Viaje a SRI LANKA I: Colombo, Negombo, Pinnawala, Dambulla | Los viajes de Vagamundos día a día.

Viajamos a Ceilán, una joya con forma de lágrima, perdida al sur de la India; un maravilloso resumen de la creación que reúne innumerables encantos de los que no podremos escapar, testimonios de reinos desaparecidos, tradiciones y costumbres vivas, interminables playas de arena blanca, una vegetación exuberante donde habitan todas las gemas, crecen todas las maderas y las plantas virtuosas, como el té, el aloe vera, el cacao, la canela o la vainilla. Un mosaico de Oriente donde sus gentes viven y disfrutan en un espíritu de paz y tolerancia. En nuestra aventura ceilandesa tendremos oportunidad de visitar, entre otros muchos lugares, antiguas capitales como Anuradhapura, en cuyas piedras está escrita la historia de la isla; Polonnaruwa, con sus ruinas del siglo XII recién redescubiertas, tras más de siete siglos perdidas entre la selva. Lugares insólitos como Sigiriya, “la Roca”, donde se encuentra el majestuoso palacio fortaleza que un extravagante rey hizo construir en lo alto de un sorprendente cubo de granito de 370 metros de altura; otros como Dambulla, con sus ancestrales cuevas-monasterios excavadas en granito puro, o Kandy, ciudad sagrada del budismo; el sabor colonial lo encontraremos en la holandesa ciudad de Galle, lugar exótico envuelto de vegetación tropical, con su magnífica fortaleza, que nos transmitirá un aroma de otra época. Visitaremos parques naturales como los de Yala o Minneriya, donde conoceremos de cerca una fauna sumamente variada con elefantes, leopardos, macacos, búfalos salvajes o mangostas. A bordo del mítico “tren del té”, contemplaremos las verdes plantaciones de té salpicadas por los brillantes saris de las recolectoras tamiles; y lo finalizaremos con la visita de la capital, Colombo, donde experimentaremos la mezcla única de las influencias holandesas, portuguesas, británicas y cingalesas.

DÍA 1 – MADRID – DUBÁI – COLOMBO

Presentación en el aeropuerto de Madrid dos horas antes de la salida, trámites de facturación y embarque. Salida a las 21.40 del vuelo EK0142 dirección DUBAI.

DÍA 2 – COLOMBO

Llegada a las 07.45 hrs. hora local, enlace y salida del vuelo EK650 dirección COLOMBO, a las 10.35 hrs. Llegamos al Aeropuerto Internacional Bandaranaike a las 16.25 hrs donde nos recogerá personal de nuestro receptivo.

Sri Lanka, una isla de apenas 65.610 km2 (más pequeña que Andalucía), que pareciera una lágrima que cae de la Madre India, está situada en el Índico, al suroeste de la bahía de Bengala y al sureste del estado indio de Tamil Nadú, del que la separa el estrecho de Palk, de apenas 32 km. La distancia máxima de norte a sur es de 433 km y 245 km de anchura máxima. Es una isla bastante llana, exceptuando el macizo montañoso del centro-sur, donde hay dos mesetas: Nuwara Eliya y Horton, en las que se disfruta de un clima más fresco y abundan las plantaciones del famoso té de Ceilán.

Aunque la proximidad geográfica con la India ha marcado su desarrollo artístico y cultural, ha tenido una evolución propia, centrada en sus características locales, con tradiciones artísticas elaboradas, una herencia cultural que es un reflejo de su ajetreada historia y una población de muy distintos orígenes.

Este jardín que flota sobre el Índico, perfumado de especias, arropado por la espesura de la selva, anegado de campos de arroz y playas turquesas, peinado por cultivos de té que rodean las colinas, ha sido bautizado mil veces por la Historia. La isla que hoy se llama Sri Lanka, y que ayer fue Ceylan y Serendib es una perla salpicada de tesoros naturales que custodian templos milenarios. “Por la mañana, el milagro de aquella naturaleza recién lavada me sobrecogía”, escribió Pablo Neruda, que vivió en la isla un año, entre 1929 y 1930, como cónsul de Chile. Serendib, como la llamaron los persas, es el origen de una de las palabras más bellas del lenguaje español, serendipia, que invoca a esos golpes del azar que acaban cincelando el destino.

Situada en la costa occidental de la isla, se encuentra COLOMBO, la capital comercial del país y su ciudad más poblada, con 647.000 habitantes. Ruidosa y caótica, la ciudad está dividida en quince distritos numerados y se extiende de norte a sur sobre la línea costera a lo largo de doce kilómetros. Ya en el siglo I a.C., viajeros y comerciantes árabes y chinos visitaron el puerto en su tránsito por el océano Índico cuando recorrían la península Arábiga, la India y el Sudeste Asiático. Durante el siglo VII los árabes se instalaron cerca de allí y en 1505 llegaron los portugueses para los que fue un importante  puerto, que dominaron durante un siglo y medio, hasta que pasó a manos holandesas que la administraron durante casi otros 150 años. Pero fue con la llegada de los británicos en 1796 cuando la ciudad empezó a florecer. En 1815 se convirtió en la capital del país, privilegio que perdería en 1980 cuando la capitalidad fue desplazada a la vecina Sri Jayawardanapura Kotte, aunque la mayoría de los países todavía mantienen sus misiones diplomáticas en Colombo. La ciudad posee diferentes arquitecturas que abarcan siglos y representan diferentes estilos. Caótica y ruidosa, esta vibrante ciudad posee muchos edificios coloniales influenciados por los portugueses, holandeses y británicos que conviven con estructuras budistas, hindúes, islámicas y contemporáneas.

El encanto de Colombo reside, sobre todo, en sus muchos barrios que abarcan desde los primeros días de la época colonial a la eclosión emergente que está viviendo la  ciudad en las últimas décadas. Iniciaremos esta primera visita de la ciudad (en nuestro último día de estancia en el país tendremos oportunidad de pasear por otras zonas) por el barrio Cinnamon Gardens (Jardines de la Canela) lugar que hace un siglo estaba cubierto de plantaciones de canela, pero que hoy alberga  elegantes calles arboladas con sofisticadas mansiones, embajadas, refinados cafés, tiendas y galerías. Aquí se encuentra el Parque Viharamahadevi, el mayor de la ciudad. Llamado anteriormente Victoria Park, en 1950 se rebautizó con el nombre actual, de la madre del rey Dutugemunu un mítico monarca del reino de Anaradhapura. Pegado al parque se encuentra el Antiguo Ayuntamiento, de 1928, con su cúpula blanca sobre un edificio de estilo neoclásico sostenido por columnas. Es conocido también como “Casa Blanca”, por su descarada imitación de este edificio americano. Enfrente se erigen dos notables construcciones religiosas, la blanca Mezquita Dewata-Gaha, una laberíntica estructura de 1802 y la Iglesia Baptista de Cinamon Gardens, de 1877. Muy cerca se encuentra lo que fue el Hospital Eye, un edificio colonial de ladrillos rojos de estilo indo-sarraceno que hoy alberga el Coroner’s Court (patio del Forense). En la plaza de la Independencia, encontraremos un gran monumento construido en homenaje a la independencia de Sri Lanka del Reino Unido en el año 1948. La construcción empezó en 1949 y finalizó en 1953. El edificio está inspirado en la arquitectura del Magul Maduwa, de Kandy, con las típicas columnas decoradas al estilo tradicional de Sri Lanka.

A continuación nos desplazamos a nuestro hotel.

Almuerzo en el hotel The Kingsbury Colombo.

Después de un tiempo de descanso, visitaremos el Sri Ponnambalam Vanesar Kovil, para sumergirnos en la atmósfera de este templo hindú dedicado a Shiva, un ejemplo incomparable de la antigua arquitectura dravínica. A pesar de que Sri Lanka es un país sobre todo budista, mantiene una  importante comunidad hindú, con un gran número de templos. En 1857, Ponnambalam Mudaliyar, un acomodado hombre de negocios y filántropo indio, compró el terreno ocupado por una plantación de cocoteros y construyó un pequeño templo con argamasa y cal para dar refugio a los hindúes de la ciudad. En 1905, el templo fue heredado por su hijo, el erudito y estadista tamil Sir Ponnnambalam Ramanathan, pieza angular en la independencia de Sri Lanka. Después de un sueño visionario, Ramanathan decidió reconstruir el templo en sintonía con las antiguas escrituras védicas hindúes con la idea de que permaneciera en pie a lo largo de los siglos. Hizo diseñar el nuevo templo en el tradicional estilo dravínico y contrató a los escultores y artesanos más prestigiosos del sur de la India, todos ellos descendientes de una larga línea de trabajadores que construyeron templos durante varias generaciones. El templo fue construido con granito negro extraído de Veyangoda y con todos los demás materiales de origen local. El resultado fue tan realista que parece como si las esculturas  estuvieran listas para ponerse de pie y caminar. Para los vedas, el cuerpo humano se considera el microcosmos del vasto universo. Por ello, sus templos están diseñados para mostrar este concepto. En el centro, en una especie de isla, se encuentra el santuario principal (Mandir), que representa el corazón (o también el centro del universo), y está rodeado por un largo pasillo con ornamentados santuarios e intricadas tallas dedicadas a diferentes deidades, a modo del flujo de la sangre a través de los vasos (o el universo girando alrededor de su eje). Su alto gupuram (elemento característico de la arquitectura de los templos hindúes del sur de la India, consistente en una torre ornamental situada sobre la entrada al recinto del templo) y puertas de entrada están orientadas al este y al oeste; los techos altos, los arcos decorativos, cada pilar bellamente tallado; las paredes perfectamente esculpidas; las esculturas de cisnes, vacas, pavos reales, enanos guardianes y dioses que adornan los techos de cada santuario individual, hacen de este templo una auténtica obra de arte. El ambiente del interior es realmente sobrecogedor: la tenue iluminación de las velas (el templo no tiene ventanas), el incienso, el canto, el sonido hipnótico de la campana de oración (ghanta) o los sacerdotes con cuentas y pintura roja presidiendo el Mandir. Todo el templo rezuma espiritualidad.

A continuación visitamos el Templo Gangaramaya, el santuario budista más relevante de la ciudad. El budismo es la religión mayoritaria de Sri Lanka (más de un 70% de la población es budista), siendo seguida de lejos por el hinduismo (12,6%), el islam (9,7%) y el cristianismo (7,4%). Situado junto  al lago Beira, en el centro de Colombo, fue construido a finales del siglo XIX por el monje Hikkaduwe Sri  Sumangala Nayaka Thera. Su aspecto actual se debe a Galaboda Gnanissara Thero, un joven monje viajero que lo transformó en un espacio multicultural, con un estilo arquitectónico heterogéneo, que mezcla el clásico cingalés, tailandés, hindú, birmano y chino. El complejo, está formado por el edificio principal, vihara, que se encuentra flanqueado por dos estatuas doradas de Buda, y otras salas como la Seema malaka (donde se reúnen los monjes), varias salas de aprendizaje o la sala de las reliquias donde  se han reunido una serie de valiosos objetos regalados por los devotos y admiradores durante años, entre los que figuran estatuas de dioses hindúes, relojes antiguos, monedas holandesas, muebles y  tallas de madera o marfil, así como el Buda más pequeño del mundo. La puerta de entrada está tallada con figuras de cisnes y elefantes, las columnas con arte tradicional de Sri Lanka; sus paredes y  techos están decorados con coloridas pinturas con enseñanzas budistas. En el centro del templo se encuentra una inmaculada estupa blanca, auténtico símbolo del santuario. Junto a ella, una estatua de Buda Samadhi, de jade blanco, protegida por dos elefantes y columnas talladas con dragones. Otro de los símbolos del templo es el árbol Bodhi, se trata de un vástago de la higuera debajo de la cual Siddhartha Gautama se sentó a meditar, alcanzando la iluminación espiritual. Llama mucho la atención una serie de budas y estupas situados en varios niveles a modo de réplica del templo de Borobudur de Indonesia. En febrero se celebra aquí el Navam Perahera, el día de paya (luna llena), un colorido desfile en el que cientos de elefantes bellamente adornados, caminan con orgullo y dignidad cargando el ataúd de las reliquias sagradas, mientras comparsas de tambores tradicionales, flautistas, bailarines y otros artistas tradicionales hacen sonar sus instrumentos, acompañados de cientos de monjes budistas vestidos con sus típicas túnicas.

Finalizaremos nuestro primer día de estancia en Sri Lanka con un breve paseo por Galle Face Green uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad. Se trata de un parque urbano junto al mar, que se extiende a lo largo de medio kilómetro de costa, y donde encontraremos gente haciendo deporte, jugando con cometas o degustando un plato local con vistas al mar. El paseo fue diseñado inicialmente por los holandeses con fines militares. Aquí instalaron una línea de fuego estratégica de cañones contra los portugueses. Posteriormente, en 1859 adquirió su forma actual.

Cena buffet en el hotel. Alojamiento en The Kingsbury Colombo.

DÍA 3 – COLOMBO – Negombo – Pinnawala – DAMBULLA

Desayuno buffet en el hotel.

Nos desplazamos a NEGOMBO, cuarta ciudad más grande del país, y uno de sus principales centros comerciales. Está situada en una gran laguna donde cada día un ejército de barcas de pesca va a la busca del pescado fresco. La ciudad fue un puerto clave en el pasado para el comercio de la pimienta y la canela. Los primeros musulmanes llegaron a Ceilán en los siglos VII y VIII y dominaron las rutas comerciales este-oeste. Los portugueses expulsaron a los musulmanes a principios del siglo XVI y controlaron el comercio de la canela a Occidente. Los holandeses arrebataron la ciudad a los portugueses en 1640, la perdieron y la volvieron a recuperar en 1644. Luego, sin apenas lucha, los británicos se hicieron con ella en 1796. Es conocida como “la Pequeña Roma”, ya que casi dos tercios de su población profesa la fe católica, herencia del pasado portugués.

Negombo nos ofrecerá una animada visión de la vida en la costa de Sri Lanka. Pasearemos por el puerto, donde podremos contemplar la vida cotidiana de estos pescadores, y comprobaremos el carácter afable y abierto de sus gentes; veremos cómo preparan sus “oruvas”, embarcaciones de aspecto precario pero indispensables para ganarse la vida. Nos acercaremos al bullicioso Mercado de Pescado, uno de los más importantes del país en el que se exponen las capturas realizadas en alta mar, así como crustáceos (cangrejos, langostinos …) pescados en la laguna, y donde seremos testigos del ambiente en el que se celebra la subasta de pescado.

Almuerzo en un restaurante local.

A continuación partimos hacia el Orfanato de Elefantes de Pinnawala, creado en 1975 para  protección y crianza de elefantes tanto huérfanos y abandonados como a los hallados heridos en la  naturaleza. Además cuenta con crías nacidas en cautividad. La mayoría de estos elefantes no pueden ser introducidos nuevamente en la naturaleza, ya que los otros grupos de familias de elefantes no los aceptarán. Aquí disfrutan de una buena vida con sus padres humanos. El terreno es una plantación de cocoteros junto al río Maha Oya de diez hectáreas de extensión. Actualmente hay alrededor de 80 ejemplares de todas las edades, que son controlados por sus mahouts (cuidadores). Cada día se les baña en un río cercano en un espectáculo digno de ver. Nos podremos acercar a estos elefantes y observar como los bañan, juegan y chapotean o son alimentados con grandes biberones.

 Posteriormente, traslado a Dambulla. Antes de dirigirnos al hotel, realizaremos una parada en el Mercado de abastos, un fascinante escaparate de la enorme variedad de alimentos producido en Sri Lanka, que nos permitirá comprobar cómo funciona el mercado mayorista en este país. Se trata de un  enorme mercado descubierto, al por mayor, que permanece abierto las 24 horas del día. Ya de madrugada comienzan a llegar camiones pintados con colores brillantes en su mayoría procedentes de Jaffna, trayendo suministros frescos, que incluyen cebollas rojas, zanahorias, remolacha, calabazas, y muchos otros tipos de frutas y verduras. También llegan los productos de las cosechas de los campos circundantes para la distribución al resto del país. En el suelo se apilan enormes cantidades de cajas llenas de todo tipo de frutas y verduras que serán cargadas en los carros, y vendidos al día siguiente en los grandes mercados de Colombo.

Cena buffet en el hotel. Alojamiento en Hotel Jetwing Lake.

Experiencias únicas durante nuestro viaje a SRI LANKA con VAGAMUNDOS:

  • Recibir un masaje ayurvédico con baños de vapor infusionado de especias en un centro especializado de Galle.
  • Visitar un jardín de especias en Matale para descubrir usos alternativos de las especias más conocidas.
  • Subir al legendario “tren del té”, para llegar hasta NUWARA ELIYA, descubriendo el encanto de la aventura reviviendo la experiencia de una época pasada.
  • Pasear por ANURADHAPURA, primera capital del reino ceilandés, que exhala una atmósfera muy espiritual y en cuyas piedras está escrita la historia de la isla, con monumentos como la Thuparama Dagoba, la más antigua del país, o la enorme cúpula de Jetavanarama Dagoba, o el Árbol de la Iluminación de Buda, el Sri Maha Bodhi, de más de 2000 años de antigüedad.
  • Encontrarnos en POLONNARUWA, segundo vértice del “Triángulo Cultural” con el Gal Vihara, cuatro enormes imágenes de Buda que suponen un hito en las tallas cingalesas.
  • Explorar todos los misterios que oculta la Roca de Sigiriya que se alza 370 metros de forma abrupta sobre la inmensa llanura en lo que supone la imagen más icónica y espectacular de Sri Lanka.
  • Otro de los hitos de nuestro viaje será DAMBULLA, con sus ancestrales cuevas-monasterios excavadas en granito puro, repletas todas ellas de budas de diversos tamaños con muros y techos decorados con pinturas de temática profana y religiosa.
  • Realizar un Trekking por Horton Plains, un parque que se asienta  sobre una meseta situada entre los 2.100 y 2.300 metros de altitud, que termina en el barranco del Fin del Mundo.
  • Acudir a una plantación de té y degustar una taza de Ceylon Silver Tips, un tipo excepcionalmente raro, que posee un sabor complejo y delicado y un precio altísimo.
  • Los parques naturales de Sri Lanka son auténticamente espectaculares. Durante nuestro viaje tendremos oportunidad de visitar el de MINNERIYA y el de YALA, dos de los más importantes del país, que nos dará oportunidad de conocer de cerca una fauna sumamente variada como elefantes, leopardos, macacos, búfalos salvajes, mangostas, … además de innumerables especies de mariposas y aves;
  • Recorrer el encantador casco antiguo de GALLE que abarca cuatro siglos de historia y en el que quedan restos de las tres naciones que lo colonizaron: Portugal, Holanda y Gran Bretaña.
  • Disfrutar de paseos por la ciudad sagrada de KANDY, situada entre montañas, en un paraje de inmensa belleza, junto a un apacible lago, y el hogar del templo del Diente de Buda.
  • COLOMBO, donde experimentaremos la mezcla única de las influencias holandesas, portuguesas, británicas y cingalesas, con espectaculares templos como el hindú Sri Ponnambalam Vanesar Kovil, un ejemplo incomparable de arquitectura dravínica con una atmósfera muy especial, o el budista Templo Gangaramaya, con una mezcla del clásico cingalés, tailandés, hindú, birmano y chino.

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