Geografía:
Canadá tiene una extensión de 9.976.139 kilómetros cuadrados y limita al norte con el océano Glacial ártico, al este con el océano Atlántico, al sur con EE.UU. y al oeste con el océano Pacífico y Alaska. Su población es, aproximadamente, de 37.000.000 habitantes y su densidad de 3.9 habitantes por kilómetro cuadrado. Su capital es Otawa y dispone de una división administrativa de 10 provincias.
La principales ciudades de Canadá son Toronto, Montreal, Calgary, Vancouver y Quebec. Su gentilicio, canadiense y la forma del Estado es Estado federal. Tiene dos idiomas oficiales, el inglés y el francés. Las religiones más importantes son el catolicismo -43.2%-, protestantismo -28.3%- y ateos -16.5%-. Dispone del dólar canadiense como moneda oficial y su PIB por habitante es de unos 50.000 dólares estadounidenses aproximadamente.
La parte septentrional del territorio canadiense está prácticamente deshabitada y la población se concentra en la frontera con EE.UU. Su agricultura produce sobre todo cereales, frutas, remolacha, azúcar y patatas. La ganadería es muy importante, tanto la bovina como la porcina. Otra de sus actividades principales es la cría de animales para la industria peletera, la pesca del bacalo, salmón, arenque y langosta. Sin olvidar la explotación maderera y minera –hierro, carbón, petróleo, níquel, gas, amianto, uranio, cobre, plata, plomo y cinc-. Su gran desarrollo industrial se basa en la siderometalurgia, la aeronáutica y la alta tecnología, la automovilística, alimentaria y textil.
Historia:
Los primeros europeos que visitaron sus costas fueron los vikingos, en el siglo XI. La exploración continua de la región se inició tras los viajes de Caboto en 1497 y de Verrazano en 1524. Fue el navegante francés Cartier quien tomó posesión de ella en nombre de Francisco I –1534-41– y la denominó Nueva Francia. En 1608, su compatriota Champlain fundó Quebec, pero pronto los colonos franceses debieron enfrentarse a los pueblos indígenas y a los ingleses. Estos últimos conquistaron la región de Acadia, donde establecieron, en 1628, la colonia de Nueva Escocia. Se inició así un conflicto entre las dos potencias –Francia e Inglaterra-, la cual duró más de un siglo. Riclelieu aumentó la presencia francesa y, en 1663, el territorio pasó a ser colonia directa de la corona francesa, al tiempo que los ingleses fundaron, en 1670, la Compañía de la Bahía de Hudson. Inglaterra ocupó las posesiones francesas durante la guerra de los Siete Años, ratificando su propiedad por el tratado de París –1763-, aunque se comprometió a respetar los derechos de los colonos franceses mediante la Quebec Act –1774-.
La llegada de numerosos ingleses tra la independencia de EE.UU. provocó nuevos conflictos y llevó en 1791 a la división de la provincia de Quebec –Valle de San Lorenzo-, en dos zonas: la provincia del Alto Canadá, con mayoría de habitantes ingleses, y la del Bajo Canadá, con mayoría francófona. Las dos facciones volvieron a unirse en 1841, ya con el nombre de Canadá. Fue en 1867 cuando se creó la Confederación Canadiense, integrada por las cuatro, a la que se sumaron en años venideros otros territorios.
Canadá ha sido gobernada durante buena parte del siglo XX por el Partido Liberal, que se alterna en el poder con el Partido Conservador. En 1995 se celebró un referéndum sobre la independencia de Quebec, en el que los «no independentistas» ganaron por estrecho margen.