Comenzaremos nuestro circuito por MALASIA, entraremos por Penang, una ciudad colonial que alberga una mezcla de diferentes culturas, con influencia británica, china, india y malaya. Kuala Lumpur, la emergente capital, que no es solamente las “Torres Petronas”, sino que ha sabido mantener la tradición dentro de la modernidad. Malaca, la ciudad con más historia de Malasia, que ya en el siglo XVI, era el centro del mundo malayo; luego portugueses, holandeses e ingleses dejaron su huella.
Seguiremos con la vibrante y sorprendente, SINGAPUR, el Tigre Asiático, una ciudad, isla y nación que se ha convertido en un icono de modernidad y de convivencia entre culturas en el Sudeste Asiático; un inmenso jardín tropical sobre el que se alza un bosque de futuristas rascacielos.
Volamos a la Isla de Java, la más poblada del mundo, con lugares donde parece que el tiempo se ha detenido. Pasaremos a Yogyakarta, el corazón de INDONESIA, para visitar la ciudad y contemplar la magia que desprenden los míticos templos hinduistas de Prambanan, y los budistas de Borobudur. Llegaremos hasta los volcanes más famosos de Java como son el Bromo y el volcán Ijen, en los que conos humeantes se abren paso entre la niebla y las terrazas de arroz. Después de visitar Ijen, el ferry nos llevará a la isla de los dioses, Bali, y aquí te llevaremos a recorrer templos y arrozales para que te impregnes de la cultura y la espiritualidad que, a pesar del turismo, aun desprende esta mágica isla.
DÍA 1 – MADRID – DOHA – PENANG
Presentación en el aeropuerto de Madrid tres horas antes de la salida. Trámites de embarque y salida a las 16.45 del vuelo QR150 de la compañía QATAR AIRWAYS con dirección DOHA. Llegada a las 00.45, enlace y salida del vuelo QR866 con destino PENANG, a las 02.25 hrs. Noche a bordo.
DÍA 2 – PENANG (George Town)
Llegada a PENANG a las 15.00 horas. Después de los trámites de entrada, recepción y asistencia en el aeropuerto a cargo de los representantes de nuestro receptivo, nos trasladamos al hotel.
MALASIA es un país cuya belleza natural y su singular legado cultural, la convierten en uno de los lugares más fascinantes del Sudeste Asiático. Su ubicación en la encrucijada de antiguas rutas comerciales marítimas, convirtió hace mucho tiempo este territorio en un crisol cultural, incluyendo tres de las civilizaciones asiáticas más antiguas (malaya, china e india), resultando evidente en sus costumbres y fiestas, así como en su gastronomía y lenguas. Además, actualmente es uno de los dragones económicos asiáticos, con una economía robusta y diversificada que ha mantenido un gran ritmo de crecimiento desde finales del siglo XX, destacando la exportación de productos de alta tecnología, así como del aceite de palma.
Después de un tiempo para el aseo y descanso en nuestro hotel, nos dirigiremos caminando hasta el restaurante China House que se encuentra aproximadamente a 10 minutos.
Cena en restaurante China House.
Alojamiento en Eastern & Oriental Hotel.
DÍA 3 – PENANG
Desayuno buffet en el hotel.
Situada en la intersección entre los grandes reinos de Asia y los poderosos imperios coloniales de Europa, se encuentra el pequeño estado de Penang, formado por una estrecha franja costera, y la isla del mismo nombre, unidas ambas por un puente. La isla de Penang, conocida como la “Perla de Oriente”, ha sido durante mucho tiempo el vínculo entre dos mitades de Asia y una importante salida a los mercados de Europa y Oriente Medio. Gracias a ello, su cultura es una de las más diversas, cosmopolitas y apasionantes de Malasia, atestiguada por George Town, la principal ciudad de Penang, cuyo centro urbano es un claro reflejo de la antigua Asia, y una de las pocas ciudades asiáticas que mantienen ese encanto propio y nostálgico del viejo mundo, con trishaws (vehículos de tres ruedas que funcionan con pedales), shophouses (talleres que sirven tanto como residencia y como negocio comercial) y bellas edificaciones coloniales. La ciudad también es una meca del arte callejero, “street art”, con pinturas murales que se diseminan por los desvencijados edificios de un casco histórico de aire colonial en el que se mezcla la melancolía y el dinamismo. La fusión de culturas y religiones también se refleja en su gastronomía; así, se pueden degustar platos chinos, malayos, nyonga (fusión de las dos gastronomías anteriores), indios o persas, entre otros, con puestos ambulantes que inundan algunas calles desde tiempos inmemoriales.
Aunque los marineros chinos ya conocían la isla, a la que llamaban “isla de la nuez de areca”, parece que no estaba habitada. A principios del siglo XVIII, algunos colonos de Sumatra se establecieron al sur de lo que hoy es George Town, quedando la isla bajo control del sultán de Kedah, que en 1771 firmó un tratado con la Compañía Británica de las Indias Orientales, por los que cedía los derechos de la isla a cambio de ayuda militar para luchar contra Siam. En 1791, el capitán Francis Light, tomó Penang, bautizándola como “Isla del Príncipe de Gales”, pasando a pertenecer a la corona británica. En 1826, Penang pasó a ser capital de las Colonias del Estrecho (que incluían Malaca y Singapur), pero pronto fue sustituida por la más próspera Singapur. A mediados del siglo XIX era un punto crucial para el comercio chino de opio, que representaba más de la mitad de los ingresos de la colonia. Entonces, la isla era un lugar peligroso, célebre por sus burdeles y antros de juegos, todos ellos en manos de sociedades secretas chinas. En 1941, Japón tomó la isla, y los tres siguientes años fueron los más desgraciados de su historia. En 1946 se disolvieron las colonias del Estrecho, y Penang se convirtió en estado de la Federación Malaya en1948, y en 1963, en uno de los 13 estados de Malasia independiente. En los últimos tiempos, la isla ha destacado como uno de los centros de fabricación de componentes electrónicos más importantes de Asia, y se le conoce como el “Silicon Valley de Oriente”.
Visitaremos su capital George Town (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2008), una ciudad esencialmente china que ha conservado el ambiente de antiguo asentamiento del estrecho, realzado por su arquitectura colonial bien conservada, las típicas casas tienda de madera y la variada gastronomía de las comunidades india, malaya, peranakan (descendientes de los primeros inmigrantes chinos, principalmente de etnia han), tailandesa y europea.
Nos desplazamos hasta Batu Ferringhi, que se encuentra a 12 km de la capital, donde visitaremos el Tropical Spice Garden, uno de los mejores jardines de Malasia. Ubicado en lo que era una plantación de caucho abandonada, este aromático vergel alberga más de 500 variedades de plantas de Malasia, Tailandia e Indonesia. Se trata de un complejo biodiverso que cuenta con tres senderos, a través de cruces de ríos, cascadas y estructuras hechas de materiales orgánicos reciclados. Se creó utilizando materiales de construcción naturales y reciclados rescatados de tiendas de antes de la guerra o procedentes de tiendas de antigüedades locales. Pasearemos por este tranquilo jardín tropical, donde podremos inhalar los aromas de las más de 100 tipos de hierbas aromáticas y plantas de especias. También nos encontraremos con helechos, orquídeas silvestres y palmeras.
De vuelta a la capital, llegaremos hasta el templo Wat Chayamangkalaram (del Buda Reclinado), típico templo tailandés, con tejado de aleros pronunciados y decoraciones en el techo. Es el mayor templo budista de Penang que data de 1845. En su interior reposa un Buda reclinado de 33 m de longitud (el tercer mayor buda tumbado del mundo), ataviado con una toga color azafrán recubierta de pan de oro. La estatua fue esculpida en 1958 para celebrar el 2.500 aniversario del nacimiento de Gautama Buda. El Buda reclinado representa al Buda histórico en su muerte, con el nombre de Pra Buddhachaiya Mongkul, que es un símbolo de una completa paz y desapego del mundo. El templo contiene los 12 ídolos que representan a los animales en el zodiaco chino. Junto al santuario principal hay una estupa dorada de estilo tailandés o chedi, y unos fieros guardianes del templo denominados jaksas. El complejo contiene varios santuarios con estatuas de colores de la mitología budista. Es atendido por monjes tailandeses, y sirve de lugar de culto a la pequeña comunidad tailandesa local, además de budistas theravada y mahayana de toda la isla. Cuenta la leyenda que al primer abad del templo, un monje llamado Phorthan Kuat, le gustaba la laksa, una sopa especiada de la región con fideos y todavía hoy los fieles realizan ofrendas de laksa en su santuario.
Muy cerca, se encuentra el templo Dahammikarama, templo budista theravada construido en 1805, fue el primer templo budista de Penang, conocido originalmente como templo Nandy Molah. Debe su existencia a la población birmana que ha poblado la zona de los alrededores desde finales del siglo XVIII. Este es el único templo birmano de Penang, aunque con el paso del tiempo, en sus sucesivas ampliaciones, se han añadido imaginería de otros países de culto budista. Una ornamentada entrada custodiada por dos impresionantes elefantes de piedra blanca nos conduce hasta un complejo situado bajo una higuera sagrada y salpicado de figuras míticas, seres voladores y quimeras. Sus pasillos se encuentran flanqueados por pinturas sobre tablas que ilustran la vida de Buda, con los personajes con el tradicional atuendo de Myanmar; en el interior, las tradicionales estatuas que representan al Buda birmano, con los ojos redondos y el semblante sereno, observan a los fieles. El ornamentado tejado rojo del templo, embellecido con filigranas de oro, es de inspiración birmana y resulta visible desde la distancia. En el salón principal de rezos, se encuentra la imagen principal de Buda, elevada y casi completamente dorada excepto por la gran palma blanca que muestra en un gesto de paz. El complejo incluye habitaciones para los monjes, un estanque de los deseos donde los visitantes lanzan monedas que luego se invierten en el mantenimiento del templo y una tranquila sala de oración con un gran Buda al estilo birmano. Dentro de la sala se pueden ver hileras de arbat o religiosos que han alcanzado el nivana, tallados por artistas birmanos. El templo, además, posee un santuario dedicado al Arahant Upagutta, un arbat muy reverenciado en Birmania por sus poderes; con sus puntiagudos capiteles y sus ornamentadas puntas doradas, este monumento es altamente venerado. Sus devotos creen que el santuario puede ayudar a vencer casi cualquier obstáculo en la vida. En su base probablemente veremos ofrendas de cestas de frutas y flores y sentirás el aromático aroma del incienso. Un mural representa la renuncia de Siddhartha Gautama.
Almuerzo en restaurante local.
Después del almuerzo, nos sumergiremos en una experiencia auténtica, con un recorrido de una hora en un trishaw tradicional. El popular taxi de tres ruedas, llevado a pedales, nos llevará a una emocionante aventura, por las estrechas callejuelas de George Town, que nos permitirá disfrutar de excelentes vistas y respirar la atmósfera y el bullicio de la ciudad. Pasaremos por el Fuerte Cornwallis, en el mismo corazón colonial de la ciudad antigua, George Towm, donde Francis Light desembarcó en 1786. Construido entre 1808 y 1810 para reemplazar el pequeño fuerte original de madera, la nueva estructura de ladrillo y mortero en forma de estrella confería un mayor campo de visión y de defensa contra los ataques enemigos. Posteriormente se añadió un foso y muros almenados para ubicar cañones que protegieran el puerto. Actualmente solo quedan en pie los muros exteriores. Al sureste de la fortaleza se alza la torre del Reloj, un edificio colonial rematado con una cúpula de estilo sarraceno construido en 1897 para conmemorar el 75 cumpleaños de la reina Victoria. El edificio posee 60 pies (18 m) de altura en recuerdo a los 60 años de reinado de la soberana. La Masjid Kapitan Kling, la mezquita más antigua y conocida de la ciudad, fue fundada alrededor de 1800 por Caudeer Mohudeen, miembro destacado de la comunidad india musulmana de la isla y Kapitan Kling, o capitán de los Kling. El término kling se empleaba en la época para designar a los tamiles musulmanes, que suponían la mayoría de los indios musulmanes de Penang (los primeros colonos musulmanes indios de Penang fueron soldados de la Compañía de las Indias Orientales). De estilo islámico con influencia india, presenta cúpulas amarillas y un solo minarete. Frente a la mezquita se encuentra el Templo Sri Mariamman, templo típico drávida del sur de la India, con un gopuram (torre ornamental) profusamente tallado y pintado. Este templo hinduista, el más antiguo de Penang, está dedicado a la diosa Mariamman o madre todopoderosa. Los tamiles de la zona crearon un sencillo santuario que en 1833 se convirtió en un verdadero templo. Para decorarlo llegaron artesanos de Madras, y finalmente se añadió el gopuram de 7 m de altura con esculturas de unas 38 deidades hinduistas. También se colocó una estatua del dios Murugan adornada con oro y diamantes. El templo mantiene vivo el recuerdo de la madre patria y los lazos comunitarios forjados en la diáspora. Seguimos nuestro recorrido en trishaw, y entramos en Little India, animado y colorido barrio rebosante de tradición que data de comienzos del siglo XIX, cuando los emigrantes indios que llegaban a Penang comenzaron a asentarse sobre los alrededores, más tarde conocida como Kadai Teru, o calles de las Tiendas. Muchos de sus primeros habitantes eran tamiles, por lo que la zona era conocida como Little Madras, pero con el paso del tiempo fueron llegando otras comunidades. Las estrechas calles de la Pequeña India están bordeadas de tiendas de todo tipo de productos del sur de Asia, desde saris o joyas a guirnaldas de flores e imágenes de deidades hinduistas. El aroma de las especias, el incienso y el curry impregna el aire, mientras que las campanillas de las bicitaxis y el constante bullicio de la multitud crea un ambiente típicamente indio. Aunque en Penang los idiomas predominantes son el malayo y el inglés, en Little India, se emplean sobre todo el malayalam y el tamil, lenguas del sur de la India. La zona, además de templos hinduistas, posee mezquitas y enclaves chinos. La Iglesia de San Jorge, construida en 1818 para la creciente comunidad cristiana de la ciudad, es el lugar de culto anglicano más antiguo del sureste asiático. Fue diseñada por el capitán Robert Smith, ingeniero militar y pintor, y construida por la compañía Británica de las Indias Orientales con mano de obra presidiaria. En 1886, para celebrar el centenario de la fundación de Penang, se levantó un pequeño pabellón de estilo griego con cúpula.
El brillo del pasado se aprecia especialmente en las llamadas casas de los clanes o kongsi, algunas de las cuales quedan en pie. Se trata de suntuosas residencias de fines del siglo XIX y principios del XX, lugares de reunión que erigieron diferentes clanes de emigrantes chinos. En esta época Penang recibió una gran afluencia de estos inmigrantes, sobre todo de la provincia de Fujian. Para que todos los familiares que fueron llegando pudieran integrarse en el entorno, formaron asociaciones similares a un clan y construyeron casas de clanes, con el fin de crear un sentimiento de pertenencia a la comunidad, proporcionar alojamiento y ayudar a los recién llegados a encontrar empleo. Además de funcionar como una especie de embajada, también desempeñaban una función social e incluso espiritual. Visitaremos una de las más hermosas, la de Khoo Kongsi, que cuenta con un templo y un escenario para representaciones de ópera china. Este kongsi se convirtió en sede no solo de los Khoo, sino de otras cuatro poderosas familias que dirigían una influyente sociedad secreta. A pesar de lo impresionante que resulta actualmente, en el pasado lo fue todavía más: la estructura sufrió un incendio la noche en que fue terminada y se atribuyó a la envidia de los dioses. La actual kongsi data de 1906. El edificio, construido al estilo de la dinastía Qing, posee elaboradas tallas en las paredes, frescos y una hermosa decoración en el techo adornado con dragones, aves fénix, animales míticos y varias escenas de las leyendas populares. La casa del clan también tiene un gran hall con magníficos murales que representan nacimientos, bodas y 36 extraordinarios guardianes celestiales. Fascinantes esculturas de cerámica con forma de seres inmortales, dragones y carpas convirtiéndose en dragones, salpican los salientes del tejado
Finalmente, situado sobre las colinas de Ayer Itam (sagradas desde antiguo para los habitantes chinos de la isla), se encuentra el Templo Kek Lok Si, también conocido como Templo de la Felicidad Suprema, el templo budista más grande y venerado de Malasia y uno de sus edificios más característicos. Construido por un inmigrante chino, constituye un punto de referencia de la comunidad chino-malaya, que financió su edificación. Fue iniciada en 1890 y llevada a cabo a lo largo de dos décadas, en las que trabajaron artesanos birmanos, chinos y tailandeses. Posteriormente tuvieron lugar varias ampliaciones. Después de atravesar un laberinto de puestos de recuerdos llegaremos hasta el edificio más destacado del complejo, la Ban Po Thar, (“los Diez Mil Budas”), también llamada pagoda del Rey Rama VI, finalizada en 1930, y bautizada en honor al monarca tailandés que colocó su primera piedra. Se trata de una torre de siete pisos y 30 m de alto, que combina tres estilos diferentes: chino, para la base octogonal, tailandés en las plantas intermedias y birmano en el remate final, que simboliza la unidad entre budismo mahayana y theravada. Ambos estilos se unen para formar un diseño arquitectónico lleno de armonía y nunca visto, y que, además, proporciona las mejores vistas de Penang desde lo alto. El templo, como su nombre indica, alberga más de10.000 estatuas de Buda. Los terrenos aledaños al templo, albergan encantadores jardines y estanques sagrados, como el estanque de la Tortuga Sagrada, donde los fieles sueltan tortugas como acto de liberación espiritual. Dominándolo todo, se encuentra la imponente estatua de bronce de Kuan Yin, diosa de la misericordia, de 30.2 m de altura (la más alta de esta diosa), que fue terminada en 2002.
Alojamiento en Eastern & Oriental Hotel.
DÍA 4 – PENANG – CAMERON HIGHLANDS
Desayuno buffet en el hotel.
Dejamos atrás la fascinante ciudad de George Town, y marchamos hasta Semanggol, donde se encuentra la Bukit Merah Orang Utan Island Foundation (*). Llegaremos a un pequeño muelle, y tomaremos un ferry que en 15 minutos nos dejará en la isla. La fundación se creó en el año 2000 con objeto de estudiar el comportamiento de los orangutanes de Borneo que estaban en extinción (de hecho, en todo el planeta, ya sólo quedan en Malasia y en Indonesia). Se trajeron unos pocos ejemplares intentado mantener al máximo las condiciones de su entorno natural, y con una mínima intervención humana, se les dejó la isla para ellos, para influir lo menos posible en su comportamiento. Desde el principio, estos orangutanes se adaptaron completamente a las condiciones medioambientales de la isla, y enseguida empezaron a crear una nueva comunidad y reproducirse. Actualmente son en torno a 24 los especímenes que viven aquí en libertad. El centro de investigación está “enjaulado” en la orilla de la isla y todo el resto es para los orangutanes. El centro controla de cerca la salud de estos primates. Les dejan comida que no encuentran en la isla, pero utilizan unas cajas y cilindros para que los simios tengan que pelear por su comida como si estuvieran en libertad. Con ello pretenden que no sean dependientes de los humanos. De hecho se han plantado algunas plantas medicinales que ellos mismos las consuman cuando se encuentran mal.
Almuerzo en restaurante local.
Seguimos camino, y entramos en el Sultanato de Perak, que se remonta a principios del siglo XVI, cuando el primogénito del último sultán de Malaca, Muzaffar Shah, inauguró una nueva dinastía a orillas del Sungai Perak (río de Perak). Sus ricos yacimientos de estaño rápidamente lo convirtieron en un objetivo codiciado tanto por los pueblos vecinos como por las potencias extranjeras. Los holandeses intentaron monopolizar su riquísimo comercio en el siglo XVII. Pero las minas también habían atraído una marea de inmigrantes chinos que no tardaron en formar clanes rivales, se aliaron con los jefes malayos locales y lucharon entre sí por el control de las minas. En el siglo XVIII los británicos tomaron el estado bajo su protección para evitar su anexión por parte del Reino de Siam, y en 1874 establecieron aquí su primera administración colonial en Malasia. Los británicos entonces gobernaban en nombre del sultán. En 1877, el ministro residente Sir Hugh Low, asumió el control de las minas de estaño, introdujo los primeros árboles de caucho en Malasia y experimentó con la plantación de té y café. Entretanto, los sultanes mantuvieron su estatus, aunque se convirtieron cada vez más en hombres de paja bien pagados. El sistema de residentes británicos (posteriormente asesores), se prolongó hasta la II Guerra Mundial, pero terminó por desaparecer cuando Perak se unió a la Federación Malaya en 1948.
Llegada a Kuala Kangsar, pequeña ciudad que se asienta sobre la orilla occidental del río Perak y que fuera sede de su Sultanato desde el siglo XVIII. En la década de 1870 se convirtió en la primera avanzadilla de los británicos en Malasia, que empezaron a controlar la península instalando residentes (oficiales coloniales) en las cortes reales. En esa misma época se convirtió también en cuna de la industria del caucho. Sin embargo, a finales del siglo XIX, comienza a perder relevancia ante el auge de ciudades como Ipoh y Taiping como centros abastecedores de estaño. A pesar de ello, fue escenario en 1897 de la primera Durbar, o conferencia de sultanes malayos. Hoy, es una tranquila ciudad que permanece anclada en la tradición malaya
Su monumento más sobresaliente, es la Mezquita Ubudiah, de un blanco inmaculado es una de las mezquitas más bellas del país. Fue diseñada por el gran arquitecto británico Hubbock, autor de varios edificios coloniales de Perak. Las obras comenzaron en 1913, bajo el mandato del sultán Idris Murshidul Adzam Shah I, que no pudo verla finalizada, ya que sufrió varias interrupciones; una de ellas fue después de que varios elefantes reales incontrolados destrozaran el suelo de mármol importado de Italia. Finalmente fue inaugurada en 1917 durante el primer año de reinado de su sucesor, el sultán Abdul Jalil. Posee una magnífica cúpula bulbosa de color dorado, rodeada de cuatro alminares blancos, todos rematados con una pequeña cúpula. El acceso al interior de la mezquita está restringido a los fieles musulmanes.
Seguimos nuestro paseo, y muy cerca de la mezquita se encuentra el Istana Iskandariah, la residencia oficial del sultán de Perak, probablemente la más hermosa de la familia real de Malasia, que veremos desde el exterior, ya que se encuentra cerrada al público. Construido en 1933, el edificio, de dos plantas, se alza en la cima de Bukit Chandan. Este imponente palacio de mármol blanco rodeado de jardines posee varias torres coronadas por cúpulas doradas y exhibe una interesante mezcla de estilos árabe y art déco.
El antiguo palacio real, Sultan Azlan Shah Gallery, también conocido como Istana Hulu, constituye una impresionante amalgama de estilos renacentista, neoclásico y morisco. Construido en 1903, por el sultán Idris, 28º sultán de Perak, actualmente el palacio se ha convertido en el Museo del Sultán Azlan Shah, con muestras que incluyen artesanías tradicionales de este sultanato. Visitaremos sus salas de mármol que contienen exposiciones dedicadas a la vida del 34 sultán de Perak, Azlan Shan, como sus pertenencias personales, así como en un edificio anexo, su Rolls Royces y otros vehículos de lujo. Entre otros tesoros de la familia real, se incluyen espadas y keris (elaboradas dagas asimétricas), así como la cuna más extravagante que jamás hayamos visto. También son interesantes los regalos institucionales, como un descomunal hongo de 1,37 m.
Por último veremos, también desde el exterior, la Istana Kenangan, también conocido como el “palacio de los Recuerdos”. Fue erigido en 1926, para servir como residencia provisional a la familia hasta que terminaron las obras de la cercana Istana Iskandariah. Construido íntegramente con madera y bambú entretejido, sin utilizar ni un solo clavo, es un magnífico ejemplo de arquitectura malaya tradicional. La fachada se encuentra decorada con paneles de bambú de diseño geométrico e intrincados frisos y el techo luce cinco caballetes coronados por una hilera simbólica de plátanos. La planta baja del palacio posee amplias verandas que pemiten la circulación del aire fresco por toda la estructura. También se le conocía como el “Palacio de los Muertos”, pues se usaba como morgue de los miembros de la realeza.
Llegada a Cameron Highlands. Alojamiento en Strawberry Park Resort.
Experiencias únicas en el viaje a INDONESIA, MALASIA Y SINGAPUR con VAGAMUNDOS:
INDONESIA – Isla de JAVA
- Disfrutar de unos momentos únicos subiendo a dos accesibles volcanes de Java: el Kawah Ijen, que acumula gran cantidad de azufre en su interior creando un gran lago de ácido azul turquesa. El otro volcán, el Bromo, todavía activo, y rodeado de un misterioso paisaje, admiraremos la hermosura etérea del cráter y sus colores surrealistas, con las entrañas sulfurosas y humeantes.
- Encontrarnos de pronto con el arrebatador templo de Borobudur, uno de los grandes milagros que ha creado el alma humana, y el principal monumento de Indonesia, un gigantesco mandala tridimensional, un diagrama simbólico del universo, destinado a favorecer la ascensión espiritual del creyente.
- Extasiarnos ante los Templos de Prambanan, testigos del pasado hinduista de la isla de Java. Es el segundo templo más importante del país, tras Borobudur, y reúne lo esencial de las deidades del hinduismo. Otra obra sublime, un lugar mágico, con un encanto especial.
- Disfrutar de un espectáculo de danza Ramayana, donde cerca de 200 bailarines y músicos gamelán (orquesta tradicional javanesa y balinesa) nos harán revivir el viaje que realizó Rama para rescatar a su esposa Sita, que fue secuestrada por Rahwana, y en el que aparecen ejércitos de monos, gigantes sobre zancos, combates entre rivales y acrobacias.
INDONESIA – Isla de BALI
- Al llegar a BALI, cuyo solo nombre nos evoca un paraíso exótico y lejano, sentiremos una energía especial que nos hará volar la imaginación. Una isla diferente, donde la religión que predomina es el especial hinduismo balinés, a diferencia del resto de Indonesia, donde se practica el islam. Existe la leyenda que la isla de Bali es un caparazón de tortuga que reposa sobre el mar.
- En esta auténtica “isla de los Dioses”, podremos visitar lugares sagrados antiguos como Gunung Kawi, con sus santuarios tallados en piedra o el Pura Besakih, el templo más grande y venerado de Bali.
- Tampoco nos perderemos el templo Tanah Lot, el más fotografiado de la isla, con su espectacular ubicación en acantilados que se elevan sobre el océano Índico o el Pura Ulun Danu Bratan, dedicado a la diosa de las aguas, en lo que es una de las imágenes más conocidas y bellas de Bali.
- Cuenta la leyenda que los manantiales sagrados de Tirta Empul, fueron creados por Indra, quien perforó la tierra para crear un manantial de elixir de la inmortalidad con que recuperar sus fuerzas después de ser envenenadas por el malvado rey Mayadanawa. En medio de los manantiales se encuentra el Pura Tirta Empul, a donde los fieles acuden a realizar sus abluciones rituales.
- Pasearemos por las hipnóticas terrazas de arroz de Tegallalang, sin duda las más bellas de las muchas que hay en la isla, y que además han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
- Esta isla tiene una larga historia, y prueba de ello es el Semara Pura, un complejo palaciego que en su momento fue el centro del reino más importante de Bali, y que alberga el Kertha Gosa (Palacio de Justicia), soberbio ejemplo de la arquitectura Klungkung, y el Bale Kambang (pabellón flotante), situado en medio del estanque sobre el que flotan nenúfares y flores de loto.
MALASIA
- Conocida como “la Perla de Oriente”, la isla de Penang, es uno de los lugares más cosmopolitas y apasionantes de de toda Asia, con sus shop-houses convertidos en casas-museo, encantadores hoteles-boutique o elegantes cafés. En su capital Georgetown, una ciudad que conserva todos los alicientes de un asentamiento colonial, nos encontraremos con una impresionante mezcla de culturas, tanto asiáticas como europeas.
- Cambiamos de paisaje, y nos vamos a las Tierras Altas de Cameron o Cameron Highlands, donde debido a la bondad de su clima, los británicos la convirtieron en su refugio para escapar del calor. Sus montañas neblinosas, arquitectura estilo tudor, sus granjas, fresas y sus hipnóticos campos con plantaciones de té convergen en este singular destino malayo. Y por su fuera poco, aquí podremos visitar un poblado original malayo.
- Para muchos, Malaca es la ciudad más bonita de Malasia y con un carácter muy especial. Aquí, al igual que en Penang o Kuala Lumpur, conviven en armonía culturas muy distintas, desde indios, chinos y malayos hasta euroasiáticos, holandeses o portugués, lo que se refleja en todas las mezquitas, iglesias, templos budistas e hinduistas y edificios coloniales que llenan la ciudad.
- Nos dejaremos atrapar por el ordenado caos de Kuala Lumpur, donde descubriremos desde barrios financieros con enormes rascacielos como las famosas Torres Petronas, hasta sus barrios étnicos, con costumbres milenarias, templos y mezquitas de la población hindú, musulmana y budista se entremezclan, con el humo que despiden las espirales de incienso, las estatuas hinduistas adornadas con guirnaldas de flores o la llamada a la oración de los musulmanes.
SINGAPUR
- Y llegamos a un enclave singular, la única ciudad-isla-nación del mundo, Singapur, que además posee una de las rentas per cápita más altas del mundo. Pero lo que podríamos imaginar un universo de hormigón y acero, es una ciudad jardín donde abunda el verdor tropical, como el Jardín Nacional de Orquídeas un paraíso tropical que cobijan más de 1000 especies o el enorme Gardens by the Bay, símbolo de la ciudad, y uno de los jardines más singulares y bonitos del mundo, que recrea un mundo de fantasía con biocúpulas futuristas, superárboles de alta tecnología y estructuras imposibles.
- Pasear por Marina Bay Sands, antiguo enclave administrativo británico que refleja la grandeza de Singapur, y donde se concentran algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, con la famosa estatua de Merlion, la bestia mítica de Singapur de 9 metros de altura, mitad pez y mitad león y donde nos llevaremos el recuerdo de la foto debajo del agua que expulsa el curioso felino.
- Sus barrios coloniales son una fuente de sorpresas, Little India, un lugar frenético y colorido, donde el tiempo parece haberse detenido; Kampong Glam, el barrio malayo, antiguo hogar del sultán local, salpicado de cafeterías con olor a narguile y batik indonesios, y de mezquitas como la Sultan Mosque, con su cúpula dorada en una de las imágenes recurrentes de la ciudad; Chinatown, que a pesar de ser uno de los barrios más comerciales de la ciudad, sigue manteniendo el encanto con sus casas de colores muy bien conservadas.