Día 10: AGRA
Desayuno buffet en el hotel.
Al igual que en jornadas anteriores, el día será muy intenso, y lo comenzaremos, como no puede ser de otra forma, con la visita del Taj Mahal (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1983), el mausoleo más bello, perfecto y equilibrado del mundo. Fue definido por Rabindranath Tagore, Premio Nobel de Literatura en 1913, como “una lágrima de mármol detenida en la mejilla del tiempo”. En 1630, Mumtaz Mahal, la esposa del emperador mogol Shan Jahan, moría al darle su decimocuarto hijo. El emperador, para inmortalizar el gran amor por su esposa, construyó el monumento fúnebre más hermoso del orbe, para el que trabajaron veinte mil personas y se necesitaron una docena de años, y diez más para finalizar los edificios y jardines que enmarcan al mausoleo.
Mumtaz Mahal se desposó con el emperador a la edad de 19 años y aunque Sha Jahan tuvo varias mujeres, Mumtaz siempre fue su preferida. Con ella se exilió durante siete años tras el enfrentamiento con su padre Jahangir. Su historia de amor duró 18 años. Pero en 1630, Mumtaz murió en Burhanpur. El cadáver embalsamado fue trasladado a Agra seis meses después, y sepultado en uno de los jardines de la ciudad. De entre los muchos proyectos que le presentaron, eligió el del arquitecto de Lahore, Usted Ahmed. El mármol, principal materia de construcción, fue transportado en elefantes desde de las canteras de Jodhpur (Rajastán); jade y cristal de la China, turquesas del Tíbet, lapislázuli de Afganistán, crisolita de Egipto, ágata del Yemen, zafiros de Ceylán, amatistas de Persia, coral de Arabia, malaquita de Rusia, cuarzo del Himalaya, diamantes de Golconda y ámbar del océano Indico.
La tumba de la emperatriz fue alojada en el sótano del edificio y en el piso de arriba una réplica exacta. Al contemplarlo, el emperador declaró: “Tan radiante como los jardines del cielo, con los perfumes del paraíso saturado, como si estuviese hecho de nácar. Su suelo ha sido barrido con las pestañas de los ángeles”. El nombre del mausoleo significa “Corona del Palacio”, ya que aunque se trata de una tumba, el emperador quiso ofrecerle a su esposa un palacio y una corona.
Se dice que Shah Jahan quiso construir su propio mausoleo en mármol negro, a imagen y semejanza del de su esposa, al otro lado del río Yamuna, y unir después ambos mediante un puente de oro. Aunque no existe ninguna certeza sobre esto, es posible que fuera la idea del emperador, ya que la tumba de Mumtaz está colocada en el centro del mausoleo, lo que induce a pensar que el mismo sólo fue construido para la emperatriz. En cualquier caso, no llegó a construirse ya que Aurangzeb, tercer hijo de Shah Jahan, después de vencer a sus hermanos y hacerse con el poder, encarceló a su propio padre en el Fuerte Rojo de Agra, desde cuyos aposentos podía contemplar el Taj Mahal. En su lecho de muerte, a los 74 años, pidió que se le colocara un espejo para ver la tumba de su esposa.
El mausoleo está emplazado en un jardín simétrico, típicamente musulmán, flanqueado por dos filas de cipreses y dividido en cuadrados iguales. Está cruzado por un canal donde se refleja su imagen. Hoy en día, los jardines siguen siendo arados por bueyes, para sorpresa de muchos turistas.
El Taj Mahal se erige sobre una plataforma elevada de mármol con el cielo como único telón de fondo. Combina elementos de la arquitectura islámica, persa, india e incluso turca. En cada una de las esquinas de la plataforma se alza un alminar blanco de 40 m de altura, puramente decorativo con cierta inclinación hacia afuera, para evitar la caída sobre el mausoleo en caso de terremoto. La estructura central del Taj es de mármol blanco semi traslúcido, con motivos florales tallados y miles de piedras semipreciosas incrustadas formando bellos diseños. Las cuatro caras idénticas, son un ejercicio perfecto de simetría, con imponentes arcos abovedados adornados con trabajos pietra dura de diseños florales y citas del Corán en estilo caligráfico con incrustaciones de jaspe. Sobre esta estructura hay cuatro pequeñas cúpulas que flanquean la famosa cúpula central. Debajo de la misma, se encuentra el cenotafio de Mumtaz Mahal, una falsa tumba rodeada de finas paredes de mármol, incrustadas con piedras preciosas que filtran la luz natural, traduciendo su belleza en mil colores. La sonoridad del interior, amplio y elevado, es triste y misteriosa, como un eco que suena y resuena, y nunca se detiene. Al lado, rompiendo la simetría general, se halla el cenotafio de Sha Yahan, que fue enterrado por su hijo con poca ceremonia. Las tumbas auténticas están justo debajo, en una sala subterránea que no puede visitarse. Dispondremos de tiempo para pasear y disfrutar de todo el ambiente de este hermoso monumento dedicado al amor.
Después de esta exageración de belleza, llegaremos al Fuerte Rojo (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1983), ubicado en la orilla oeste del Yamuna. Construido en piedra de arenisca roja (a lo que se debe el nombre), encierra en su interior un impresionante conjunto de palacios y edificios señoriales, con distintos estilos arquitectónicos. Se trata de una de las fortalezas más importante de la India, desde la que gobernaron los grandes dirigentes del Imperio Mogol. Levantado por en 1565 por orden de Akbar, fue ampliado y embellecido en 1571 por su nieto, el enamorado Sultán del Taj Mahal, Shah Jahan, que hizo añadir otros elementos de mármol blanco, su material de construcción preferido. Aunque el fuerte se construyó con fines militares, Shah Jahan lo transformó en un palacio que se convertiría en su prisión de oro durante ocho años, tras la toma de poder de su hijo Aurangzeb en 1658. El fuerte contuvo el tesoro estatal, y fue visitado por los embajadores extranjeros, los viajeros y los dignatarios más altos que participaron en la historia de la India.
El complejo tiene forma semicircular, y está rodeado por grandes murallas dobles de más de 20 m de altura, un perímetro de 2,5 km y un foso de casi 10 m de ancho alimentado por el río Yamuna. En su interior encontramos un laberinto de edificios que forman una ciudad dentro de la ciudad, además de extensas zonas subterráneas. El acceso al fuerte se realiza a través de la puerta de Amar Singh; entre patios y jardines van sucediéndose los palacios, encontrándonos una vez dentro, a la derecha, el Jahangiri Mahal, único palacio que data del reinado de Akbar, un amplio edifico cuadrangular de dos plantas construido con arenisca roja, con molduras y cornisas de mármol blanco que combina arquitectura hindú y de Asia Central; enfrente, encontramos un amplio estanque de mármol que, según la leyenda, en tiempos de Nur Jahan se llenaba con miles de pétalos de rosa para que la emperatriz pudiera bañarse en sus aguas perfumadas. En el lado del río se eleva el elegante Khas Mahal, un exquisito salón de mármol blanco con techos bellamente pintados, típico de la arquitectura del reinado de Shah Jahan, destinado al descanso del emperador y su familia. Delante queda el Anguri Bagh, jardín con estanques de nenúfares y nichos para velas. El Sheesh Mahal (palacio de los Espejos), dos salas con pequeños espejos empotrados en las paredes. Cerca se encuentra el Mussaman Burj, una torre octogonal de dos pisos, bellamente taraceada, donde Shan Jahan pasó los últimos años de su vida al ser encarcelado por su hijo, Aurangzeb. Desde allí contempló los últimos destellos del Taj Mahal antes de morir. Y es que la vista del Taj Mahal desde el fuerte es excepcional. Cerca queda la Mina Masjid, la pequeña mezquita privada del emperador. A un lado está el la Diwan-i Khas (sala de audiencias privadas) de gres rojo y mármol blanco, con elementos arquitectónicos característicos del estilo mogol; no muy lejos se halla la Diwan-i Am, (sala de audiencias públicas), construida por Shah Jahan en 1627, año de su coronación, elegante sala de mármol, consistente en un triple pórtico abierto a tres lados; la exquisita Nagina Masjid (Mezquita de la Gema), construida en 1635 también por Shah Jahan para las damas de la corte. Es la primera mezquita india con bóvedas y cubiertas de estilo bengalí.
Almuerzo en restaurante local.
El pintoresco margen oriental del rio Yamuna está salpicado por históricos jardines, palacios, pabellones y por la exquisita tumba de Itmad-ud-Daulah, popularmente conocida como el “Pequeño Taj”. Fue construido por encargo de Nur Jahan, esposa del emperador Jahangir, para honrar la memoria de su padre, Mirza Ghiyas Beg, a quien se le había concedido el título de Itimâd-ud-Daulâ que significa “pilar del estado”. Mirza Ghiyas Beg fue también el abuelo de Mumtaz Mahal, esposa del emperador Shah Jahan. Las obras se iniciaron en 1622, finalizando 6 años después. Sigue el esquema clásico de la tumba-jardín mogol: en medio de un jardín cuadrangular dividido en cuatro cuadrantes, con muro alrededor y una puerta en cada lado. A pesar de ello, es el edificio mogol más innovador de la época, ya que fue la primera construcción mogol totalmente de mármol, la primera en la que se usó ampliamente la pietra dura y la primera tumba construida a orillas del Yamuna, donde hasta el momento solo había una sucesión de bellos jardines de recreo. Supone la transición entre la arquitectura maciza de arenisca roja de Akbar y el sensual refinamiento del Taj Mahal de Shah Jahan. Se accede por una bella puerta de dos plantas, de arenisca roja decorada con mármol blanco. En sus lados tiene cuatro profundos nichos con parapetos. El monumento, que algunos describen como un “joyero de mármol”, es una combinación de mármol blanco con incrustaciones de piedras semipreciosas (jaspe, lapislázuli, ónice, etc.), mosaicos de colores, taracea de piedra y celosías. El mausoleo, de planta cuadrada (21×21 m), posee un pabellón superior cerrado por celosías. Se levanta sobre una terraza en medio de cuatro pedestales en forma de cruz, con canales para el agua procedente del río. En las cuatro esquinas del reducido plinto, se elevan cuatro alminares octogonales coronados por templetes abiertos, a su vez culminados con afilados remates con forma de loto. Las paredes de mármol de todo el edificio, están cubiertas con incrustaciones de pietra dura, con motivos florales y geométricos. Las ventanas están protegidas por una celosía o calado con distintos motivos geométricos que filtran la luz que pasa al interior. En la planta inferior se encuentra la cámara funeraria, con los cenotafios de Mirza Begh y su esposa Asmat Begum. El techo es de estuco burilado, pintado y dorado en forma de estalactitas. Los ataúdes de mármol amarillo, parecen tallados en madera.
Finalmente nos dirigiremos a la localidad de SIKANDRA, un pueblecito de apenas 14.000 habitantes a 10 km de Agra. Aquí se encuentra el bello Mausoleo de Akbar, en el que el legendario gobernante mogol, permanece enterrado en un maravilloso monumento diseñado por él mismo. Las obras comenzaron en 1602, y finalizaron en 1613, por su hijo Jahangir, ya que su padre hacía ocho años que había fallecido. El conjunto sigue una disposición iniciada por la tumba de Humayun, su padre, y que luego será habitual: el emplazamiento del mausoleo en un gran jardín de estilo persa. Se accede por la puerta principal, magnífica estructura, de arenisca roja con un bellísimo arco central acabado con un mosaico policromado de mármol blanco, pizarra negra y piedras de colores. La parte central, un poco más alta, está rematada con cuatro chhatris (pabellón elevado rematado con cúpula) de arenisca roja, con remates de mármol blanco; y en las esquinas del cuerpo principal, algo más bajas, se disponen otros cuatro altos minaretes de mármol blanco de tres pisos rematados por pequeños chhatris precursores del Taj Mahal. Rodeada por amplios jardines amurallados de 750 m de lado, dividido en cuatro cuadrantes (que representan las cuatro etapas de la vida), en los que corretean ciervos y monos (hay que tener cierta precaución con estos últimos), se halla la imponente estructura de cinco plantas de gres rojizo y mármol blanco, con elementos típicos del arte árabe e hindú, a la que se llega desde los cuatro lados por unas amplias vías pavimentadas con un pequeño canal central por el que refresca el agua. El jardín y tumba son metáforas del Paraíso, que acoge toda la vida. El mausoleo es de planta cuadrada de 104 m de lado. Los diseños de los paneles son geométricos, florales y caligráficos, y prefiguran los diseños más complejos y sutiles incorporados más tarde en el mausoleo de Itimad-Ud-Daulah. Por lo que respecta a la tumba, rompe con la tradicional abovedada como la de Humayun, en Delhi. Se encuentra en una cámara casi sin decoración, lo que contrasta con el resto del mausoleo, ricamente decorado con mosaicos de gran belleza.
Cena y alojamiento en el hotel Crystal Sarovar Premiere.
Día 11: AGRA – Jhansi – Orchha – KHAJURAHO
Desayuno frío en el hotel.
Nos trasladaremos a la estación para tomar el tren Sathadbi Espress con destino Jhansi (08:02 hrs / 10:43 hrs). A la llegada, traslado en bus a Orchha.
La ciudad de ORCHHA fue fundada en el año 1501 por el príncipe de la dinastía Bundelā, Rudra Pratap Singh, quien se convirtió en el primer rajá (rey o príncipe) de Orchha. Singh murió en un intento de salvar a una vaca (animal sagrado del hinduismo) de un león. Gran parte de los suntuoso palacios, albercas y jardines de la entonces próspera ciudad fueron realizados con un objetivo principalmente diplomático: los rajas hinduistas de Orchha solían invitar a los poderosos emperadores mogoles musulmanes a estos ambientes en donde abundaban los placeres sensuales, de este modo el pequeño aunque rico estado de Orchha, mantenía la buena relación con sus poderosos rivales. A fin de contentar los gustos de los magnates mogoles musulmanes se produjo en Orchha una muy lograda síntesis de estilos artísticos: la del islámico-mogol con la del arte tradicional hindú, resaltándose el tema de la lujuria. Orchha es el estado más antiguo de más alto rango entre los Bundela; sus maharajás llevaban el título hereditario de Primer Príncipe del Bundelkhand. En 1950, el principado de Orchha se fusionó con la Unión de la India convirtiéndose en parte del estado de Vindhya Pradesh que luego, en 1956, se integró en el estado de Madhya Pradesh. Actualmente es una insignificante localidad cuya importancia se mantiene sólo por su rico patrimonio histórico arquitectónico.
Almuerzo en hotel.
Visita de la ciudad de Orchha ciudad con una bella arquitectura en la que destaca especialmente, su gran palacio-fortaleza, situado dentro de una isla formada por la confluencia de los ríos Betwa y Jamni. Consta de varios edificios levantados en diferentes épocas. Se construyó en torno a un enorme patio interior de forma cuadrangular, que está rodeado por más de un centenar de habitaciones comunicadas entre sí y profusamente decoradas con motivos sincretistas de las religiones hindú y musulmana. Flores de loto (símbolo sagrado del hinduismo) y figuras de elefantes, comparten espacio con caligrafías árabes y taraceas de clara influencia islámica, que guardan semejanza con las de la Alhambra de Granada. Sus líneas, muy marcadas, se ven contrarrestadas por delicados chhatris (pabellones con techo en forma de cúpula que se utiliza como elementos decorativos) y el trabajo de enrejado. Hay que destacar la puerta principal de entrada para el emperador mogol, flanqueada por dos elefantes. Esta enorme puerta de madera, que aún hoy sigue siendo la original, está ricamente decorada en el estilo hindú-mogol, todo un ejemplo de la realidad religiosa y cultural de este imperio, en el que convivía una élite dominante minoritaria musulmana con una gran mayoría dominada de hindúes. De los palacios que hay en su interior, detaca especialmente el Raj Mahal, palacio con un exterior liso coronado por bellos chhatris, y un interior con exquisitos murales sobre temas religiosos. El Ram Raja Temple palacio convertido en templo y donde a Rama se adora como Rajá. El Templo de Lakshmi Narayan, cuyos interiores contienen las más exquisitas pinturas murales de Orchha.
Finalizada la visita, continuamos camino hasta KHAJURAHO, localidad situada en las fértiles llanuras de Madhya Pradesh, alejada de las grandes ciudades y de los centros comerciales. Khajuraho sigue siendo hoy un enigma para los historiadores del arte. El nombre de la ciudad proviene de la palabra “Kajur” que en idioma hindi significa “palmera datilera“, que antaño abundaban en la zona. Su historia corre paralela a la de la dinastía Chandela, que se consideraba de origen lunar, fundada por el legendario Chandravarman. La consolidación del reino se debió a Harshadeva, quien hizo de Khajuraho una de las ciudades más importantes del siglo XI. El poder chandela se fortaleció gracias a las alianzas con sus poderosos vecinos y llegó a su apogeo en tiempos de Dhanga, a mediados del siglo X. Este gobernante dio un fuerte impulso a la construcción de templos. La dinastía Chandela siguió reinando, resistiendo a las primeras incursiones islámicas de principios del siglo XI, hasta que a comienzos del siglo XIV sucumbió ante las tropas del sultanato de Delhi. Aunque son conocidos sobre todo por los templos de Khajuraho, también levantaron templos, cuerpos de agua, palacios y fuertes en otros lugares, incluyendo sus fortalezas de Ajaigarh, Kalinjar y Mahoba, su capital posterior.
Cena y alojamiento en el hotel Radisson Jass Hotel, Khajuraho.