Yakuza ヤクザ, la mafia japonesa

La Yakuza o mafia japonesa, es un sistema de organización criminal con más de 300 años de historia. Actualmente cuenta con algo más de 100.000 miembros en Japón. Los yakuzas se perciben como una lacra dentro de la sociedad japonesa, al encontrarse integrada en el sistema desde el siglo XVII.

Curiosamente, aún situándose Japón como uno de los países más seguros del mundo por su bajo índice de criminalidad, la Yakuza está considerada como una de las mafias más peligrosas e influyentes del mundo.

Se ignora el origen de la palabra Yakuza (ヤクザ), pero está extendida la creencia de que proviene del estilo de vida de los bakuto (“apostadores”), una de las dos clases sociales que dieron origen a los yakuza. Los bakuto estaban muy abajo en la sociedad japonesa del período Edo, por estar prohibidas las apuestas. De ahí derivó su imagen indeseable y el nombre ya (ocho), ku (nueve) y za (tres), ya que 8, 9 y 3 son 20 puntos, la peor mano en el oicho-kabu, una variante del juego de cartas hanafuda.

Durante el período Edo, la figura del samurái era privilegiada dentro de la sociedad, debido a su eficiencia militar y los servicios de seguridad que prestaban a la comunidad a través de los daimyō, señores feudales o el shōgun. Al final del período de guerras, Japón inicia su era moderna y continúa unificándose en un solo gobierno, así que muchos samuráis eran despedidos porque resultaban inútiles a los nuevos destinos de la nación y se convertían en mercenarios ambulantes conocidos como rōnin. Estos siguieron haciendo trabajos de manera independiente para sus jefes y la alta sociedad. Al cabo del tiempo se empezaron a organizar en bandas paramilitares que protegían regiones a cambio de comida y comodidades que proporcionaba la comunidad. Poco tiempo después terminan dominando los negocios ilegales de Japón.

A finales del siglo XIX y al iniciarse el XX tenían el control de las apuestas, el contrabando, lavado de dinero, los espectáculos, la especulación de bienes inmobiliarios, la extorsión, el tráfico de drogas, la industria sexual y armas. Además, después de la Segunda Guerra Mundial ciertas bandas de ideología ultraderechista comenzaron a operar y extorsionar dentro de grupos políticos.

Su organización se derivó de los códigos de los samuráis pero mucho más estructurados y fortalecidos; todo el clan se considera una familia donde se profesa la fidelidad absoluta a la banda, el ultranacionalismo, la obediencia al mayor rango y su estricto y brutal código de honor. Los novatos se adoctrinan a través del sistema senpai-kōhai, en el cual se especifican los procedimientos de castigo a la deslealtad, como por ejemplo la amputación de un dedo meñique para aquel miembro que cometa algún fallo grave o incurra en traición. Dicha amputación sirve aún en la actualidad para reconocer a los miembros retirados o disidentes. La amputación se realizaba principalmente en el dedo meñique de la mano izquierda, ya que es el dedo que aplica más fuerza a la hora de realizar un corte con la katana, al perder ese dedo no podrías ser letal en combate con katanas, te volvías inservible y acababas degradado o expulsado de la organización.

No existe una persona que los lidere, sino que están organizados en múltiples clanes (casi 3.000), y dentro de cada clan, siempre hay un líder que los dirige. La estructura es piramidal, siendo el líder una persona muy respetada dentro de la organización, pero con grandes rivalidades entre líderes de otros clanes.

Curiosamente, en el terremoto y tsunami que azotó Japón en el año 2011, muchos grupos o clanes de la yakuza se organizaron para realizar trabajos de reconstrucción y ayuda a la población. Por otro lado, muchos sostienen que su mera presencia, hace disminuir la pequeña delincuencia común en los barrios.

Los tatuajes dentro de la organización son muy importantes; revelan muchas veces el rango dentro de la organización, el clan al que se pertenece, el lema del clan, algunos incluyen dragones y referencias a su genealogía samurái. Es habitual, que quienes se inician en la mafia japonesa, se hagan los primeros tatuajes en una pequeña parte del cuerpo, para posteriormente ir ampliando el mismo con el paso de los años. El tatuaje es uno de los rasgos físicos más característicos de la yakuza. Tales tatuajes son aplicados con la técnica tebori, la cual es muy dolorosa, y el tiempo que lleva terminar el tatuaje puede ser de meses o hasta años; no se tatúa con una sola aguja sino con varias. Los yakuzas llevan estos tatuajes para demostrar su identidad, si bien los tatuajes pueden ser motivo de denegación de entrada en baños públicos. La vida de la esposa de un yakuza, es como la de cualquier ama de casa japonesa, pero una vez que deciden dejarlo todo por sus maridos, ya no pueden volver atrás. Los tatuajes de ellas poseen una gran simbología, pues se trata de omamori o amuletos protectores que las ayudarán en su vida. Son bellos, pero no están hechos para ser mostrados, sino para mantenerse en el anonimato.

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