como lugar de comunicación, depósito de artillería y comida, como hospital y como cuartel. En resumen, hicieron las veces de casa de los soldados vietnamitas durante la Guerra de Vietnam. Constituye uno de los grandes testimonios históricos de la guerra. La visita nos dará una muestra de la tenacidad y el ingenio de los guerrilleros vietnamitas, que supieron luchar con unos medios precarios contra el ejército más poderoso del mundo y para conocer las terribles condiciones que tuvieron que soportar los civiles y los soldados vietcong, como el hacinamiento, el calor asfixiante, las penosas condiciones higiénicas, falta de oxígeno, penumbra permanente, o hedores. Los túneles se desplegaban en varios niveles que conectaban las distintas salas (dormitorios, letrinas, cocinas, salas de reuniones, hospitales de campaña. Algunos de ellos contaban con minúsculas trampillas que daban al exterior, pero otros accesos quedaban disimulados bajo el agua. Esta fue la zona más devastada por las bombas y el napalm. Se la conoce como el “triángulo de hierro”, tanto por los intensos bombardeos como por la tenaz determinación de los combatientes contra los estadounidenses. Durante el recorrido por la zona podremos ver distintas trampas usadas por los vietcongs, algún tanque norteamericano destruido o los cráteres formados por las bombas lanzadas por los bombarderos B-52 yanquis. También tendremos la oportunidad (no aconsejable para los que sufran de claustrofobia) de introducirnos en uno de los túneles para recorrer, agazapado, un trecho. Volvemos a Saigón.

Almuerzo en restaurante.

Continuamos nuestro periplo por esta fascinante ciudad, visitando el Palacio Presidencial, que fuera residencia del gobernador francés en el siglo XIX, y posteriormente cuartel del Gobierno de Saigón durante la guerra de Vietnam. Nos dará la oportunidad de conocer con más detalle el turbulento pasado reciente de este país. Este edificio modernista, entró en la historia, cuando el 30 de abril de 1975 un carro de asalto del ejército norvietnamita derribó las rejas de hierro forjado del parque, en una imagen que dio la vuelta al mundo y que marcó el final de la guerra y la unificación de Vietnam. Su interior se conserva casi intacto: con sus altos y anchos pasillos, todo parece haber sido congelado en 1975, con el mobiliario de la época, madera laminada, elegantes materiales del momento, lo convierten en un auténtico museo del diseño. Recorreremos la sala de reuniones del gabinete, así como los lujosos salones de recepción de la planta baja y las diversas salas y dependencias privadas del segundo piso. En el sótano hay un búnker, un centro de operaciones militares con transmisores de radio y mapas.

A continuación, llegaremos al Museo de Recuerdos de la Guerra (antes llamado de los Crímenes de Guerra), que fuera el edificio que albergó el Servicio de Información Estadounidense, y que nos mostrará las atrocidades cometidas por los soldados americanos, chinos y franceses. En el jardín que rodea al museo, podremos ver una colección al aire libre de los mortíferos artilugios utilizados durante la guerra como un helicóptero Bell UH-1 Huey (inmortalizado en la película Apocalypse Now de Francis Ford Coppola), un tanque M48, aviones de combate (incluido el F4 Phantom), piezas de artillería o un lanzallamas. Ya en el interior, la primera planta está dedicada a las imágenes más horribles de la guerra: el Agente Naranja, que provocó malformaciones en tantos niños, fotos de heridos, testimonios de las destrucciones, masacres, cuerpos mutilados, etc. Entre los objetos, se incluyen recipientes con fetos deformados por los agentes químicos utilizados durante la guerra con los americanos. El segundo piso está dedicado a la exposición “Réquiem”, que rinde homenaje a los fotógrafos que cubrieron el conflicto y muchos de los cuales murieron aquí, como Robert Capa, Gilles Caron o Sean Flynn (el hijo de Errol Flynn). Estas fotografías cuentan con un lugar importante en el museo en cuanto que el trabajo de los fotoperiodistas y de los reporteros contribuyó en gran medida a que la guerra se volviese impopular a los ojos de Estados Unidos y del resto del mundo.

Finalmente, visitaremos la pequeña pero bonita Pagoda del Emperador de Jade, la más original de la ciudad. Construida por la comunidad cantonesa en 1909, posee una sencilla   fachada en la que destaca el tejado en varias alturas con tejas de cerámica verde y sus grandes puertas de madera, ricamente talladas con imágenes de dioses y hombres. El templo honra al rey de todos los cielos Ngoc Huang, deidad suprema taoísta, que se encuentra flanqueado por sus guardianes, los “Cuatro Grandes Diamantes”, que se encargan de su protección. Están rodeados por una pléyade de estatuas policromadas que representan distintos dioses héroes, como los generales que apoyan el pie sobre un dragón y un tigre abatidos. El “salón de las mujeres” está ocupado por dos hileras de seis figuras femeninas en cerámica, cada una de las cuales aparecen asociadas a un vicio o a una virtud. El edificio fue construido por la comunidad cantonesa en 1909.

Alojamiento en el hotel Pullman Saigon.

Día 10: SAIGÓN – Delta del Mekong – CHAU DOC

Desayuno buffeten el hotel.

Hoy tenemos el día largo del circuito. Por ello saldremos a a primera hora de la mañana en dirección a la provincia de Ben Tre, una de las mayores del delta del río Mekong. Se encuentra a dos horas de Saigón y está flanqueada por exuberantes campos de cultivo de arroz y frutales, que podremos ver desde la carretera. Llegaremos a My Tho, capital de la provincia de Tien Giang, situada en la orilla septentrional de una de los nueve brazos del Mekong, es el primer puerto fluvial del delta, por donde transitan los cargueros que van camino de Camboya. El nombre de la ciudad, que significa “bella joven perfumada”, hace referencia a la legendaria belleza de sus mujeres.

Visitaremos su lugar más destacado, como es la pagoda Vinh Trang. Situada en mitad de una plantación de cocoteros y consagrada al budismo del Gran Vehículo, fue construida en 1849. Es la más grande del sur de Vietnam, y presenta una curiosa acumulación de elementos arquitectónicos de las tradiciones orientales y occidentales, con objetos de cerámica y bajorrelieves chinos que se mezclan con lotos vietnamitas y colores ocres de inspiración jemer. Su fachada tiene un cierto aire de palacio, decorada con mosaicos realizados con vasijas de barro rotas; se encuentra rodeada por estanques y tumbas de piedra, y dentro de un árbol baniano se puede ver una imagen budista de la diosa Quan Am.

A continuación, visitamos el pequeño templo Cao Dai de Ben Luc. Esta religión, creada en el año 1926, cuando un oscuro funcionario vietnamita del gobierno colonial francés recibió un mensaje de un espíritu superior o Cao Dai (que significa Ser Supremo), que le manifestó que en un principio todas las religiones actuales fueron solo una, y que le encargaba la misión de reconstruir la religión original, tomando lo mejor de cada doctrina. Por ello, intentó integrar elementos de las religiones más importantes del mundo: cristianismo, islamismo, hinduismo, budismo, taoísmo y confucianismo. Entre sus profetas se encuentran personajes históricos como Jesús, Victor Hugo, Sun Yat Sen (líder de la revolución china de 1911), Shakespeare, Juana de Arco, etc. El símbolo que representa a esta religión es “el ojo sagrado que todo lo ve” un ojo dentro de un triángulo (cristiano) rodeado de flores de loto, que es un símbolo típico vietnamita. Actualmente tiene alrededor de 6 millones de fieles y es la tercera religión de Vietnam. Sus templos, con un estilo mezcla kitsch y barroco reflejan perfectamente el sincretismo que rige esta doctrina. Algo inusual y sorprendente.

Comenzaremos nuestra ruta por el delta del río Mekong, que supone casi un viaje por el tiempo. Este río es uno de los más caudalosos del mundo, nace en el Tíbet, y a lo largo de más de 4.500 km (el décimo más largo del mundo, y el tercero de Asia) pasa por China, Birmania, Tailandia, Laos y Camboya, antes de formar el delta en Vietnam con sus nueve afluentes, las nueve cabezas del dragón. El delta es un entramado de 60.000 km2 con pueblos, afluentes y canales, conformando un mundo muy especial. Aquí se obtiene el 45% de la producción agrícola de todo el país que comprende, aparte del arroz, sorgo, caña de azúcar, coco, frutas, maíz, cacahuetes y soja. Se trata del suelo más fértil de Vietnam, un gran campo formado por los aluviones y sedimentos depositados por el río. Es un mundo terrestre y acuático, atravesado por una infinidad de canales y cauces verdes, por arrozales y huertos de frutales y por islas y pueblos que viven siguiendo el movimiento del río del mar. Como curiosidad, el nivel del río empieza a subir con el inicio de la estación de lluvias, pero cuando se desborda, en el mes de septiembre, durante la crecida, inunda las riberas e invade los huertos y los arrozales. Entonces se produce un raro fenómeno: la corriente del rio cambia de dirección y el curso habitual se invierte. Con ello, el exceso de agua no se vierte en el mar, sino que refluye río arriba en sentido contrario al de la corriente.

Llegaremos al muelle e iniciaremos una pequeña excursión en sampán por los canales, donde podremos contemplar la sugestiva imagen de las casitas sobre pivotes o las granjas de peces. Pasaremos por las bellas islas del Dragón, que se encuentra justo enfrente; la isla del Unicornio, un gran jardín tropical de 11 km2 de superficie (aunque en los últimos años ha perdido 1 km2 por la erosión del río). Sus casas están construidas con palmeras acuáticas, las boyas de pesca están fabricadas con las raíces de los manglares. La isla de la Tortuga, la más pequeña de todas, llena de huertos y cocoteros a cuya madera y fibra se le da todo tipo de usos (casas, artesanía, etc.). La isla del Fénix, la menos verde de todas. Durante el trayecto tendremos la oportunidad de degustar algunas de las exóticas frutas recién recolectadas y probaremos la leche de coco mientras disfrutamos de un paraje natural en un entorno privilegiado.

Almuerzo en restaurante.

Posteriormente, nos volveremos a embarcar para ver el ambientado mercado Than Thach, y un pequeño negocio familiar donde se hacen dulces de coco. Seguidamente, subiremos en un sampán a remo, y recorreremos el laberíntico tramo de canales contemplando los adormecidos pequeños pueblos del entorno. Continuamos viaje a Chau Doc, donde llegaremos sobre las 20.00 horas.

Alojamiento en el hotel Victoria Chau Doc.

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