Ayutthaya es una ciudad a 85 kilómetros al norte de Bangkok que fue la capital del Reino de Siam -o Reino de Ayutthaya– y el hogar de 33 reyes desde el año 1350 al 1767 D.C. Los restos de esa capital -en su mayor parte templos y stupas medio en ruinas- ocupan una área de 15 kilómetros cuadrados y son uno de los lugares históricos más importantes de Tailandia. Fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991. Su cercanía con Bangkok hace que sean una opción ideal para hacer una excursión de un día y volver a dormir a la capital. Las ruinas pueden ser visitadas en bicicleta, túk-túk o coche privado.
Los mercaderes de toda Europa y Oriente Medio acudían a Ayutthaya y, cuando la ciudad fue completamente arrasada por la invasión birmana, fue Bangkok declarada nueva capital. En la actualidad posee un canal para conectar los tres ríos que se encuentran en alla, lo que ha creado una fabulosa isla.
Los principales templos se pueden visitar a pie o en bicicleta -recorrerás más distancia-. El más grande de Ayutthaya es el templo Phra Si Sanphet, además de un palacio. Fue construido en el siglo XIV y posee tres magníficas y espectaculares estupas, y en su interior se conservan cenizas de reyes. Los birmanos se llevaron todo el oro que recubría la edificación y el Buda -también de oro- de más de 16 metros. El que se encuentra al lado es el Wat Mongkhon Bophit y contiene una de las figuras de Buda más grandes de Tailandia. Fue moldeada en bronce en el siglo XV.
Algunos de los templos están construidos en estilo jemer. La mayoría están en ruinas, pero siguen presentando un aspecto magnífico, conteniendo muchísimas figuras de Buda, entre las que destaca una de Sri Lanka en el Wat Phra Meru, de la que se cree que tiene unos 1.300 años de antigüedad. Es uno de los pocos que no fue destruido por los birmanos. La Sala de Ordenación es el lugar más importante, donde puede observarse un mosaico de vidrio que representa a Vishnu montado en Garuda. Dentro de la sala resultan muy importantes las formas arquitectónicas del periodo de la época y la principal imagen de Buda. Las ocho pares de columnas octogonales con brotes de loto soportan toda la estructura del techo. Las vigas de madera están bellamente talladas y el techo está adornado con tallas de madera que muestran las estrellas y la luna. Como hemos dicho antes, los birmanos no lo destruyeron por completo, pero desgraciadamente sí causaron daños a muchas de las figuras y, más recientemente, los ladrones de arte han robado algunas de sus cabezas.
A pesar de todo, este sigue siendo un lugar sagrado para los tailandeses, que visten a la mayoría de las figuras de Buda con túnicas amarillas, les lanzan pétalos de flores y encienden varitas de incienso a su lado.