Turquía es la puerta hacia Asia, un país entre dos continentes, un choque de culturas, con una convulsa historia y un excepcional cruce de civilizaciones. Su posición estratégica favoreció el paso de distintas culturas desde la Prehistoria, hasta llegar a completar uno de los países más interesantes que el viajero puede visitar, con verdaderos tesoros culturales, naturales e históricos. Y es que Anatolia, que representa la mayor parte de la superficie del país, es la cuna de incontables civilizaciones, imperios y leyendas. Por aquí han pasado, entre otros muchos, hititas, griegos, romanos, asirios, árabes, o hurritas.
Descubriremos el sobrecogedor paisaje de la CAPADOCIA, paisajes desérticos y lunares que acogen maravillas geológicas que esconden en sus subsuelos, bajo las extrañas chimeneas rocosas, ciudades subterráneas usadas antaño por aquellos que buscaban escondite; la magia de Afrodisias, dedicada a la diosa del amor, y el antiguo esplendor de Éfeso, el yacimiento arqueológico más importante de Turquía, magnífico ejemplo de arte griego y arquitectura romana; ciudades legendarias como Perge o Aspendos, que posee uno de los teatros romanos mejor conservados de la Antigüedad. Maravillas naturales como las cascadas y piscinas de Pamukkale (“castillo de algodón”), coronado por las ruinas de la ciudad-balneario romana y bizantina de Hierápolis, o el hermoso paisaje que rodea Antalya;
Ya en Estambul, a la que dedicaremos 3 días completos, contemplaremos los encantos de la antigua CONSTANTINOPLA, mítica capital del Imperio Otomano, donde nos sentiremos fascinados con maravillas como la mezquita Azul o Santa Sofía, un edificio que bien podría resumir la historia de la ciudad. Si todo ello fuera poco, disfrutaremos de una de las cocinas más ricas del mundo, y en nuestro tiempo libre, daremos rienda suelta a nuestro espíritu consumista en el Gran Bazar de Estambul.