La Biblia es un conjunto de libros canónicos de extensión variable que se consideran producto de inspiración divina y un reflejo o registro de la relación entre Dios y la humanidad. Se trata de un revoltijo que contiene de todo, desde leyes, historia, poesía, profecías o proverbios. Estos libros son la guía y el fundamento de las tres religiones monoteístas: judía, cristiana y musulmana.
La Biblia (del griego βιβλία: biblía, «papiro para escribir» y, por extensión «libro») es, con mucho, el libro más divulgado, el más traducido, el más impreso, el más vendido y el más estudiado de la Historia. Se estima que a lo largo de los siglos se han producido alrededor de cinco mil millones de copias.
Tradicionalmente la Biblia se divide en tres partes:
– La Torá o Pentateuco (en griego «cinco libros»), atribuida a Moisés, que cuenta la Creación del mundo y la historia de los judíos hasta la llegada a la Tierra Prometida.
– Los Profetas, que continúan la historia en la Tierra Prometida hasta la caída de los reinos israelitas y el exilio de su población a Babilonia.
– Los escritos: un conjunto de salmos e instrucciones compuestos entre el siglo V y el II a.C.
No se ha conservado ningún manuscrito original de ningún texto de la Biblia. Lo que tenemos son copias transmitidas a lo largo del tiempo. La Biblia, tal y como la conocemos, fue recopilada por primera vez en el siglo III a.C., cuando setenta sabios judíos fueron invitados a Alejandría por el rey Ptolomeo II para aportar a la famosa biblioteca la historia del pueblo de Israel (lo que hoy llamamos el Antiguo Testamento).
Durante meses, pusieron por escrito la memoria de miles de años del pueblo de Israel, desde Adán, hasta Moisés, incluyendo los libros históricos, sapienciales y proféticos. Su trabajo se tradujo del arameo (el idioma de Jesús) y hebreo antiguos, al griego. Así nació la llamada Biblia Septuaginta, en la que se basa el texto cristiano actual.
Su tradición latina, la Vulgata, fechada hacia el 405 d.C., constituye el texto oficial de la Iglesia católica. Los judíos de la Diáspora, que inicialmente la habían aceptado, la rechazaron y rescataron la antigua Biblia hebrea, que muy pocos entendían, y adoptaron la traducción y el canon de Jamnia (70 d.C.) que proponía el judío helenizado Aquila.
Los textos se fueron desarrollando a lo largo de los tiempos y fueron transmitidos oralmente de generación en generación desde el siglo XIV a.C. hasta que finalmente fueron escritos y conservados. Los más antiguos fueron escritos entre los siglos VIII y VI a.C.; un segundo bloque entre los siglos V y II a.C., principalmente en hebreo, aunque algunas pequeñas partes fueron escritas en arameo y algunos libros de sabiduría en griego.
Los cristianos añadieron el Nuevo Testamento, unos textos escritos en la segunda parte del siglo I d.C. por cuatro evangelistas: san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan, que son los aceptados como auténticos que explican hechos y doctrina de Jesús durante su vida. Para los católicos la Biblia contiene 46 libros el Antiguo Testamento y 27 el Nuevo Testamento; para los protestantes 39 AT y 27 NT; la versión ortodoxa contiene 51 libros el AT y 27 el NT; los judíos solo aceptan los 39 libros del Antiguo Testamento.