Cuando hablamos de Asuán, en Egipto, lo hacemos de la ciudad fronteriza más al sur del país africano. Situada en la primera de las siete cataratas del Nilo, también llamados «rápidos», que surgieron gracias a las rocas de granito que sobresalen, no permitiendo que pasen embarcaciones. Gracias a esto se convirtió un núcleo comercial de gran importancia.
Su aspecto relajado y su ubicación a la ribera del río Nilo, la convirtieron en destino turístico predilecto de europeos del norte con buen poder adquisitivo que huian del frío invierno y atraídos por las leyendas de que el calor seco de Asuán era terapéutico. Esta afluencia de turistas hizo que se construyera una carretera de cornisa junto al Nilo, con sus correspondientes amarraderos, ya que eran muchos los barcos a vapor que surcaban la zona.
Esta cornisa en Asuán es el paseo más atractivo de Egipto junto a la ribera del Nilo. Sus senderos misteriosos, sus espectaculares vistas de las islas cubiertas de palmeras y el fondo de colinas blancas arenosas, aguanta la comparación con la Riviera francesa. Si decides acudir a Asuán, no olvides alquilar una falúa y navegar por este rincón encantador.
Si vamos al extremo sur de la cornisa encontramos el Old Cataract Hotel, célebre por ser una de las localizaciones de la película «Muerte en el Nilo». Fue construido en 1899 en un rocoso saliente del río Nilo, con un exterior impresionante rosado, sus comedores moriscos y su aura misterioso, lo convierten en un excelente recuerdo de tiempos pasados. Su enorme terraza fue testigo de visitas tan conocidas como Winston Churchill, Jimmy Carter o la princesa Diana de Gales.
En dirección hacia el interior encontramos Sharia el-Souq, un mercado al aire libre repleto de colores y aromas de especias exóticas. Una de las cosas que no puedes perderte en este peculiar entorno es la gasstronomía tradicional, la joyería Nubia y los tejidos, sin menospreciar los souvenires típicos para el turista.