Algunos de los palacios o castillos fueron cuidadosamente reconstruidos, como el Castillo Real de Varsovia. Otros pudieron escapar de las acciones militares y desde hace siglos sirven para demostrar la gloria del pasado, como el Castillo de Wawel en Cracovia. Y es que Polonia es famosa por sus espectaculares castillos, algunos desconocidos para el gran público.
Castillo de Malbork
El Castillo de Malbork es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1997 y el mayor castillo gótico del mundo. Construido por los Caballeros Teutónicos en 1406, este increíble monumento alberga una notable colección de armas y una exposición de ámbar. Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la ciudad de Malbork y su castillo se convirtieron en parte de Polonia, el castillo fue reconstruido, y se ha convertido en uno de los destinos turísticos más visitados del país. También es recomendable pasear en barco por el río Nogat para admirar el majestuoso panorama del castillo desde el agua. El castillo de Malbork, es un ejemplo clásico de fortaleza medieval; es el castillo más grande del mundo construido con ladrillo, se encuentra a 60 kilómetros de distancia de Gdansk y bien merece una escapada si vais a estar por el norte de Polonia.
Castillo Real de Wawel
Este es una de las principales atracciones en Polonia y se encuentra justo en el centro de Cracovia. Empezó a construirse en 1333, este castillo y la colina de Wawel constituyen un los los lugares más importantes en cuanto a historia y cultura en Polonia.
Cuenta la leyenda que el Dragón de Wawel habitaba en el interior de una colina a orillas del Vístula, y que todos los días salía y mataba a los campesinos y devoraba el ganado. El Rey Krak ofreció la mano de su hija, la princesa Wanda, a quien acabase con el dragón. Muchos lo intentaron, pero fue un zapatero listo quien acabó con él y se caso con la princesa. Y que el Castillo de Wawel está construido encima de esa colina en la que habitaba el dragón.
Se pueden visitar los cementerios de los reyes polacos y ver extraordinarias exposiciones dentro del museo. Y una forma de terminar la visita al Castillo de Wawel es saliendo por la Cueva del Dragón, pasando por un pasadizo que desciende por el interior de la muralla que da al río hasta la salida a orillas del Vístula donde nos encontraremos con la estatua del dragón escupiendo fuego.
Castillo de Moszna
El nombre de este castillo literalmente significa escroto, pero es mucho más hermoso que eso Se encuentra en la parte Suroeste de Polonia, y fue construido en el siglo XVII. El castillo tiene más de 300 cuartos y un área total de 7,000 metro cuadrados. Alguna vez, este castillo sirvió como un Centro de Terapia para la Neurosis, pero hoy en día este castillo y sus jardines sirven como lugares que los turistas pueden visitar. El castillo fue ocupado durante la Segunda Guerra Mundial por el Ejército Rojo.
Actualmente se ha convertido en un hotel, y una de sus mayores atracciones son sus cuadras de caballos de pura sangre inglesa. Hay muchas leyendas sobre Moszna, y el castillo esconde secretos que esperan ser descubiertos.
Restaurado con excelente gusto por el detalle, aquí da la sensación de que el tiempo se ha detenido. El edificio y sus detalles son sorprendentes, pero nada nos prepara para lo que veremos dentro.
Castillo de Ciechanów
En la ciudad de Ciechanów este exhuberante castillo del siglo XIV perteneció a los duques de Mazovia. De estilo arquitectónico predominantemente gótico, fue remodelado al estilo renacentista. A pesar de que ahora está en ruinas, el castillo se puede visitar, y ofrece panoramas impresionantes de las montañas de Świętokrzyskie. Los interiores del castillo son utilizados para exposiciones temporales, fundamentalmente arqueológicas; así como también para encuentros en los que se habla de historia, y para conciertos de música antigua.
Castillo de Pieskowa Skała
Sobre el pintoresco valle del río Prądnik desde hace 700 años se erige el castillo de Pieskowa Skała fundado por el monarca Casimiro el Grande como una fortaleza que formaba parte de la cadena de fortificaciones que protegían la ruta comercial entre Cracovia y la región de Silesia. En el siglo XVI, la familia camorrista de los Szafraniec convirtió la antigua fortaleza en una residencia con un bonito patio de arcos y una loggia exterior. El castillo se ha conservado casi intacto hasta nuestros días y constituye actualmente uno de los ejemplos de la arquitectura renacentista más bonitos de Polonia. En los interiores se pueden apreciar galerías de pintura, escultura y artesanía artística que proceden de las colecciones del Castillo Real de Wawel, así como una exposición dedicada a Pieskowa Skała.
Hoy el castillo alberga un museo, y la mayor galería de pintura inglesa de Polonia.
Visitarlo es descubrir también el parque nacional más pequeño del país, famoso por sus rocas de piedra caliza de hasta cincuenta metros de altura que parecen agujas, torres o puertas. La más famosa es el pilar conocido como «Hércules» En el Parque Nacional de Ojcow también hay valles, manantiales kársticos y alrededor de 400 cuevas, la más grande y más famosa es la Cueva Lokietka, que lleva el nombre del rey de Polonia Wladyslaw Lokietek.