Viaje a México VIII. Días 13, 14, 15 y 16: Uxmal, Mérida, Izamal, Cenote Tsukán y Chichen Itzá | Los viajes de Vagamundos día a día

última entrega de este maravilloso viaje a México, donde tendremos la oportunidad de visitar, el día 13, del yacimiento maya de Uxmal, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y la ciudad de Mérida. Al día siguiente, nuestro ultimo día de visitas, llegamos al pueblo mágico de Izamal, para visiar la pirámide de Kinich Kak Moo y el Convento de San Antonio de Padua. Posteriormente nos podremos bañar en el Cenote Tsukán, recientemente abierto, para finalizar con otro de los yacimientos arqueológicos más importantes del mundo, también Patrimonio de la Humanidad, como es el de Chichen Itzá, con la espectacular pirámide de Kukulkán.

Día 13: CAMPECHE – Uxmal – MéRIDA

Desayuno americano en el hotel.

Salimos de Campeche, con destino a Mérida. Pero antes, parada en Uxmal que fuera un importante fue un centro político durante el período del clásico tardío, entre los siglos VII y X d.C. Su papel es comparable al que desempeñó Chichen Itzá entre los siglos X y XII. El yacimiento fue ocupado antes de nuestra era, pero no fue hasta el año 600 cuando fue fundada, convirtiéndose de inmediato en un importante centro de comercio.

A partir del año 1000 recibió una oleada de inmigrantes procedentes del centro de México, portadores de la cultura tolteca, que introdujeron nuevas concepciones políticas y religiosas, principalmente el culto al dios serpiente Kukulcán (equivalente del Quetzalcóatl del centro de México).

Sus antiguos habitantes suplieron la falta de cenotes mediante presas y cisternas para recoger el agua de la lluvia. La escasez de agua en la región otorgaba una importancia suprema a Chac, el dios de la lluvia. Es por ello que su imagen aparece por todas pares en las ruinas en forma de máscara de estuco.

La ciudad, como las otras ciudades mayas, comenzó a declinar por razones desconocidas hacia el año 1200, y sus habitantes emigraron a otros centros. Uxmal quedó reducido a la categoría de centro ceremonial cada vez menos frecuentado y poco a poco lo invadió la vegetación.

Visita del yacimiento arqueológico de Uxmal (DECLARADO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO EN 1996), que se encuentra plagado de simbolismo. Sus abundantes elementos visuales que se derraman en las fachadas de sus monumentales pirámides, templos y palacios, son un ejemplo singular del fabuloso esplendor artístico que inmortalizará en la piedra esta notable civilización, sin herramientas metálicas, ni bestias de carga y desconociendo el uso práctico de la rueda.

El silencio y la soledad que envuelven estas ruinas contrastan con la animación que debió de tener la metrópoli durante su época de esplendor, entre los siglos VII y X d.C., cuando un grupo selecto de sacerdotes y jefes, especialistas en astronomía, ingeniería y arquitectura, controlaron política y económicamente, a todos los habitantes de la zona.

A diferencia de la mayoría de las demás ciudades prehispánicas, la disposición de las estructuras de Uxmal no parece seguir un orden geométrico. Su espacio se organiza basado en dos principios: los edificios están orientados en relación con fenómenos astronómicos, como el ascenso y el descenso de Venus, y están adaptados a la topografía del lugar, compuesta por una serie de colinas.

El complejo principal es pequeño, apenas abarca 1 km2, y destaca por sus monumentos y la belleza de su arquitectura característica del estilo Puuc de la zona (un conjunto de yacimientos en torno a los cerros de Puuc, que tienen unas características propias), con frisos finamente esculpidos en la parte superior de los edificios, y las esquinas revestidas de máscaras de expresión feroz y nariz ganchuda que representan a Chac, el dios de la lluvia, así como los relieves geométricos en la parte alta de las fachadas.

Destacamos el Cuadrángulo de las Monjas, llamado así porque a los españoles sus 74 estancias les recordaron las celdas de un convento, aunque no se sabe exactamente cuál era su función. Compuesto por cuatro edificios alargados con las fachadas labradas en relieve alrededor del un patio cuadrangular.

La Casa de las Tortugas, debe su nombre a las tortugas que tiene grabadas en la cornisa. Según un mito maya, cuando las personas sufrían una sequía las tortugas también sufrían y juntos rogaban a Chac que hiciera llover.

El Palacio del Gobernador, considerado una obra maestra de la arquitectura maya, fue construido en el siglo X, y consta de tres plataformas con una escalinata. La fachada principal de 100 m, posee un friso que es uno de los ejemplos más bonitos y complejos del arte geométrico maya, elaborado con mosaico de piedra.

La Pirámide del Adivino, imponente y poco común estructura de planta ovalada de casi 39 m de altura, es el edificio más característico de Uxmal. Su construcción fue iniciada en el siglo VI y se necesitaron más de 400 años para completar la estructura actual, compuesta por la superposición de cinco templos, que fueron superponiéndose cada uno sobre el anterior. Fue construido con piedras redondas unidas con cemento.

También veremos la Gran Pirámide, de 32 m de altura, posee una escalinata en la fachada norte, la única restaurada, que lleva a la cima, donde hay un pequeño templo, en cuya parte superior se puede admirar un hermoso friso decorado con pájaros y máscaras de Chac. Es el único edificio que no pertenece al arte puuc.

Almuerzo en The Lodge at Uxmal Restaurant.

Continuación hacia MéRIDA, capital del estado de Yucatán. Fundada en 1542 por Francisco de Montejo el Joven en el emplazamiento de una antigua ciudad maya, cuyos imponentes monumentos evocaron a los conquistadores las ruinas romanas de Mérida. Es conocida como la “ciudad blanca” por el predominio de este color en sus construcciones. Los conquistadores la llamaron Mérida porque los edificios que se encontraron a su llegada les recordaron las ruinas romanas de la ciudad extremeña. La ciudad alcanzó una gran importancia comercial desde su creación. Se construyeron hermosos edificios coloniales y se desarrolló el cultivo del agave. Desde 1847 la región fue escenario de una guerra civil, la Guerra de las Castas, una revuelta de las tribus mayas armadas por británicos de Belice, que fue aplastada en 1901.

Realizaremos la VISITA DE LA CIUDAD, que aún conserva sus calles estrechas y sus edificios coloniales. Una peculiaridad de Mérida, es que las calles no tienen nombre, sino número. Todas las de dirección norte-sur son pares y en dirección este-oeste son impares.

Durante nuestro paseo tendremos oportunidad de visitar el Zócalo (Plaza de la Independencia), una de las plazas más bonitas de México, y centro neurálgico de la ciudad. Con una constante animación, se encuentra rodeada de importantes edificios porticados como el Palacio de Montejo, uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil plateresca española de la ciudad, que fue construido en el siglo XVI para ser la residencia del Adelantado Francisco de Montejo y su familia. En su fachada aparecen imágenes de conquistadores triunfantes, alabardas en ristre, cortando cabezas de los bárbaros. Al otro lado de la plaza, se ven los bustos del Adelantado con su esposa y su hija. La Catedral de San Ildefonso, construida entre 1561 y 1598, se alza en el lugar de un antiguo templo maya, y algunas piedras de aquel templo se usaron en su construcción. Su interior es bastante insulso, ya que su rica ornamentación fue saqueada por los campesinos, enfurecidos durante la Revolución mexicana en 1910. Pero hay un par de obras que merecen nuestra atención: tras el altar se encuentra un enorme crucifijo, el Cristo de La Unidad, símbolo de la reconciliación entre los descendientes de los mayas y los españoles; y quizás la más importantes, situada la capilla de la izquierda, una estatua llamada Cristo de las Ampollas. Cuenta la leyenda que la estatua se talló de un árbol que, alcanzado por un rayo, ardió toda la noche sin quemarse. Tiempo después, cuando la estatua estaba en la iglesia de Ichmul, la figura sobrevivió al incendio del propio templo. En 1645 se trasladó a la catedral.. El Palacio del Gobierno, construido en 1892, alberga las oficinas del gobierno ejecutivo del estado de Yucatán. En su interior se pueden ver los murales del artista Fernando Castro Pacheco, que fueron completados en 1978 (después de 25 años), y retratan una historia simbólica de los mayas y de su interacción con los españoles. El Palacio Municipal, de color rosa, es uno de los edificios más llamativos del centro histórico. Construido en el 1542, ha sufrido varias reformas. Posee un pórtico en dos niveles coronado por una torre con reloj (añadida en 1928)

Alojamiento en NH COLLECTION MéRIDA PASEO MONTEJO.

Día 14: MéRIDA – Izamal – Cenote Tsukán – Chichen Itzá – CANCúN

Desayuno americano en el hotel.

Salida en dirección al Pueblo Mágico de Izamal (en idioma maya “rocío del cielo), también llamado de “la Ciudad de las Tres Culturas” por contar con importante herencia cultural prehispánica (antaño llegó a tener una docena de pirámides), de la colonial y del México contemporáneo.

Realizaremos una breve parada para pasear por esta ciudad que posee una fascinante combinación de vestigios mayas y edificios virreinales, que se encuentran integrados, en sus dos plazas porticadas. Sus fachadas, al igual que en las casas coloniales de las calles aledañas, están pintadas de un vivo color ocre, motivo por el que también se conoce como “la Ciudad Amarilla”.

Destacamos de la visita la pirámide de Kinich Kak Moo con una plataforma de 200 x 170 m en su base y una altura de 36 m, dedicada al Sol, aunque se encuentra muy deteriorada.

El Convento de San Antonio de Padua, construido por los franciscanos en el siglo XVI, sobre el basamento de la pirámide Popul-Chac, destruida en la época colonial, fue uno de los conventos de mayor importancia en la península de Yucatán.

Su gran silueta, que el enlucido color azafrán hace aún más llamativo, domina la plaza central de la ciudad, creando un conjunto muy llamativo; el atrio, un enorme patio con 75 arcadas nos da acceso a la principal iglesia del monasterio, el Santuario de la Virgen de Izamal. Su interior, cubierto por nervaduras góticas, custodia la imagen de la Virgen de Izamal, patrona de Yucatán.

Hermosos, pero llenos de misterio y magia a la vez, los cenotes son profundos pozos de agua dulce creados por la erosión de la piedra caliza, que ha ido filtrando el agua de la lluvia creando lagunas subterráneas.

Los mayas bautizaron estos pozos con el nombre de Dz´onot, que significa “caverna con agua” y de ahí derivó a su nombre actual. Para la cultura maya, los cenotes han sido símbolo tanto de vida como de muerte.

Al ser la Península de Yucatán de un suelo de piedra caliza muy porosa, la existencia de lagos o lagunas ha sido casi imposible, por lo que la fuente de agua han sido casi exclusivamente los cenotes. Por ello, las ciudades mayas se ubicaron siempre en sus proximidades, y el control de los mismos era fundamental para afianzar el poder de los gobernantes.

Los mayas creían que los dioses de la lluvia habitaban en ellos, por lo que se han encontrado elementos rituales y ofrendas en muchas cavernas inundadas de la zona; incluso, en algunas de ellas se han encontrado restos de huesos de niños procedentes de sacrificios humanos. También representaba la puerta de entrada al mundo de los muertos: el Xibalbá. Aún en estos días, se les dedican rituales y ofrendas, aprendidas de sus antecesores mayas, para el cuidado de las cosechas.

Resguardados por la selva, nadar en un cenote es una aventura que no podemos perdernos. A través de unas veredas de exótica vegetación, y después de bajar un buen número de escalones, llegaremos al inframundo, en este caso representado por el místico Cenote Tsukán, para sumergirnos en la frescura de sus aguas turquesa.

Tzukán, es un ser mitológico con forma de serpiente y una gran cabeza, encargado de cuidar y proteger cada cenote y grutas de Yucatán. Rodeado de estalactitas y estalagmitas, el sol penetra hasta las profundidades (que se calcula que puede llegar a 50 metros), y se refleja en el agua cristalina y en el techo rocoso, creando un espectáculo de luces y sombras que podremos admirar boca arriba sobre las aguas. Veremos pequeños peces ocupados viviendo en su propio paraíso, y quizás también el famoso Pájaro Toh volando dentro de la cueva.

Almuerzo en Restaurante Puerta Chichen.

Continuación hasta Chichén Itzá (DECLARADO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO EN 1988), el complejo precolombino más grande de Yucatán, y uno de los centros ceremoniales más espectaculares de toda la antigüedad. Su arquitectura es bastante innovadora respecto de las ciudades mayas clásicas, con grandes columnas y pilastras, construidas con enormes bloques de piedra tallados y superpuestos.

Su historia posee muchos interrogantes. Al parecer la ciudad fue fundada en el siglo V d.C., por mayas puros. Tuvo un primer periodo de esplendor entre los siglos VII y IX.

En el siglo X, entró en declive y fue parcialmente abandonada. A partir del año 1000 llegaron las tribus del norte de origen tolteca, al parecer, capitaneados por su gobernante Kukulcán (traducción maya de la palabra Quetzalcóatl). Estos toltecas se fusionaron con los nativos, imponiéndose una teocracia militarista.

Se produce una fusión artística entre la refinada civilización maya y las influencias aportadas por los invasores toltecas, que introdujeron elementos simbólicos y elaborados por las culturas del altiplano mexicano. Se propagó el culto a la serpiente emplumada y el Cenote Sagrado comenzó a recibir sacrificios humanos.

Además, los beligerantes toltecas convirtieron el sacrificio humano en casi una obsesión, como demuestran en Chichén numerosos grabados de tan sangriento ritual. Cuando el líder maya trasladó la capital política a Mayapán, situado a 150 km, manteniendo Chichén como capital religiosa, empezó el declive de Chichén Itzá, definitivo esta vez. La ciudad quedó abandonada en el siglo XIV, aunque siguió siendo un centro de peregrinación maya importante. De todo el yacimiento, destacamos:

La Pirámide de Kukulcán, también llamada El Castillo ((llamado así por los españoles por sus imponentes estructuras), es en realidad un gigantesco calendario maya hecho de piedra.

La estructura posee 25 m de altura, en 9 niveles, y 55 m de lado y constituye el mejor ejemplo de la fusión entre las culturas maya y tolteca.

En todos los equinoccios ocurre un fenómeno inquietante en la fachada principal. Al caer los rayos del sol, se proyecta una sombra ondulante que evoca una serpiente deslizándose hacia el piso.

Otro misterio: Cada una de las 4 escaleras tiene 91 escalones; sumando la plataforma superior se obtiene un total de 365 días, los días que tiene un año. Cada uno de los nueve niveles de la pirámide está dividido en dos por una escalera, formando 18 terrazas separadas que conmemoran los 18 meses de 20 días del calendario haab (año maya). En cada cara de la pirámide hay 52 paneles lisos que equivalen al ciclo de 52 años del calendario maya. En la parte superior se halla un templo de planta rectangular, al cual se accede por cualquiera de los lados de la pirámide

El Juego de la Pelota, con unas dimensiones de 168 m x 70 m, es la mayor cancha construida en Mesoamérica para este ritual tan difundido.

Además en la ciudad había siete más, lo que da idea de la popularidad de este juego. Con su característica forma de T, está flanqueado por dos paredes verticales, en las que encontramos escenas de sacrificios vinculadas al ritual del juego, con decapitaciones de jugadores. El lugar posee una acústica extraordinaria: a 135 m de distancia se puede escuchar una conversación.

El Templo de los Jaguares, de forma cuadrada, con pórtico de gruesas columnas serpentiformes, y tablillas con jaguares grabados. En el interior hay fragmentos de un mural que representa una batalla. El Tzopantli, una plataforma donde se clavaban las cabezas de los enemigos. Presenta relieves de calaveras y de águilas que devoran corazones.

El Cenote de los Sacrificios, impresionante pozo de de casi 60 m de diámetro y 35 m de profundidad, en el que se efectuaron los sanguinarios rituales consistentes en arrojar hombres, mujeres y niños, vestidos y enjoyados, a la boca del inframundo. Si después de varias horas alguna víctima sobrevivía, se la sacaba del pozo para que comunicara a los sacerdotes el mensaje de los dioses.

La Plaza de las Mil Columnas, conjunto que comprende tres templos, el más importante de los cuales es el Templo de los Guerreros, impresionante templo construido en el año 1200 d.C., rodeado de un gran grupo de columnas y bajorrelieves con representaciones de guerreros.

Es uno de los edificios más hermosos y mejor conservados del sitio. Está formado por cuatro cuerpos de 40 metros de ancho cada uno En la última plataforma está situado el templo superior, que a su vez se encuentra dividido en dos salas.

El Observatorio el Caracol, majestuosa estructura cilíndrica que sirvió como observatorio astronómico; posee una escalera en espiral (de ahí viene el nombre que le dieron los españoles) y conserva toda su estructura, pudiéndose observar las hendiduras de los muros correspondientes a las posiciones de algunos cuerpos celestes en momentos importantes del calendario maya.

Llegada a Cancún.

Alojamiento en EMPORIO CANCúN.

Día 15: CANCúN – CIUDAD DE MéXICO – MADRID

Desayuno americano en el hotel.

A la hora indicada nos trasladamos al aeropuerto para tomar el vuelo que nos llevará de vuelta a Madrid. Trámites de aduana, facturación y embarque en el VUELO AM533 de la compañía AEROMéXICO, salida prevista a las 14.34 hrs. Llegada a MéXICO D.F. a las 17.10 hrs. Enlace y salida del VUELO AM001 a las 18.55 hrs.

Día 16: Llegada a MADRID

Llegada al aeropuerto de MADRID a las 12.40 hrs. Recogida de equipajes.

FIN DE NUESTRA AVENTURA

NOTA: las descripciones que figuran en el “libro de viaje”, sobre todo las referidas a las visitas panorámicas de las ciudades, son a título orientativo, y pueden no coincidir exactamente con el desarrollo de la visita.

BIBLIOGRAFíA:
• México (varios autores) Lonely Planets 2017
• México (Philippe Gloaguen) Trotamundos ROUTARD 2018
• México (varios autores) Anaya Touring 2018
• México (varios autores) Michelin 2010
• México. Monumentos Patrimonio de la Humanidad (varios autores) BBVA 2002
• Los Mayas, el pueblo de los sacerdotes sabios (Andrés Ciudad) ANAYA 1988
• Las antiguas civilizaciones del Nuevo Mundo (Richard E.W.Adams) Ed. CRíTICA 2000
• Tenochtitlán (Eduardo Matos Moctezuma) Fondo de Cultura Económica 2010
• Viaje a Yucatán. (John Lloyd Stephens; ilustraciones de Frederick Catherwood) VALDEMAR 2002
• Los mayas: una breve introducción (Miguel Rivera Dorado) ALIANZA 2018
• Crónica de los reyes y reinas mayas (Simon Martin y Nikolai Grube) CRíTICA 2002

Experiencias únicas durante nuestro viaje a MéXICO con VAGAMUNDOS:

– Descubrir el inmenso patrimonio de CIUDAD DE MéXICO, una ciudad abrumadora por extensión y grandeza, con una enorme riqueza cultural y artística. La Casa Museo Frida Kahlo, el Zócalo, la Catedral Metropolitana; el Palacio Nacional, con los murales de Diego Rivera; el Templo Mayor, el mayor santuario azteca; la Plaza de las Tres Culturas, la Basílica de Guadalupa, Xoximilco, una de las grandes obras de ingeniería, …

– Perderte en el Museo Nacional de Arqueología, uno de los más importantes del mundo, donde descubrir las civilizaciones que han creado la riqueza cultural de México: olmecas, mayas, zapotecas o aztecas. Aquí se encuentra la Piedra del Sol azteca (mal llamado Calendario Azteca)

– Sentir las energías místicas de TEOTIHUACáN, el lugar donde “fueron creados los dioses”, una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica y de la cual se desconoce casi todo. Las asombrosas Pirámide del Sol y de la Luna, dominan la ciudad.

– Pasear por las calle de la bellísima PUEBLA, ciudad criolla por excelencia con su bellos edificios coloniales y la más esbelta y hermosa catedral de las construidas en Nueva España. Cerca de allí, otro lugar mítico como CHOLULA, que Cortés describiera como “la ciudad más bella fuera de España”, con la Pirámide de Tepanapa, la más grande de México, sepultada bajo una colina.

– Perderte en OAXACA, otra hermosa ciudad colonial, con sus monumentos barrocos y arquitectura señorial, dentro de un ambiente donde se respira el sosiego y la tranquilidad. Una vez allí tendremos tiempo para recibir la energía telúrica que nos aportarán los antiguos yacimientos de Monte Albán y Mitla.

– Navegar en lancha por una de las grandes maravillas naturales de América, como es el Cañón del Sumidero, una falla con muros que se elevan más de 1300 m desde la profundidad del río.

– Ya en CHIAPAS, pasear por las calles adoquinadas de San Cristóbal de las Casas, una de las ciudades coloniales más apasionantes y conmovedoras que uno pueda encontrar. Su embriagadora mezcla, indígena, colonial y cosmopolita la hacen única. Además, tenemos muy cerca los pueblos de San Juan Chamula y Zinacantán, donde se conservan las costumbres prehispánicas.

– En medio de la espesa selva tropical, con las pirámides elevándose sobre la vegetación y con los gritos de los monos aulladores perturbando el silencio, disfrutar de la misteriosa belleza de PALENQUE, una de las más importantes ciudades mayas.

– Otro centro arqueológico, plagado de simbolismo es UXMAL, un ejemplo singular del fabuloso esplendor artístico maya. El silencio y la soledad que envuelven estas ruinas contrastan con la animación que debió tener la metrópoli durante su época de esplendor.

– Pasear por los centros históricos de dos de las dos villas coloniales más importantes de YUCATáN, como son CAMPECHE Y MéRIDA, dos bellas ciudades con sus estrechas callecitas adoquinadas y sus soleadas y alegres plazas.

– Bañarte en las cristalinas aguas del cenote de Ik Kil, donde pequeñas cascadas caen desde el techo calizo envuelto en plantas colgantes.

– Aunque no son nuestras ruinas favoritas, por lo masificadas, hay que reconocer que CHICHEN ITZá es uno de los centros ceremoniales más espectaculares de toda la antigüedad. Desde la imponente y monolítica Pirámide de Kukulcán (también conocida como El Castillo), donde la sombra del dios serpiente emplumada sube por las escaleras durante los equinoccios de primavera y otoño, el mayor Juego de la Pelota de Centroamérica, hasta el Cenote de los Sacrificios o el curioso Observatorio El Caracol, el legado de los astrónomos mayas resulta fascinante.

– Tendrás la oportunidad de gozar de la auténtica COCINA MEXICANA. Nombrada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010, cada región posee sus propios platos originales. Su cocina está basada en el maíz, los frijoles, el chile, a los que se añaden diversos ingredientes autóctonos. Pídete unos tamales, (masa de maíz cocida y rellena de carne o verduras), unas enchiladas, unos tacos o un guisado de carne acompañado de un buen mole. En general todos los platos se componen de arroz, frijoles y tortas de maíz pero encontrarás una gran variedad de sabores y picantes según la región donde te encuentres.

– México es un auténtico paraíso para las COMPRAS con una infinita variedad de artesanías. Aquí podrás adquirir desde tejidos y joyas de plata y turquesa a tallas de madera, máscaras y otros artículos. La habilidad y creatividad de sus artesanos, te sorprenderán. Las mejores hamacas de hilo de algodón las puedes encontrar en Cancún. En Oaxaca, podremos encontrar su típica cerámica negra, máscaras de madera de variadas formas y colores, y bellas telas y bordados. La cerámica y alfarería de Puebla posee una gran (y merecida) fama; en San Cristóbal de las Casas, son famosos sus diseños de joyas de ámbar y jade.

– Y después de esta hemorragia cultural y culinaria, disfrutar de un día a tu aire en CANCúN, con un mar con miles de matices turquesas, las blancura deslumbrante de la arena compuesta de polvo de coral y muchísimas actividades que puedes realizar.

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