En nuestro viaje a Rusia en junio de 2019 visitaremos las ciudades de Suzdal, Vladimir y Moscú.
Desayuno buffet en el hotel. Fundada en 1024, la ciudad de Suzdal, está considerada como una obra maestra (otra más) de la arquitectura medieval rusa. Su encanto no reside en un monumento aislado o en obras de arte concreta de valor especial, que obviamente las tiene, sino en el armónico conjunto que la localidad presenta al viajero: en un poético entorno de colinas, se funde armoniosamente una serie riquísima de testimonios arquitectónicos del pasado; sus bucólicas callecitas, a orillas de los numerosos arroyos y estanques, nos permitirá descubrir y admirar el ambiente de una población medieval rusa excepcionalmente conservada, en un bello marco natural. Su parque monumental está integrado por 200 monumentos tanto religiosos como civiles, incluyendo 27 campanarios y 5 monasterios.
Los primeros asentamientos, en los siglos IX y X, por agricultores eslavos procedentes de Smolkensk y Novgorod, crecieron hasta convertirse en una ciudad fortificada en el siglo XI. Bajo la protección de esta fortaleza se desarrolló Suzdal como un importante centro religioso, con la construcción de varios monasterios, principalmente en los siglos XIII y XIV, así como un posad, o asentamiento de mercaderes, para los artesanos y comerciantes. El principado de Vladimir-Suzdal aglutinó a las principales ciudades del Anillo de Oro formando así el núcleo de la antigua Rusia. La importancia de la ciudad declinó a partir del siglo XVII, lo que contribuyó sin duda a preservar su arquitectura medieval en su estado original. La ciudad goza de un estatus jurídico de «ciudad-museo«, todos sus monumentos históricos están protegidos y se prohíbe la construcción de nuevos edificios en el centro histórico, lo que la convierte en una ciudad única, en algo parecido a un viaje en el tiempo.
Suzdal presenta un plano urbanístico muy distinto del resto de ciudades rusas. Durante la visita de la ciudad (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1992), podremos ver sus edificios desperdigados en un paisaje de colinas y prados, entre arroyos y estanques, a lo largo del rio Kámenka. Recorreremos la ciudad en su conjunto para poder evaluar la importancia de su patrimonio artístico y tener una primera impresión de sus principales lugares de interés. Descubriremos que la mayoría de las iglesias de Suzdal han sido construidas en «parejas«: es decir, iglesias contiguas, de las cuales la de verano es en general más grande y rematada con cúpulas, mientras la de invierno es más pequeña, parecida a un edificio residencial.
Visita del Kremlin que como todas estas fortalezas rusas era el centro religioso, militar y civil del gobierno de la ciudad, el lugar donde se construyeron sus más importantes edificios, al amparo de sus murallas de tierra, construidas en el siglo XI. Aún hoy sigue siendo el corazón de la ciudad. Fue edificado en lo alto de una pequeña colina desde la que apreciaremos magníficas vistas de Suzdal. En su interior destacan la Catedral de la Natividad, con las puertas doradas del siglo XIII, 5 bellísimas cúpulas y admirables frescos decorando sus muros. Muy cerca se encuentra la Galería de los Arqueros y la Cámara de la Cruz, en el Palacio Arzobispal, del siglo XV. La pequeña y grácil Iglesia de madera de San Nicolás, construida en 1766 cerca de Suzdal, fue trasladada aquí desde su emplazamiento original. La Iglesia de madera de San Juan Bautista, de 1720, también parcialmente construida en madera. Es interesante admirar las diferencias arquitectónicas entre ambas iglesias, vecinas y contemporáneas.
Visita del Museo de Arquitectura de Madera, que se encuentra situado en la otra orilla del Kámenka, frente al kremlin, en el lugar que antaño ocupó el monasterio Dmitriev. Allí se encuentran más de 20 edificios de madera de los siglos XVIII y XIX, traídos aquí desde diversos rincones de la región, incluyendo casas de mercaderes, granjas de campesinos, molinos e iglesias. En muchas ocasiones se pueden ver demostraciones de oficios tradicionales por parte de artesanos vestidos con trajes típicos, permitiéndonos descubrir cómo era la vida cotidiana en una típica ciudad medieval rusa. Los dos edificios más importantes son la Iglesia de madera de la Transfiguración (1756) cuyas cúpulas están hechas de tejamaniles, sin un solo clavo de metal, y la Iglesia de madera de la Resurrección (1776).
Suzdal contiene cinco importantes instituciones religiosas, visitaremos la más importante de ellas, el Monasterio del Salvador y de San Eufemio, antaño el más rico de la región, con más de 10.000 siervos y una posición privilegiada al norte de Suzdal. Fue fundado en 1352 por el monje Eufemio, canonizado en 1507. En el siglo XVII, se construyó una muralla de 1.200 metros con 12 robustas torres. El monasterio alberga numerosos edificios religiosos de los siglos XVI y XVII, una colección de antiguos libros rusos y el túmulo del príncipe Dmitri Pozharski, héroe del levantamiento ruso de 1612 contra la dominación polaca. El monasterio sirvió además desde 1764 hasta los años 1950 como cárcel para disidentes religiosos y políticos.
Durante la II Guerra Mundial sirvió como campo de concentración del Ejército Rojo y formó por ello parte del sistema Gulag. Desde 1967 se ha utilizado como museo. El templo principal del monasterio es la Catedral de la Transfiguración, de 1594, posee cinco cúpulas y no presenta gran originalidad arquitectónica. Sin embargo, es interesante la capilla destinada a custodiar las reliquias de San Eufemio, construida anteriormente. En el interior de la catedral se pueden admirar frescos del siglo XVII, obra de los maestros de Kostroma dirigidos por G. Nikitin y S. Savin. En el campanario del monasterio, de los siglos XVI-XVII, se instalaron campanas especiales, realizadas por Dmitri Pozarskij en 1618. La parte más antigua, de nueve lados, que antiguamente hacía las funciones de iglesia y campanario, data de la primera mitad del siglo XVI. Desde aquí nos ofrecerán un miniconcierto de campanas.
Almuerzo en restaurante local.
Nos ponemos en ruta y llegamos a Vladimir, cuna de Rusia y origen de su historia junto a la vecina Suzdal. La ciudad, cómo no, posee un rico patrimonio cultural. Las excavaciones arqueológicas han descubierto que desde la segunda mitad del I milenio a.C., existía en el territorio un asentamiento de pastores y agricultores. La ciudad actual de Vladimir fue fundada en 1108 a orillas del río Klyazma por el príncipe de Kiev Vladimir Monómaco, aunque estudios recientes fechan su fundación en 990 por Vladimir el Grande, considerado el padre de la Ortodoxia rusa. Su importancia tuvo el cenit bajo el príncipe Andréi Bogoliubski, quien hizo de Vladimir la capital del principado de Vladimir-Suzdal y en consecuencia la ciudad más importante de Rusia, desde 1157 hasta la invasión de los mongoles en 1238. A partir de entonces y al igual que Suzdal, la ciudad inició un progresivo declive en favor de Moscú. Aún fue sede de la iglesia ortodoxa rusa hasta 1325 y el Gran Príncipe de Rusia era coronado en Vladimir hasta 1432.
Realizaremos la visita de la ciudad (declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1992), carente de un diseño urbanístico original, el centro histórico vive de monumentos aislados. La mayoría de ellos fueron construidos durante su época de esplendor por arquitectos tanto rusos como extranjeros. Pasearemos por el centro para descubrir los lugares de mayor interés, como la Puerta de Oro, erigida en 1158, desempeñaba en el pasado la doble función de bastión fortificado contra las invasiones y de arco triunfal.
Las hojas de la puerta estaban originariamente revestidas de láminas de cobre dorado, de donde deriva su nombre, pero que fueron saqueadas por los invasores tártaros. Las obras de los muros son de tosca piedra blanca, mientras que en las bóvedas se utilizó la toba para aligerar la estructura. Sobre el arco se encuentra la pequeña Iglesia del Despojamiento de la Sagrada Vestidura. Llegaremos hasta la Catedral de San Dimitri, construida en 1197 por el príncipe Vsevolod III.
De perfectas proporciones, con cuatro pilares, está coronada por una sola cúpula dorada que por efecto óptico parece alargada. Su fachada, una de las más bellas de la escuela arquitectónica de Vladimir y Suzdal, se recubre con más de mil bajorrelieves esculpidos en piedra blanca, que exhiben más de 1.300 temas, de 500 hablan de animales y plantas. Derivado del arte popular ruso que une temas paganos eslavos con motivos bizantinos y romanos, estas tallas reflejan un mundo fantástico, que pretenden ser una metáfora en piedra del poder del príncipe que domina todo lo creado.
En la pared norte se representa al príncipe Vsévolod III en el trono y rodeado de sus hijos; en la fachada sur se representa la Ascensión de Alejandro Magno, tema muy difundido en el arte medieval, símbolo de la autoridad principesca. Enfrente se encuentra la Catedral de la Asunción, iglesia principal de la antigua Vladimir, y una de las más importantes de Rusia, que ha servido de modelo de muchas otras iglesias y catedrales del país. Construida en solo dos años (1158-1160), con la intención de superar en esplendor a la catedral de Santa Sofía del Kiev. Se encuentra en la cima de una colina, lo que acentúa la grandeza del edificio. Estuvo decorada originariamente con ingentes cantidades de oro y plata, piedras preciosas, azulejos de mayólica y tallas de piedra blanca, para lo que se contó con artesanos de toda Rusia. También Polonia y el Sacro Imperio contribuyeron a lo que por entonces era el edificio más alto de Rusia, donde se coronaron príncipes como Dmitri Donskoi. Un incendio en 1185 la dañó, y al ser reparada se le añadieron cuatro cúpulas. Cuando en el siglo XV Iván III quiso construir en Moscú la catedral de la Asunción en el Kremlin, dio instrucciones a su arquitecto italiano, Aristotele Fioravanti, para que tomara como modelo esta catedral.
Continuación hasta Moscú. Alojamiento en Vega Izmailovo Hotel & Convention Center.