Confucionismo, Taoísmo y Budismo

Son las tres corrientes tradicionales de la religión y la filosofía chinas. El ecléctico acercamiento a la religión hace posible que las tres coexistan en un mismo templo. El confucionismo se considera una manifestación del “yo público” y socialmente responsable. El taoísmo representa una vertiente más personal e independiente, y su énfasis en la realidad de las cosas contrasta con la búsqueda de la aprobación social del confucionismo. El budismo es una doctrina importada del talante espiritual y sobrenatural. Durante la Revolución Cultural se prohibió la religión porque era contraria a las ideas comunistas. Actualmente, la gente goza de más libertad para expresar sus creencias.

El CONFUCIONISMO, establecido por Confucio (551-479 a.C.), y  desarrollado por pensadores posteriores, aboga por una sociedad jerárquica unida por los lazos morales de las cinco relaciones humanas: padre-hijo, gobernante-súbdito, hermano-hermano, esposo-esposa, amigo-amigo. En la China imperial fue la filosofía de la élite erudita y señorial. Durante la era comunista se le acusó de ser una filosofía reaccionaria, asociada a la antigua aristocracia gobernante. Confucio, como Sócrates, no dejó nada escrito, y sus ideas nos han llegado transmitidas por las compilaciones de sus discípulos, principalmente en el Lun Yu. El confucionismo llegó a convertirse en filosofía oficial del estado en los cuatro siglos que duró la dinastía Han (II a.C.-II d.C.), y predicaba un cierto conformismo del individuo con respecto a sus gobernantes. A pesar de ello, Confucio repudiaba la tiranía y pensaba que el objeto del Estado era el beneficio de sus súbditos, nunca al revés. Si no escribió libros propios, sí se ocupó de compilar las tradiciones más antiguas de la cultura china; de hecho, más que pensador original, se considera transmisor de ese saber antiguo.

El TAOÍSMO, está estrechamente relacionado con las creencias antiguas, e incorpora los conceptos tradicionales de orden universal, yin y yang, y energía dirigida, qi. Con el tiempo el taoísmo se convirtió en una compleja religión con un amplio panteón. La filosofía taoísta anima a guiarse por la intuición; a vivir de acuerdo con el tao para alcanzar la raíz del universo. Lao-tse, fundador de esta filosofía, es un personaje misterioso cuya existencia no está probada. Pudo vivir en el s. VI a.C., y se le atribuye la universalmente conocida Tao Te Ching (Tratado sobre el camino y su poder), donde Tao podría equivaler a naturaleza u orden natural. Así, el individuo no debe enfrentarse al Tao, sino someterse a él. El taoísmo comenzó siendo una filosofía laica, pero pronto derivó (desviándose) a movimiento religioso. El taoísmo recomienda la simplicidad, la naturalidad, la evitación de la violencia, la serenidad, la adaptación a las circunstancias, como hace el agua, actitud que termina siendo más útil que la de la roca, más fuerte, pero que acaba siendo erosionada. No obstante, el cierto ascetismo que predica, no implica un apartamiento del mundo.

Se desconoce la fecha exacta de la llegada del BUDISMO a China. Debió de ser bajo la dinastía Han en el s. II a.C. Esta religión basa su filosofía en las enseñanzas de Buda, que vivió en el norte de la India en el s.VI a.C. En China, el budismo ganaba adeptos durante los períodos de inestabilidad, cuando la veneración a la autoridad propugnada por el confucionismo no caía tan bien entre el pueblo y finalmente fue adoptado por los propios gobernantes. En China se sigue el budismo mahayana, que promete la salvación a todo aquel que la busca. Los iluminados  o bodhisattvas, permanecen en este mundo para ayudar a que otros alcancen la iluminación. Los creyentes mantienen el contacto con los bodhisattvas por sus obras y devoción, todo ello les aproxima al nirvana.

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