Viaje a INDIA y NEPAL III: Jaipur, Abhaneri y Fatehpur Sikri | Los viajes de Vagamundos día a día

Día 8: JAIPUR

Desayuno buffet en el hotel.

Por la mañana, nuestra primera parada será frente al Palacio de los Vientos (Hawa Mahal) donde, ya que no se puede visitar su interior, nos conformaremos con fotografiar la majestuosa fachada de este célebre edificio. Construido en 1799 por el maharajá Sawai Pratap Singh, fue diseñado por Lal Chand Usta. Formaba parte del Palacio de la ciudad, y servía como extensión de la cámara destinada al  harén. Las damas del palacio, para las que fue construido, podían observar el exterior sin ser vistas a través de sus numerosos miradores, con casi un millar de ventanas y celosías. Construido en arenisca roja y rosa, se trata de una composición de ventanas caladas y balcones en saledizo, cubiertos con celosías. Consta de cinco pisos (aunque poseen solo una habitación de fondo), pero a diferencia de otros palacios, Hawa Mahal no está rodeado de jardines, sino que está ubicado en calle principal de la ciudad. Los dos pisos superiores son más estrechos, como dibujando la cola de un pavo real, uno de los animales que en la India tiene un valor simbólico. Se dice que su arquitecto, lo diseñó de esta forma para obtener un aspecto piramidal; pero al parecer, lo que quiso fue dar al edificio la forma de la corona del dios Krishna. El viento circula a través de todo el palacio manteniéndolo fresco incluso en verano. De ahí su nombre.

A continuación, nos trasladamos a AMBER, antigua capital del estado de Jaipur, se encuentra a 11 km de esta ciudad, en un valle rocoso, delimitado por montañas que desde antiguo sirvieron de defensa, contra las incursiones mogolas que procedían de Delhi. Aquí visitaremos el Fuerte-Palacio Jaigarh de Amber, un espectacular baluarte de color miel, con gruesas murallas que siguen los contornos de un risco natural. Fue construido originalmente en el siglo XI y ampliado a finales del siglo XVI por el maharajá Man Singh, y posteriormente por los Jai Singh antes de desplazarse hacia Jaipur.

El palacio se convirtió en el lugar de reposo de los maharajás de Amber, que lo enriquecieron con los botines que consiguieron en las batallas por toda la India. Subiremos al fuerte en jeep. La entrada a los palacios se hace por la amplia escalinata de la Sing Pol (Puerta del Sol), llamada así porque está orientada hacia el sol de levante, emblema de la dinastía Kachchhwaha. Entre los lugares más destacados, podemos citar, el Templo de Shri Shila Devi Mandir, un recoleto e inspirador santuario, dedicado a Shila, manifestación de la diosa Kali, con puertas de plata y enormes pilares esculpidos en forma de bananos. En su interior se encuentra una estatua de la diosa en mármol negro; el Diwan-i-Am (Sala de Audiencias Pública), abierta por tres de sus lados, con una hilera doble de columnas de arenisca roja y galerías de celosías. Cerca queda Sattais Katcheri, una columnata de 27 pilares donde los escribas se sentaban y llevaban la contabilidad; la Ganesh Pol, puerta de tres alturas decorada con exquisitos frescos y mosaicos, y cubierta por hermosas celosías de madera tallada que da acceso a las habitaciones privadas del maharajá; el Jai Mandir (Sala de la Victoria), que se empleaba como sala de audiencia privada, de mármol blanco. El techo presenta una complicada decoración de flores y espejos incrustados. Las paredes están decoradas con murales de flores y representaciones de Krishna y Radha bailando. La magnífica Sheesh Mahal (Sala de espejos”), recubierta totalmente de espejos y vidrieras de colores; el Jas Mandir (Palacio de la Gloria), el salón de audiencias privadas, tiene ventanas con celosía, y su tejado de alabastro está salpicado de espejos y hermosos mosaicos; este era el lugar donde la familia real se refugiaba del calor. El Sukh Niwas (“Salón del placer”), con una puerta de sándalo e incrustaciones de marfil, y una acequia que transportaba agua fresca al lugar. Desde el fuerte se disfruta de una vista panorámica del lago Maota y de la histórica ciudad al pie de la colina, primera sede de los reyes de Amber antes de que trasladaran la capital al fuerte.

Al finalizar la visita, y de vuelta a Jaipur, realizaremos una breve parada para foto en el bello lago de Man Sagar, donde se encuentra ubicado el Palacio del Lago(Jal Mahal). De estilo mogol y rajput, fue levantado por Madho Singh I a mediados del siglo XVIII, tomando como modelo el Lake Palace de Udaipur, donde pasó su infancia. Construido en arenisca roja, se trata de un edificio legendario y curioso, ya que cuatro de sus cinco pisos permanecen bajo el agua cuando el lago está lleno, exponiéndose solo el último piso y el gran jardín de la azotea. El palacio cuenta en cada una de sus esquinas con una torre semioctogonal coronada por una elegante cúpula. Detendremos el autobús frente al mismo para tomar unas fotos del exterior. Si tenemos suerte, y encontramos el lago con suficiente agua, el palacio parecerá flotar milagrosamente sobre ellas.

A continuación visitaremos el Palacio de Jaipur, considerado uno de los más extraordinarios palacios de toda la India. Cubre casi una séptima parte del área de la ciudad, por lo que en realidad es una ciudad en sí misma. Construido entre los años 1729 y 1732 por orden de Sawai Jai Singht II, gobernador de Amber por aquel entonces, el palacio supuso el inicio de un nuevo asentamiento en busca de agua, ya que el Fuerte de Amber, escaseaba en reservas. El Palacio de la Ciudad, se convirtió así en uno de los principales bastiones de India durante la dominación británica a finales del siglo XIX, quedando dividido en dos palacios: el Chandra Mahal y el Mubarak Mahal. Famoso por ser uno de los primeros monumentos en ser pintados completamente de rosa, el palacio reúne un conjunto de patios, salas y jardines, donde apreciar los contrastes de la arquitectura india. Desde el verdor de sus frescos de pavos reales, hasta el azul índigo que invade algunas de sus salas. El Palacio ha sido la residencia de los gobernantes de Jaipur desde su construcción y aún hoy gran parte de sus edificios son ocupados por la familia del actual maharajá. En 1959 la familia real decidió abrir al público algunas zonas. Sus tesoros, que incluyen miniaturas, manuscritos, alfombras mogoles, instrumentos musicales, ropajes reales y armas, proporcionan una espléndida introducción al pasado principesco de Jaipur y a su fascinante artesanía. Construido en estilo mezcla rajput y mogol, destacamos en el primer gran patio, el Mubarak Mahal (Palacio del Bienaventurado), edificio de arenisca construido a finales del siglo XIX como casa para invitados, con mezcla de estilo rajput, mogol y europeo, y donde imperan los tonos ocres y diseños hindúes. Actualmente alberga un museo de trajes, instrumentos musicales y otros objetos utilizados en la vida de la corte; el Silah Khana (Casa de las Armas), que alberga una de las más ricas colecciones de armas del Rajastán, con su arsenal de mosquetes, trabucos, espadas y pistolas; el Chandra Mahal (Palacio del Monzón), edificio de 7 pisos que sigue siendo la residencia de la familia del actual maharajá de Jaipur. Su entrada se halla profusamente decorada con representaciones polícromas de figuras femeninas y cinco pavos reales, así como motivos florales y geométricos. La guardia del maharajá, cinco hombres con uniforme blanco, zapato negro, bigote y un gran turbante rojo, flanquea la entrada. Frente a ella se encuentra la Singh Pol (Puerta del León), impresionante entrada que con sus cornisas, balcones tallados y puertas de cobre con clavos, ilustra el refinamiento de la arquitectura hindú de este palacio. En un patio más pequeño se encuentra el Diwan-i-khas (Sala de Audiencias Privadas), situado en el interior de un precioso patio rosa, está cubierto de columnas de mármol y arcos que sustentan el hermoso pabellón del tejado. Contiene dos enormes urnas de plata de 1,6 m de altura que sirvieron a Madho Singh II para transportar agua sagrada del Ganges a Londres en su visita en 1901; en otro ángulo del patio se halla el Diwan-I-Am (Sala de Audiencias Públicas), con altos techos sostenidos por pilastras y frescos en las paredes.

Almuerzo en hotel.

También tendremos oportunidad de ver el Observatorio astronómico Jantar Mantar (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2010), el más importante y mejor conservado de los cinco que construyó el rajá Sawai Jai Singh II en la India. Este gobernante fue un  entusiasta astrónomo, siempre al tanto de los progresos en la astronomía mundial. El observatorio que se construyó entre 1728 y 1734, atrajo a numerosos eruditos, astrónomos y sacerdotes franceses y alemanes. Consta de 18 instrumentos de precisión que parecen gigantescas esculturas futuristas de estilo abstracto. Son mecanismos sumamente precisos. En el Jantar Mantar (del sánscrito, significa “instrumentos para calcular”), el citado gobernante podía prever las alineaciones de planetas propicias para realizar ofrendas a los dioses, y celebrar determinadas ceremonias. Integrado en el observatorio se encuentra el Laghu Samrat Yantra, el reloj de sol más grande del mundo (23 metros de alto), que calcula la hora con apenas una desviación  de 20 segundos. El Ram Yantra, formado por dos círculos de columnas, que sostienen lápidas horizontales, para determinar el arco celeste desde el cenit, y la altura del sol; una especie de astrolabio de grandes dimensiones. El Rashivalaya Yantra, otra enorme estructura formada por 12 piezas que representan los signos del zodíaco, orientados hacia su respectiva constelación. Hay que tener en cuenta que todavía hoy en India las fechas de eventos importantes como las bodas, se dirimen buscando el momento propicio del horóscopo de los contrayentes. El Chakra Yantra, un tubo de latón, atraviesa el centro de dos instrumentos circulares de metal por el que se puede observar la posición de las estrellas con respecto al ecuador.

A 10 kilómetros de la ciudad de Jaipur existe un lugar que puede confundirse con el de una epopeya hindú. Un destello atrapado en las montañas, cuyo silencio tan solo se ve interrumpido por el cauce de un antiguo manantial y los cortejos secretos de los monos que moran en sus tejados. Se trata del templo Galta Ji, un complejo que agrupa varios santuarios, conocido como “templo de los Monos”, ya que aquí viven cientos de gráciles macacos rhesus. Se cree que el santuario fue construido por Diwan Rao Kriparam en el siglo XV, siendo desde entonces un lugar importante para los yoguis, sadhus y seguidores de la secta Vaishnava Ramanuja. Los fieles solían practicar yoga en este lugar y bañarse en el Galta Kund, el estanque más sagrado y que nunca se seca. Las escrituras también aseguran que en los días de luna llena la trinidad sagrada, formada por Vishnu, Brahma y Shiva, visita el templo. Lleva el nombre de San Galtav, que pasó su vida meditando aquí. Construido en piedra rosa, el templo cuenta con una serie de pabellones con techos redondeados, pilares tallados y paredes pintadas. El complejo se encuentra alrededor de un manantial natural y las cascadas crean dos piscinas escalonadas, una superior y otra inferior, que se utilizan para que los peregrinos se puedan bañar. Aunque el templo es hogar de cientos de monos, Galta Ji está dedicado a Ganesha, el dios elefante, y no a Hanuman, el dios mono.

Finalizada la visita, volvemos al hotel.

Cena y alojamiento en el hotel Hilton Jaipur.

Día 9: JAIPUR – Abhaneri – Fatehpur Sikri – AGRA

Desayuno buffet en el hotel.

Partimos a primera hora hacia Agra, que se encuentra aproximadamente a 240 km de Jaipur. En el transcurso de la ruta realizaremos interesantísimas dos paradas. La primera de ellas será en la pequeña localidad de ABHANERI, a 95 km de Jaipur. Esta pequeña aldea de apenas 1.500 habitantes, se encuentra en una planicie a unos 570 metros sobre el nivel del mar, en la gran cuenca sedimentaria del Ganges, rodeada de campos de trigo. El lugar es conocido por sus monumentos de la época medieval de los rajputs, sobre todo el Chand Baori, uno de los baoris (aljibes escalonados) más  asombrosos de Rajastán. De planta cuadrada, tiene 19,5 metros de profundidad, en trece niveles. Con un total de 3.500 estrechos escalones, dispuestos en perfecta simetría, y formando un laberinto mágico,  rodean el agua por tres lados de la estructura, mientras que el cuarto lado, se puede ver un templo de tres pisos, con hermosas galerías apoyadas en pilares, y dos balcones salientes que albergan hermosas esculturas. La planta superior está rodeada por una galería con arcadas. Construido durante los siglos VIII y IX, con objeto de proporcionar agua durante todo el año a las zonas áridas del entorno. En la actualidad ya se encuentra en desuso como pozo. Tanto la muralla que lo rodea como el pabellón de entrada, son de época posterior.

                Seguimos ruta, ya dentro del estado de UTTAR PRADESH, que se ubica en el centro-norte del país, ocupando una parte importante de las llanuras que se extienden alrededor de los ríos Ganges y Yamuna. El control sobre la región de las planicies del Ganges, fue de vital importancia para el  poder y la estabilidad de todos los principales imperios de la India. El reino de Kosala, en la era Mahajanapada, estaba ubicado en los límites regionales del actual Uttar Pradesh.​ Según una leyenda hindú, el divino rey Rama de la epopeya del Ramayana, habría reinado en Ayodhya, la capital de Kosala. Krishna, otro rey divino del panteón hindú, que desempeña un papel relevante en la epopeya de Mahabharata, venerado como la octava reencarnación del dios hindú Vishnu, se dice que nació en la ciudad de Mathura, en Uttar Pradesh.

Hace más de dos milenios esta región pertenecía al gran imperio budista de Ashoka. Las incursiones musulmanas empezaron en el siglo XI y para el siglo XVI la región formaba parte del Imperio Mogol, con capital en Agra, luego en Delhi y, por poco tiempo en Fatehpur Sikri. A comienzos del siglo XIX cayó en manos de los británicos. Tras la independencia, Uttar Pradesh ha sido el estado más dominante en la política india, aportando la mitad de los primeros ministros del país, la mayoría de Allahabad. Aunque esto no parece haber beneficiado mucho a su población, ya que su progreso económico se ha visto retrasado en el os últimos 60 años. En el año 2000 la parte montañosa del noroeste del estado se separó para crear el nuevo estado de Uttarakhand.

Con más de 200 millones de habitantes es el estado más poblado del país y la subdivisión nacional más poblada del mundo. Con una superficie de 243.290 km² (algo menos de la mitad de España) es el cuarto estado más extenso de la India, y también el cuarto más densamente poblado. Solo cuatro países, China, la propia India, Estados Unidos e Indonesia, tienen una población mayor. Uttar Pradesh es asimismo uno de los estados menos industrializados del país. Como en el resto de la India, la alfabetización es mayor en el caso de los hombres que en el de las mujeres.

Nuestro siguiente destino será la ciudad fantasma de Fatehpur Sikri (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1986), que se encuentra a solo a 36 km de Agra. La ciudad se empezó a construir en 1571 por el emperador mogol Akbar, una de las grandes figuras de todos los tiempos de la historia de India. Durante su reinado convivían hindúes y musulmanes, y aunque entre ellos había profundas diferencias, Akbar potenció la tolerancia entre ambas religiones. Este caudillo quiso tener su propia ciudad en la que se manifestase la cultura india y el espíritu del Islam. Para ello no  escatimó esfuerzos, creando en muy poco tiempo, una auténtica ciudad con murallas, mezquita (todavía en uso), un estanque artificial en el centro, templos, zonas administrativas y tres hermosos palacios, uno para cada una de sus mujeres favoritas, una hindú, una musulmana y otra cristiana.

Sin embargo, nadie tuvo en cuenta un detalle importantísimo: las fuertes sequías periódicas que asolan la zona. Al no encontrarse solución para llevar agua a este emplazamiento, tan solo 17 años después de concluida, en 1585, tuvo que ser abandonada. Fatehpur Sikri fue olvidada y reducida a una ciudad fantasma que nadie volvió a tocar, gracias a lo cual, ha llegado hasta el año 2023 en perfecto estado de conservación. Ahora es una ciudad completamente desierta, con una belleza muda, como embrujada e invadida por un hálito de magia y romanticismo. Está considerada, por su belleza y armonía, una de las joyas de la arquitectura india.

Una vez dentro llama la atención los espacios abiertos, los patios, plazas y calles concebidas con amplitud, como para alojar grandes eventos y enormes flujos de ejércitos, personas o mercancías. También el color, de arenisca roja, de todas las construcciones y los motivos arquitectónicos que lo adornan, relieves, columnas con decoradas ménsulas o cúpulas sobre torrecillas abiertas como terrazas.

Después de ser trasladados mediante microbuses eléctricos a las puertas de Fatehpur Sikri, dispondremos de tiempo para visitar esta extraordinaria ciudad de la que destacamos el Diwan-I Khas, conocido por su magnífica columna central con tallas de cuervos en forma de volutas; el Diwan-i-Am, amplio patio con claustro, con un elaborado pabellón vestido con lujosos tapices y utilizado para audiencias públicas; al norte se encuentra el Divan-i-Khas, un edificio cuadrado de dos plantas, abierto a los lados y coronado por altos pabellones en las esquinas, dedicado a las audiencias privadas. La Casa de Birbal, pequeño palacio decorado con motivos florales; Panch Mahal, edificio de cinco alturas cada una con un pabellón abierto sostenido por una serie de pilastras labradas, y del que se ignora su  función; el Palacio de la Sultana Turca, delicioso pabellón en “L” imitando una cabaña de madera y  rodeado por una veranda exquisitamente trabajada. Los bajorrelieves del interior muestran leones y pájaros jugueteando en medio de una vegetación exuberante; el estanque cuadrado invertido, Anoop Talab, dividido en cuatro, como un jardín mogol, está ocupado por un estrado donde se situaban los músicos y las bailarinas que animaban las veladas del Emperador. En el complejo sagrado anexo, destaca la Buland Darwaza (Puerta de la Victoria), gigantesca entrada de 54 metros de altura que erigió Akbar tras la conquista de Gujarat, y que posteriormente inspiraría otras igualmente grandiosas. Pasada la puerta, la Jama Masjid, majestuosa mezquita con elementos indios y persas que sirvió de modelo de otras mezquitas mogoles. El mausoleo de Salim Chishti, de mármol blanco, contiene los restos del santo venerado por Akbar. Muchas mujeres acuden a este lugar para pedirle al místico quedar embarazadas.

Almuerzo en hotel.

Finalizada la visita, continuamos ruta hasta AGRA, sede de la corte mogol durante los siglos XVI y XVII, antes de que la capital se trasladara a Delhi. La ciudad fue fundada entre 1501 y 1504 por Sikandar Lodi, sultán de Delhi, que la convirtió en su capital. El primer emperador mongol, Babur, se  refugió en esta ciudad después de luchar con Lodi en 1526. Akbar la convirtió en la capital oficial del imperio en 1556.

Estratégicamente situada a orillas del Yamuna, la ciudad alcanzó su máximo apogeo y esplendor de mediados del siglo XVI a mediados del XVII, bajo el mecenazgo de los emperadores Akbar, Jahangir y Slah Jahan; atrajo a artesanos de Persia, Asia Central y otros puntos del la India, que construyeron lujosos fuertes, palacios, jardines y mausoleos, como el mundialmente conocido Taj Mahal, una de las obras arquitectónicas más hermosas, sugerentes y fascinantes del mundo (aunque ya veremos que Agra no es solo el Taj Mahal, sino que tiene muchas otras maravillas que podremos admirar).

Shah Jahan ordenó construir el Taj Mahal en 1631. Más adelante la capital del imperio se trasladó a Delhi. Tras la caída del Imperio mongol, la ciudad fue perdiendo influencia siendo tomada sucesivamente por los Jats de Afganistán en 1761, los rajputs de Gwalior en 1764, los Sindhia en 1784 y los británicos en 1803. Durante la revuelta de los cipayos de 1857 se desarrollaron diversas batallas sangrientas en el fuerte de Agra.

En las últimas décadas, Agra ha sabido gestionar los grandes ingresos derivados del turismo, convirtiéndose en uno de los enclaves comerciales e industriales más destacados de la región. Además, es un importante nudo de comunicaciones sobre todo con las ciudades del norte de la India. Su población actual está en torno a 1.700.000 habitantes.

Cena y alojamiento en el hotel Crystal Sarovar Premiere.

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