Dinamarca – Suecia – Noruega
Estos tres países escandinavos nos ofrecen un viaje espectacular, con unas bellas capitales nórdicas, encantadores pueblos costeros, y unos paisajes que te dejan sin respiración.
Comenzaremos por DINAMARCA, y su encantadora capital, Copenhague, una ciudad marcada por sus orígenes vikingos, con edificios de diseño, castillos, palacios, jardines, y canales, y donde no nos perderemos la famosa estatua de la Sirenita. Posteriormente nos dirigiremos a Aarhus, una importante ciudad vikinga que también tendremos oportunidad de visitar.
A continuación, tomaremos un crucero nocturno que nos llevará a Stavanger, ya en NORUEGA, país que posee el mayor número de fiordos del mundo, una auténtica obra de arte esculpida por la propia naturaleza. Embarcaremos en un nuevo crucero por el fiordo de Lysefjord, veremos la espectacular cascada de Vøringfossen, y subiremos al icónico Preikestolen (El Púlpito), una roca que se asoma al vacío a 604 metros de altitud. También visitaremos Bergen, la capital de los fiordos, con su famoso mercado de pescado y el barrio hanseático. Nos desplazaremos hasta Flåm, donde tendremos otro crucero que nos llevará por el Sognefjord o Fiordo de los Sueños, el fiordo más largo y profundo de Noruega: se extiende 204 km hacia el interior del país y tiene una profundidad máxima de 1308 metros. Las montañas que lo envuelven tienen una altura de hasta 2000 metros, lo cual ofrece unos paisajes espectaculares al recorrer en barco el fiordo. A través de montañas y paisajes increíbles, llegaremos a Oslo, la vibrante y moderna capital, que conserva sus raíces más antiguas, como la importancia que se da en cada rincón a la cultura vikinga. Naturaleza, arte, historia y una rica gastronomía se mezclan a la perfección en cada calle de la ciudad.
Ya en SUECIA, visitaremos la bella Karlstad, y cómo no, Estocolmo, su elegante capital, que combina el moderno estilo de vida con lugares llenos de historia. Construida sobre 14 islas y 54 puentes, es sin duda la más bonita ciudad de Escandinavia gracias a su geografía única, sus majestuosos monumentos cargados de historia y su casco antiguo o Gamla Stan, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
