Uxmal es uno de los yacimientos mayas más enigmáticos, ya que todo el se encuentra plagado de simbolismo. Los abundantes elementos visuales que se derraman en las fachadas de sus monumentales pirámides, templos y palacios, son un ejemplo singular del fabuloso esplendor artístico que inmortalizará en la piedra esta notable civilización, sin herramientas metálicas, ni bestias de carga y desconociendo el uso práctico de la rueda.
Los grandes centros ceremoniales: UXMAL
Uxmal, el espejo del cosmos
El silencio y la soledad que envuelven estas ruinas contrastan con la animación que debió tener la metrópoli durante su época de esplendor, entre los siglos VII y X d.C., cuando un grupo selecto de sacerdotes y jefes, especialistas en astronomía, ingeniería y arquitectura, controlaron política y económicamente, a todos los habitantes de la zona.
El nombre de Uxmal es un topónimo antiguo, que ya aparece en algunos documentos coloniales tempranos, pero su etimología no se conoce exactamente. Tradicionalmente se interpreta como “Tres veces construida”, lo que podría hacer alusión a que fue varias veces ocupada.
Pero hay también otra interpretación posible, ya que el vocablo ux (“cosechar”, en el maya yucateco) se podría entender como una región de cosechas, de acuerdo con la potencialidad agrícola de la región de Puuc.
A diferencia de la mayoría de las otras ciudades prehispánicas, la disposición de las estructuras de Uxmal no parece seguir un orden geométrico. Su espacio se organiza basado en dos principios: los edificios están orientados en relación con fenómenos astronómicos, como el ascenso y el descenso de Venus; y están adaptados a la topografía del lugar, compuesta por una serie de colinas.
Los arqueólogos llevan décadas intentando descifrar sus construcciones.
Los primeros visitantes
En 1573 el religioso español fray Diego de Landa visita la ciudad, ya abandonada, de Uxmal, aportando los primeros datos documentales, en los que explica que los habitantes de la zona no conocen el origen de las construcciones y que según sus investigaciones, estas se realizaron unos 900 años antes.
La ciudad siguió olvidada hasta que en 1658 otro monje, fray Diego López de Cogolludo, visitó la zona en medio de la selvática región yucateca del Puuc, e imaginó los usos que podían tener cada uno de sus edificios, dándole el nombre que tienen hoy día.
A Uxmal llegaron doscientos años después dos ilustres viajeros ingleses, ya citados en anteriores entradas de esta Historia de los Mayas, el dibujante Frederick Catherwood y el escritor John Lloyd Stephens. Recogieron de los nativos la creencia de que el lugar estaba habitado por fantasmas, y que todos los adornos esculpidos en los edificios se “animaban” y caminaban por la noche.
El universo maya en todo su esplendor
Uxmal fue imaginado especialmente para registrar ciertos acontecimientos relacionados con el sol, la luna, y sobre todo con el planeta Venus.
Los antiguos mayas concebían el cosmos como un espacio cuadrado. Desde los cuatro puntos cardinales, las cuatro deidades más antiguas que habitaban en el interior de la Tierra, llamadas Bacabob, sostenían el firmamento para que no cayera sobre la tierra y la aplastara.
Para los mayas Venus (la Estrella Roja) tenía una importancia vital, ya que es la que más brilla en el nacimiento y en el ocaso solar. Por ello ocupó un destacado lugar en su cosmología. De hecho su aparición celeste, en determinados momentos, era objeto de interpretaciones astrológicas relacionadas con la agricultura, la política y los presagios.
Bajo la tierra existían nueve infiernos y sobre ella trece cielos: unos visibles, que contenían las estrellas, y otros invisibles, donde moraban, como en el inframundo, dioses y antepasados.
El ser humano era un eje del mundo, simbolizado por la ceiba, el árbol ancestral que comunicaba infierno, tierra y cielo. A su alrededor giraba la rueda sagrada de un tiempo condenado eternamente a repetirse, pero que daba origen a un mundo nuevo cuando se completaba su ciclo y se regresaba a la fecha de partida del ciclo anterior.
ARQUEOASTRONOMíA: El cosmos y el tiempo
La arqueoastronomía es el estudio de cómo las poblaciones del pasado entendieron el fenómeno del cielo, es decir, cómo utilizaron estos fenómenos y cuál fue el papel del cielo en el conjunto de sus culturas.
Anthony Francis Aveni (nacido en 1938) es un antropólogo y astrónomo estadounidense profesor de Astronomía y Antropología de la Universidad de Colgate (Nueva York), reconocido por sus contribuciones y por la influencia que ha ejercido en el desarrollo de la astronomía histórica y de sus interpretaciones arqueológicas, sobre todo en lo relativo a la cultura maya precolombina. Además es uno de los fundadores de la arqueoastronomía.
Este profesor descubrió a finales de los años setenta del siglo pasado en la Pirámide del Adivino, una de las pocas construcciones mayas con base elíptica, extrañas relaciones entre este monumento y otras edificaciones del recinto que las vinculan con el planeta Venus. Todas ellas demuestran que la situación de la pirámide forma parte de un proyecto cósmico que rigió el trazado de la ciudad y el de algunos templos de los alrededores situados a varios kilómetros.
Otro destacado arqueoastrónomo, el esloveno Ivan Sprajc Prajnc, de la Universidad de Liubliana, continuó las investigaciones de Aveni en los años noventa en otro de los edificios importantes de Uxmal, el Palacio del Gobernador.
Datado entre los años 700 y 900, este edificio ha sido considerado como uno de los más bellos de toda la América precolombina. Su friso, además de por su gran belleza, llama la atención el hecho de que en el extremo inferior, de los muchos adornos que posee, aparece el glifo de Venus, lo que sugiere un nexo de este edificio con la observación del planeta.
Sprajc pudo comprobar que este edificio también guarda una relación espacial con la pirámide de Cehtzuc, ubicada a 5 km de distancia. Desde ambos puntos puede trazarse una línea imaginaria que coincide con la posición más meridional de la salida del planeta Venus.
Otro hecho significativo es que la construcción del eje Uxmal-Cehtzuc ocurrió hacia la misma época en que los mayas trabajaban en la plataforma inferior de El Caracol, el observatorio astronómico de Chichén Itzá, fijándola de tal manera que se alineara precisamente con otra posición importante de Venus.
Desconocemos la función que tenían edificios como el Palacio del Gobernador, cuya gran explanada central tiene cabida para más de mil personas, y tampoco sabemos qué misteriosos ritos se realizaban para materializar la relación con el planeta Venus.
Se sabía de los conocimientos astronómicos de los mayas, pero gracias a la arqueoastronomía, se ha comprobado que en realidad eran mucho más sutiles conocedores de los astros, y de sus relaciones entre ellos, de lo que se pensaba. Pero quizás necesitamos que nuestros conocimientos astronómicos aumenten para llegar a saber realmente los secretos que esconden las ciudades mayas. Nos queda mucho por aprender de este pueblo extraordinario.
VISITA DEL YACIMIENTO ARQUEOLóGICO DE UXMAL (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996)
El complejo principal es pequeño, apenas abarca 1 km2, y destaca por sus monumentos y la belleza de su arquitectura característica del estilo Puuc de la zona (un conjunto de yacimientos en torno a los cerros de Puuc, que tienen unas características propias), con frisos finamente esculpidos en la parte superior de los edificios, y las esquinas revestidas de máscaras de expresión feroz y nariz ganchuda que representan a Chac, el dios de la lluvia, así como los relieves geométricos en la parte alta de las fachadas.
Se agrupan aprovechando las características del terreno formando patios, normalmente cuadrangulares y cerrados, aunque hay algunos independientes. Los más importantes son:
El Cuadrángulo de las Monjas, compuesto por cuatro edificios alargados con las fachadas labradas en relieve alrededor del un patio cuadrangular sobre una gran plataforma cuadrada de 120 m de lado. Es llamado así porque a los españoles sus 74 estancias les recordaron las celdas de un convento, aunque no se sabe exactamente cuál era su función.
La Casa de las Tortugas, debe su nombre a las tortugas que tiene grabadas en la cornisa. Según un mito maya, cuando las personas sufrían una sequía las tortugas también sufrían y juntos rogaban a Chac que hiciera llover.
El Palacio del Gobernador, considerado una obra maestra de la arquitectura maya, fue construido en el siglo X, y consta de tres plataformas independientes con una escalinata, que lo hace sobresalir del resto de las construcciones.
Su friso, de una superficie aproximada de 700 metros cuadrados, es uno de los ejemplos más bellos y complejos del arte geométrico maya. Se encuentra profusamente decorado con mosaicos de piedra de diseños geométricos, figuras de personajes y figuras del dios Chac repetidos obsesivamente.
Para la realización de estos diseños fue necesario cortar más de 10.000 piedras a idéntica medida y esculpirlas una a una. Otras tantas se utilizaron para las 150 máscaras de Chac. Este enorme trabajo fue realizado con una precisión milimétrica, puesto que las piedras se encajaron entre sí sin ligazón alguna, a pesar de que ellos conocían sobradamente la cal y el mortero desde hacía mucho tiempo.
La Pirámide del Adivino, imponente y poco común estructura de planta ovalada de casi 39 m de altura, y una anchura de 53,50 m, es el edificio más característico de Uxmal.
Su nombre proviene de la leyenda del Adivino de Uxmal, una historia que le relataron al explorador John Lloyd Stephens cuando visitó la ciudad. La leyenda cuenta la historia de un enano, hijo de una hechicera, que nació de un huevo. Este enano, con intención de gobernar la ciudad, apostó con el gobernador de entonces que era capaz de construir una pirámide en una sola noche.
La pirámide fue construida y el enano se proclamó gobernador de “la tres veces creada” ciudad de Uxmal.
En realidad su construcción fue iniciada en el siglo VI y se necesitaron más de 400 años para completar la estructura actual, compuesta por la superposición de cinco templos, que fueron superponiéndose cada uno sobre el anterior.
Este edificio, construido con piedras redondas unidas con cemento es uno de los monumentos arqueológicos más importantes de la cultura Maya y el principal de la zona arqueológica de Uxmal, ya que es uno de los poquísimos conocido con planta ovalada en la Cultura Maya.
También es importante la Gran Pirámide, de 32 m de altura, posee una escalinata en la fachada norte, la única restaurada, que lleva a la cima, donde hay un pequeño templo, en cuya parte superior se puede admirar un hermoso friso decorado con pájaros y máscaras de Chac. Es el único edificio que no pertenece al arte puuc.
El Juego de Pelota se encuentra muy deteriorado, pero es el único que se ha descubierto. Y es que en la zona de Puuc hay muy pocas cachas de pelota. Se pueden ver dos partes que conforman los laterales de la cancha y donde estaban los anillos por los cuales se debía de introducir la pelota.
Experiencias únicas durante nuestro viaje a México con VAGAMUNDOS:
– Descubrir el inmenso patrimonio de CIUDAD DE MéXICO, una ciudad abrumadora por extensión y grandeza, con una enorme riqueza cultural y artística. La Casa Museo Frida Kahlo, el Zócalo, la Catedral Metropolitana; el Palacio Nacional, con los murales de Diego Rivera; el Templo Mayor, el mayor santuario azteca; la Plaza de las Tres Culturas, la Basílica de Guadalupa, Xoximilco, una de las grandes obras de ingeniería, …
– Perderte en el Museo Nacional de Arqueología, uno de los más importantes del mundo, donde descubrir las civilizaciones que han creado la riqueza cultural de México: olmecas, mayas, zapotecas o aztecas. Aquí se encuentra la Piedra del Sol azteca (mal llamado Calendario Azteca)
– Sentir las energías místicas de TEOTIHUACáN, el lugar donde “fueron creados los dioses”, una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica y de la cual se desconoce casi todo. Las asombrosas Pirámide del Sol y de la Luna, dominan la ciudad.
– Pasear por las calle de la bellísima PUEBLA, ciudad criolla por excelencia con su bellos edificios coloniales y la más esbelta y hermosa catedral de las construidas en Nueva España. Cerca de allí, otro lugar mítico como CHOLULA, que Cortés describiera como “la ciudad más bella fuera de España”, con la Pirámide de Tepanapa, la más grande de México, sepultada bajo una colina.
– Perderte en OAXACA, otra hermosa ciudad colonial, con sus monumentos barrocos y arquitectura señorial, dentro de un ambiente donde se respira el sosiego y la tranquilidad. Una vez allí tendremos tiempo para recibir la energía telúrica que nos aportarán los antiguos yacimientos de Monte Albán y Mitla.
– Navegar en lancha por una de las grandes maravillas naturales de América, como es el Cañón del Sumidero, una falla con muros que se elevan más de 1300 m desde la profundidad del río.
– Ya en CHIAPAS, pasear por las calles adoquinadas de San Cristóbal de las Casas, una de las ciudades coloniales más apasionantes y conmovedoras que uno pueda encontrar. Su embriagadora mezcla, indígena, colonial y cosmopolita la hacen única. Además, tenemos muy cerca los pueblos de San Juan Chamula y Zinacantán, donde se conservan las costumbres prehispánicas.
– En medio de la espesa selva tropical, con las pirámides elevándose sobre la vegetación y con los gritos de los monos aulladores perturbando el silencio, disfrutar de la misteriosa belleza de PALENQUE, una de las más importantes ciudades mayas.
– Otro centro arqueológico, plagado de simbolismo es UXMAL, un ejemplo singular del fabuloso esplendor artístico maya. El silencio y la soledad que envuelven estas ruinas contrastan con la animación que debió tener la metrópoli durante su época de esplendor.
– Pasear por los centros históricos de dos de las dos villas coloniales más importantes de YUCATáN, como son CAMPECHE Y MéRIDA, dos bellas ciudades con sus estrechas callecitas adoquinadas y sus soleadas y alegres plazas.
– Bañarte en las cristalinas aguas del cenote de Ik Kil, donde pequeñas cascadas caen desde el techo calizo envuelto en plantas colgantes.
– Aunque no son nuestras ruinas favoritas, por lo masificadas, hay que reconocer que CHICHEN ITZá es uno de los centros ceremoniales más espectaculares de toda la antigüedad. Desde la imponente y monolítica Pirámide de Kukulcán (también conocida como El Castillo), donde la sombra del dios serpiente emplumada sube por las escaleras durante los equinoccios de primavera y otoño, el mayor Juego de la Pelota de Centroamérica, hasta el Cenote de los Sacrificios o el curioso Observatorio El Caracol, el legado de los astrónomos mayas resulta fascinante.
– Tendrás la oportunidad de gozar de la auténtica COCINA MEXICANA. Nombrada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2010, cada región posee sus propios platos originales. Su cocina está basada en el maíz, los frijoles, el chile, a los que se añaden diversos ingredientes autóctonos. Pídete unos tamales, (masa de maíz cocida y rellena de carne o verduras), unas enchiladas, unos tacos o un guisado de carne acompañado de un buen mole. En general todos los platos se componen de arroz, frijoles y tortas de maíz pero encontrarás una gran variedad de sabores y picantes según la región donde te encuentres.
– México es un auténtico paraíso para las COMPRAS con una infinita variedad de artesanías. Aquí podrás adquirir desde tejidos y joyas de plata y turquesa a tallas de madera, máscaras y otros artículos. La habilidad y creatividad de sus artesanos, te sorprenderán. Las mejores hamacas de hilo de algodón las puedes encontrar en Cancún. En Oaxaca, podremos encontrar su típica cerámica negra, máscaras de madera de variadas formas y colores, y bellas telas y bordados. La cerámica y alfarería de Puebla posee una gran (y merecida) fama; en San Cristóbal de las Casas, son famosos sus diseños de joyas de ámbar y jade.
– Y después de esta hemorragia cultural y culinaria, disfrutar de un día a tu aire en CANCúN, con un mar con miles de matices turquesas, las blancura deslumbrante de la arena compuesta de polvo de coral y muchísimas actividades que puedes realizar.
Artículo elaborado por Eugenio del Río