Apulia (Puglia, en italiano), la región que forma el tacón de la bota italiana, es uno de los rincones más fascinantes de Italia. También conocida como mezzogiorno (mediodía), sus ciudades transmiten una belleza poética con sus ejemplos de arte medieval y barroco, sus paisajes increíbles y una singular atmosfera provocada por una vida que pasa despacio, y se detiene para apreciar la belleza del instante.
Durante nuestro periplo pullés tendremos oportunidad de visitar Bari, la capital, y punto de partida de nuestro recorrido, una ciudad que recuerda a Nápoles o Palermo por ese aire decadente de sus callejas de trazado medieval. El Castel del Monte, una fortaleza mágica, obra maestra de la arquitectura medieval, y uno de los símbolos de Puglia. Pueblos de espíritu marinero como Monipoli o Polignano a Mare que parece tallado en un acantilado y donde se encuentra, dicen, la mejor heladería de Italia.
Llegaremos al VALLE DE ITRIA, con sus suaves ondulaciones salpicadas de viñas, y lugares como, Locorotondo, encaramado a una colina, de estructura circular, o Martina Franca, un conjunto de callejuelas, patios y plazas, adornado de palacios, templos históricos y encantadores cafés. Muy cerca se encuentra Alberobello, el pueblo más icónico de Puglia por sus trulli, esas antiguas edificaciones, con techos cónicos.
Una de las zonas más deslumbrantes de Puglia es el SALENTO, donde destaca Lecce, una de las ciudades más fascinantes de Italia, un auténtico delirio barroco conocido como la Florencia del sur, cuyo centro se encuentra plagado de iglesias, palazzos y majestuosas plazas, que se alzan sobre sus empedrados. No nos perderemos Otranto, con su magnífica catedral normanda, famosa por un formidable suelo de mosaico. Haremos una incursión en la vecina región de BASILICATA, para visitar Matera, donde pasearemos por sus originales calles, con las sorprendentes sassi, una densa red de cavernas, excavadas en la roca de toba.