LOS MONTES LAURENTINOS – «MONT TREMBLANT UNA SINFONíA DE COLORES»
Toda la región, desde la estación de Saint Sauveur-des-Monts, al sur, hasta el norte de Saint-Jovite, es un parque de atracciones natural con lagos, ríos, senderos y pistas de esquí. Las montañas pertenecen al Escudo Laurentino, con más de un billón de años de antigüedad. Toda la zona se encuentra salpicada de atractivas y viejas aldeas de estilo francés. En concreto el pueblecito de MONT TREMBLANT, que VAGAMUNDOS visitará durante el viaje a CANADá de julio de 2019, es un paraíso espectacular que se disfruta en cualquier época del año. Se encuentra en pleno corazón de las montañas Laurentian o montes Laurentinos.
Mont Tremblant (en español «La Montaña que Tiembla») tiene una altura de 875 metros. Cuenta con 95 pistas de todos los niveles con 14 remontes aptos para transportar a unos 27.000 esquiadores por hora. Para aprovechar al máximo la visita, es recomendable hospedarse en uno de los hoteles ubicados en la villa (a pie de pistas) que, además de una extraordinaria comodidad, da derecho a acceder a las primeras pistas de esquís que abren por la mañana, a un tour por la montaña, a lanzarse en trineo o en flotadores por toboganes de nieve, y a alquilar patines sin coste y deslizarse por una espectacular pista de hielo.
Si no se dispone del equipo necesario para esquiar se puede alquilar en las tiendas ubicadas a escasos metros de los remontes -se puede reservar por internet con el fin de ahorrar tiempo-, abiertas de 08:00 horas de la mañana a 17:00 horas de la tarde. Si se alquila con anticipación se tiene derecho además a utilizar el servicio de valet ski, lo cual permite que estacionemos los esquís el tiempo que necesitemos. En las taquillas se pueden comprar los tickets para el remonte -para el día, para la temporada o para acceder solamente a las pistas básicas en caso de no saber esquiar- así como para las clases, si fueran necesarias. Los instructores, que hablan francés e inglés, enseñan a los neófitos los conocimientos básicos para empezar su aventura en este resort de lujo.
UN POCO DE HISTORIA
Esta zona fue colonizada a finales del siglo XIX, por el padre Antonine Lebelle, para intentar frenar la expansión protestante. Eligió los Montes Laurentinos por su rico y fértil suelo, el fácil acceso a las vías fluviales y por su proximidad a la ciudad de Quebec.
Este sacerdote, con clara visión de futuro, pensó que el turismo podría ser un importante recurso para al región. Por ello insistió en la creación de la línea férrea entre Montreal y Saint-Jerôme. Esta línea fue finalizada en 1892, permitiendo el desarrollo y crecimiento del asentamiento. En 1938, Joseph Bondurant Ryan, un acomodado americano de Filadelfia, llegó hasta el norte en busca de oro. Quedó fascinado de inmediato por la belleza virgen de las «montañas de los espíritus», como las denominó. Las escaló, y al contemplar la maravilla, decidió convertir aquel territorio salvaje en un pueblo alpino de lujo. En febrero de 1939, hizo realidad el sueño, creando un pueblo peatonal al estilo suizo.
La belleza del entorno ha atraído a todo tipo de gentes. Hoy el visitante de Mont Tremblant, puede esquiar, realizar excursiones por los bellísimos senderos, pescar, andar en bicicleta, o alguna de las numerosas actividades náuticas en el Lago Tremblant, disfrutar de deportes como el rafting en el río Rouge o excursiones a caballo.